Capítulo 22

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Aegon se sentía culpable tras las palabras de su madre, si no hubiers estado bebiendo a escondidas habría notado que Visenya y Aemond no estaban o tal vez hubiera ido con el y los hubiera protegido, en esos momentos ambos estaban dormidos en sus respectivas camas, Rhaenyra se había quedado dormida en un sillón mientras sus sobrinos se habian metido a escondidas una vez que su madre se durmió y colocaron mantas dónde que quedaron dormidos.

Aemond no despertaría esa noche y Aegon lo sabía, había tomado demasiada leche de amapola como para que despertase, en cambio Visenya si lo hizo y Aegon lo supo al verla acurrucarse mirando a la pared, con cuidado y en silencio gateo hasta llegar a ella, al verlo frente suyo la niña limpio sus lágrimas con sus puños y miro de forma asecina a su tío.

-Vete- susurro con enojo

Aegon la ignoro, tomo bruscamente la mano de la niña y beso el dorso de su mano, Visenya intento quitársela pero Aegon la sostuvo con firmeza.

-Escucha maldita niña me quedaré aquí sosteniendo tu mano mientras duermes, dormirás y te sentirás a salvó a menos que quieras que me meta contigo a esa cama y te abraze

-Te mataré cuando tenga oportunidad- susurro Visenya

Aegon sonrió en especial cuando Visenya se quedó dormida, estuvo allí toda la noche sosteniendo su mano y  limpiando sus lágrimas cuando lloraba dormida.

Viserys esa mañana apenas despertó fue a los aposentos se su nieta e hijo dónde se encontraro la escena de Aegon sosteniendo la mano de su sobrina, este estaba sentado en el suelo con la cabeza en la cama, verlo de esa forma despertó algo en Viserys, estaba más que conciente de los rumores que rodeaban al muchacho, Rhaenyra se estaba encargado de su educación pero está vez debía darle el una sería conversación.

Lord Corlys le había cedido su estudio a Viserys el cual se encontraba en silencio observando todo a su alrededor esperando la llegada de Aegon, había querido hablar con Jace también pero su nieto era pequeño y dudaba que alguna vez tuviera alguna queja de el.

-Majestad me llamo

-Sientate Aegon

Viserys lo obsevo atentamente, su vestimenta era exacta a la de los Hightower, cada tanto se vestían de negro o rojo pero solo cuando Rhaenyra lo ordenaba, muchas cosas debían cambiar en su hogar y gracias a los consejos de su hija comenzaba a ser consiente de sus errores.

-Hay algo de lo que tenemos que hablar

-¿Es por lo sucedió con Visenya?

-Algo así, se que encegezco ante ciertas situaciones Aegon, soy conciente de como haz mirando a muchas mujeres

-Padre

-Dejame terminar... El dolor que mi nieta hoy sufre no se lo deseo a nadie y espero que con esta terrible experiencia seas conciente de como puedes dañar a alguien ¿Comprendes?

-Si padre

-Me alegra Aegon porque no volveré a repetir esto, si quieres acostarte con alguien y esa persona no quiere te levantas y te vas ¿Entiendido?

-Si padre

-Perfecto mientras tú hermano y sobrina se recuperan te daré una tarea y es vigilar a tus sobrinos, Jace, Luke, Dany, Joff y Aly sabes que se meten en muchos problemas y en estos momentos no hay mas que peligros a su alrededor

-Lo hare padre

*

Jacerys era considerado el hijo más tranquilo que Rhaenyra y Laenor tenía, amable, honorable y gentil que solo se metía en problemas cuando sus hermanos los involucraban, esa mañana apenas despertó busco a su familia paterna la cual se encontraba desayunando, Daemin estaba sentado cómodamente en la punta de la mesa frente a Lord Corlys.

-¿Puedes mover tu silla de esta forma?

Daemon miro confundido al hijo de su sobrina pero lo hizo, le daba mucha curiosidad ese niño, apoyo sus codos sobre sus rodillas y lo miro fijamente con una sonrisa juegetona la cual se borró en el instante en que Jacerys le dio un puñetazo en su nariz.

Daemon tuvo que admitir que el niño tenía un puño fuerte y era más que valiente, lo confirmo al recibir un segundo puñetazo.

-¿Y eso por que fue?- pregunto levantándose furioso

-Sabes porque

Jacerys no volvió a hablar simplemente se dio la vuelta y salió del comedor como si nada hubiera sucedido, Lord Corlys estaba asombrado mientras que Rhaenys tenía una sonrisa la cual trataba de esconder detrás de su mano.

-Ire a hablar con el- afirmó Rhaenys

A Rhaenys le costó encontrarlo ya que no se encontraba en ninguno de los lugares los cuales siempre iba para su sorpresa estaba en el patio de entrenamiento golpeando violentamente la espada de madera contra el muñeco de paja.

-Los golpes no resolverán tus problemas- afirmó Rhaenys llamando su atención- Deja algo que haría tu hermana

Cuando la princesa llego a el pudo notar que estaba llorando, conmocionada se agachó frente a el y lo envolvió en sus brazos dejando que su dulce nieto llorara.

-Debi protegerla, es mí hermana ¿Cómo seré un buen rey si no puedo proteger a mi hermana?

-Seras un gracioso rey Jacerys y lo que sucedió estaba fuera de tu alcance

-Yo debí perder el ojo, yo debía mantener a mí hermana a salvo, he arruinado todo

-No digas eso Jace, tal vez no fuiste tu quien la salvo pero puedes ser quien la cure, nadie más que tu conoce perfectamente a Visenya y sabes que preferiría morir antes de decirle a alguien como se siente

-Lo se cuando despierte hablaré con ella lo prometo

-¿Por qué golpeaste a Daemon? Y no es que no se mereciera un golpe

-Es algo entre el y yo- respondió- Lamento haber faltado el respeto en tu mesa

-¿Puedo contarte algo?- pregunto en un susurro

-Si

-Tu sabes que no soy la abuela más cariñosa pero quiero que sepas que estoy tan orgullosa de tener un nieto como tu, soy afortunada de tenerte a ti y tus hermanos

-Nosotros somos los afortunados de tenerte abuela... Hubieras sido una reina maravillosa y lo único que puedo prometer es que nadie volverá a robarle el derecho de nacimiento a nadie en esta familia

-Me enorgulleces Jacerys eres y serás un hombre maravilloso

-Lo seré por la familia que tengo

La Oportunidad De Rhaenyra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora