○CONDEMNARE○

Amigos

-¡Yang Jeongin! ¡Hwang Hyunjin! ¡Han Jisung!-

Los tres chicos mencionados se exaltaron y salieron corriendo al ver a la señorita Jihyo.

Ella rodó los ojos y se acercó a los chicos que yacían en el suelo, con moretones, rasguños y golpes. Ayudó a cada uno a levantarse.

-Ay Dios mio chicos...lo siento en serio, créanme que estoy igual de fastidiada de ellos como lo están ustedes-

-No te preocupes noona, gracias por estar aquí-habló Jungwon, sonriéndole.

Jihyo regresó la sonrisa y se llevó a Jungwon, Jake y Sunoo a la enfermería para poder curar sus heridas.

Les contaré como llegaron a Seoul Adoption House.

Después de perder a sus padres, los tres niños fueron llevados a este centro de adopción. Como eran buenos amigos, este trágico suceso reforzó su lazo de amistad, y ahora se consideraban hermanos, por lo que no se separaron nunca.

Cuando llegaron la señorita Jihyo se encargo de cuidarlos de las mejor manera posible, ella era como una madre.

Llevaban esperando que alguien los adoptará exactamente hace ocho años. No sabían porque no los adoptaban, siempre eran dejados de lado. Jihyo los consolaba diciéndoles que no era que ellos tuvieran un problema, sino que simplemente la gente no los sabía apreciar de la manera correcta.

Lo peor de todo es que durante esos ocho años, Hwang Hyunjin, Han Jisung y Yang Jeongin, habían sido su peor desgracia, ya que ellos se habían encargado de hacerles la vida imposible.

Se burlaban de ellos, los golpeaban, los humillaban, a veces les quitaban su comida, escondían sus pertenencias o se las robaban y más tonterías así. ¿No se suponía que ya estaban grandes como para comportarse de esa manera?

A pesar de todo, habían logrado salir adelante. Especialmente gracias a sus amigos, Christopher Bang y Kim Seungmin, los cuales eran pareja. Ambos chicos siempre trataban de defenderlos, los cuidaban y protegían.

Actualmente los tres chicos tenían 17 años, el tiempo había pasado muy rápido.

Cuando Jihyo terminó de curar las heridas de los chicos, les dijo que se fueran a sus habitaciones, ya hablaría con esos tres rufianes. Los tres acataron la orden y se fueron a su habitación, la cual compartían con Seungmin y con Chan, como solían decirle a Christopher.

-Los estuvimos buscando durante la cena, estábamos preocupados-exclamó Seungmin.

-¿Otra vez esos tres idiotas?-preguntó Bangchan con molestia en su voz al ver vendas y curitas por los rostros de los chicos.

-Si...desafortunadamemte, Jihyo nos estaba curando las heridas-aclaró Sunoo mientras sonreía a sus dos amigos.

-Los mataré enserio, no les entra en la cabeza que los dejen en paz, han molestado ocho años seguidos...no sé porqué no pueden detenerse-Bangchan se sentía frustrado, sentía que les fallaba a sus tres amigos por no poder ayudarlos y protegerlos de la manera correcta.

-Estaremos siempre para ustedes, no dejaremos que nadie les haga daño y lo saben...ahora vengan a comer, les guardamos leche y unas cuantas galletas-

-Muchas gracias Minnie, gracias Channie-Jake sonrió y bailó de felicidad cuando probó las galletas en combinación con la leche.

¿Qué harían sin esos dos?

Cada año se hacía en Seol Adoption House una pequeña excursión hacia un bosque pequeño. Se dividían en secciones a los niños para salir por días asignados y así tener un orden. Por ejemplo, Sunoo, Jake, Jungwon, Chan y Seungmin pertenecen a la sección H, por lo que serían los del último día para ir.

En el bosque ya tenían cabañas listas para hospedarse. Solo una vez al año, salían de el centro de adopción y por fin había llegado ese día.

En realidad a Jake, Jungwon y Sunoo no les encantaba la excursión, ya que llegaban a ser perezosos para realizar las actividades planeadas. Pero a veces necesitaban respirar aire del exterior.

Ahora mismo se encontraban en el autobús, los tres en la parte del fondo junto a Chan y Seungmin.
El trayecto fue bastante pesado, solo se limitaron a dormir, principalmente para que el tiempo se les pasara más rápido.

Al cabo de tres horas de trayecto, por fin habían llegado a su destino.

Ellos se quedaron en una cabaña todos juntos, así que fueron a instalarse rápidamente, ya que empezarían con las actividades pronto. Apenas era la 1:00 pm.

Primero fueron a alimentar a las ardillas, después dieron un paseo en canoa, hicieron una parrillada, escalaron montañas (con supervisión de personas especializadas), se aventaron de una gran tiroleza y para finalizar el día, prendieron una fogata; donde claramente no faltaron los bombones.

Todos regresaron a sus cabañas para ir a dormir, podía ser peligroso seguir despierto tan tarde en el bosque. Sus mayores se encargaban de mandar a todos los chicos a dormir, justamente para prevenir accidentes.

Los cinco amigos ya estaban en sus respectivas camas, sin embargo, Seungmin se inquietó, ya que tenía un regalo que había preparado con anticipación para sus mejores amigos, Yang, Kim y Shim. Había hecho unas pulseras con sus nombres. Pero no las encontraba.

Trato de recordar donde podrían habersele caído. Antes de dar el paseo en la canoa todavía las tenía, por lo que pensó que tal vez se le habrían caído cerca de ese lugar.

-Chicos, tire algo cerca del muelle, voy a ir a buscarlo. No tardo mucho-

Seungmin se levantó de la cama que conpartía con su novio y se puso una sudadera, ya hacía frío a esas horas.

-Minnie...no creo que sea buena idea que salgas a esta hora-hablo Jungwon.

-Estaré bien Wonnie-Seungmin le regaló una sonrisa para tratar de tranquilizarlo.

-Te voy a acompañar Minnie, no dejaré que salgas solo a esta hora-hablo Bangchan, poniéndose  una sudadera.

-Esta bien Channie-

-¿No quieren que los acompañemos también? Por si acaso...-preguntó Jake.

-No Jakey, no tardaremos mucho. Tranquilos, no deben preocuparse. Tanto Chan como yo sabemos defendernos-

Después, tanto Seungmin como Bangchan salieron de la cabaña.

Lo que ninguno sabía...es que tal vez Bang y Kim no regresarían.