La Oportunidad De Rhaenyra

Capítulo 14

Los gritos de Visenya y Jacerys resonaron por los pasillos, Rhaenys estaba con ellos tratando de calmarlos.

Jace al verla corrió a abrazarla llorando desconsoladamente, aferrada a ella con toda la fuerza que un niño de seis años podía, cuando Rhaenyra y Laenor entraron la escena frente a ellos les rompió el corazón, Jacerys lloraba sin consuelo en brazos de su abuela y Visenya estaba en la punta de la habitación abrazando sus piernas, obsevaba todo aterrorizada.

-Visenya

Laenor corrió hacia ella, cuando se agachó frente a ella, Visenya intento retroceder

-Esta bien cariño papá está aquí y nada va a herirte

Visenya miraba asustada a Laenor no reconociendolo, sus recuerdos pasados con los nuevos estaban distorsionados, mezclados entre ellos confundiendo a la niña

-Ven cariño papá no dejara que nadie te lastime

Laenor estiró su mano esperando que su niña la tomara, a pensar de la desconfianza la niña tomo su mano, su padre tiro de su mano y la envolvió en sus brazos, tratando de calmar su llanto con suaves caricias y delicadas palabras.

Jacerys corrió a su madre en cuanto la vio, a pesar del latente miedo que lo invadia, el alivio llegó a el al verla allí, sin dudarlo Rhaenyra lo abrazo sabiendo que su valiente niño la recordaba de su antigua vida.

-Te falle madre- sollozo- No pude salvar a Viserys

-No no- Rhaenyra se agachó frente a el- Fuiste y eres mi más grande orgullo Jace... mi valiente niño quien volvió a mi

La habitación había quedado vacía a excepción de Visenya y Jacerys con sus padres quienes los sostenían y calmaban su llanto, Rhaenyra no tardó mucho en clamar a Jace, su valiente niño se aferró a su cintura disfrutando del abrazo de su madre, Laenor no tuvo la misma suerte, Visenya sollozaba e intentaba alejarse de su padre.

Aún con Jace aferrado a su cintura camino hacia Visenya, poso su mano en su cabeza provocando que está la sacudiera, lo único que hizo Rhaenyra fue caminar de lugar para poder mirar a los ojos a su niña, acaricio sus cabellos mientras tarareaba una suave canción, la misma con la que la hacía dormir cuando era una bebé.

-Mamá y papá está aquí y nadie volvera a herirlos mis dulces y valientes niños

Conseguir que Jace fuera a sus aposentos con Laenor fue una guerra, su valiente niño se negaba a soltarla suplicándole quedarse a su lado pero lamentablemente necesitaba urgentemente una charla con Visenya.

-Vamos a darte un baño

Los aposentos de Visenya ya estaban preparados para que ella durmiera allí, la bañera ya tenía el agua tibia por lo que Rhaenyra fue quien se encargó de desvestir y meter a la bañera a su hija, ambas estaban en silencio, Rhaenyra lavaba con suavidad el cabello de la niña mientras miraba de reojo sus reacciones, su rostro estaba inexpresivo pero sus ojos delataban el terror que sentía.

-¿Sabes que está sucediendo Visenya?- pregunto con calma

-Estaba muerta y ahora estoy aquí ¿Por qué?

-Una sacerdotisa me dio la posibilidad de traer a la vida a quien yo quisiera junto a mis hijos y te elegí

-¿Por qué?

Rhaenyra no respondió, lo único que hizo fue ayudarla a salir de la bañera, vestirla y secar su cabello, cuando estuvo lista la metió en la cama y arropo, sin dudarlo se sentó a su lado mirando fijamente a sus ojos.

-Sere sincera... no habrá secretos entre nosotras... cuando te elegí fue porque fuiste la guerrera más valiente que existió... te elegí por ambición y egoísmo pero en el momento en el que te sostuve en mis brazos solo tuve unos pensamientos ¿Sabes cuál es?

-No

-Amarte y hacerte feliz... El que seas mí hija es el mayor honor de mí vida y no habrá día en el que no me alegra de haberte elegido... eres una niña tan dulce y valiente... mí niña dulce y valiente... te amo tanto que daría absolutamente todo por ti