Los años pasaron y Tae Hyung siempre preguntaba por ella a los ángeles que conocía y a sus hermanos o amigos, las noticias siempre eran las mismas, Azahara estaba bien y al parecer era parte de una legión de nefilim que cuidaban a los humanos de ser víctimas de ataques de demonios o de abusos por parte de estos.
Cada cierto tiempo Zagan buscaba a Tae Hyung para pedirle que trajera algún alma de hombres violentos, tenía el permiso del rey de los demonios, sus hermanos le preguntaban constantemente por qué lo hacía si no tenía permitido verla, la respuesta era simple, quería ser testigo del cambio que vivía el mundo mortal a través de los años, y a veces sentir el aroma de los nefilim que pasaban cerca de él, imaginar por un momento que ella podía estar cerca de él compartiendo un mismo espacio, se conformaba con eso.
En una ocasión al atrapar a un asesino de mujeres sintió un placer inexplicable de torturarlo y matarlo lentamente, y en esa misión se encontró con una bella Rosé que observaba lo que hacía con su sonrisa amable y habitual.
− ¿Vas a decirme que no debería asesinar a hombres mortales, niña ángel? −preguntó Tae Hyung entre dientes, la odiaba−. ¿O solo vienes a observar cómo es mi vida miserable sin una de tus nefilim?
−Entiendo tu enojo Tae Hyung, sé bien que me odias y probablemente quisieras que ese hombre sea yo −respondió Rosé−. Pero no lo hice para hacerte daño a ti o a Azahara, quiero que mis nefilim sean felices, y tú no eres alguien que me de mucha confianza para eso.
−Nací siendo un demonio y he vivido muchos años viendo cómo los mismos mortales se despedazaban unos a otros a lo largo del tiempo −repuso Tae Hyung−. Y solo ella me hizo entender por qué deberían seguir viviendo, si no es suficiente para ti que ella haya sido capaz de cambiar la naturaleza de un demonio, entonces no sé qué podría ser.
−Solo resiste un poco más Tae Hyung, los favores que le haces a Zagan son puntos −dijo Rosé calmada−. Siempre pregúntate si la harías feliz, si eres quien la merece, si dejara de sufrir cada cosa que le pasó en la vida.
Rosé desapareció después de decir eso y Tae Hyung solo quedaba más herido que antes, pensando en el triste hecho de que quizás ella podía tener razón, que Azahara estaba mejor sin él y la vida que podía darle.
Una década después se sentía ansioso al saber que su hermano Nam Joon iba a hacer una visita al reino de Rosé donde de seguro vería a Azahara, pero al regresar su hermano su sonrisa se borró por lo que este le contó.
−Me dijeron que conoció a un mortal, un chico japonés que la trata muy bien −contó Tae Hyung−. Al parecer planean casarse, pero ella no renunciara a su inmortalidad por él, decidieron vivir todo lo que él pueda vivir con ella.
−Pero los humanos viven muy poco Taetae, aún tienes que cumplir ochenta años y ese chico ya tiene como treinta años mortales −dijo Ji Min rápidamente al ver que Tae Hyung bajaba la mirada para evitar que vieran su tristeza−. Ese hombre vivirá máximo otros sesenta años y ella volverá a quedar sola.
Tae Hyung sonrió forzadamente, pero esta noticia era sin duda un dolor enorme en su corazón, preguntó dónde y cuándo sería la boda de su chica amada, Nam Joon le dijo todo y decidió ir a verla casarse con aquel mortal. Aquel día ella se veía más que hermosa en un vestido blanco y el cabello arreglado para la ocasión, y la observó de lejos porque los demonios no podían entrar a las iglesias o pisar tierra santa, se conformó con verla a la distancia, suficiente para ver la expresión de la chica, sonreía sin duda, pero algo le quitaba la belleza completa que tenía siempre, era una tristeza oculta detrás de una sonrisa algo forzada, como si aquella enfermedad que sufrían los humanos la hubiera invadido, la depresión. Miró por un largo tiempo, cómo daba el "acepto" y besaba a otro hombre que no era él.
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El Chico de mis Sueños
RomanceUna chica que no puede dormir, un misterio increible que puede terminar con su vida, un hombre extraño, pero atractivo que tiene un secreto oscuro ¿Podría salir bien o terminar matando a la pobre victima?