Siete años después, Azahara y Jung Kook ya habían terminado sus carreras universitarias y disfrutaban como debía ser su noviazgo de tanto tiempo, vivían juntos en París, Francia. Azahara era muy feliz al lado de Jung Kook con veinticuatro años eran jóvenes pero les iba bien en sus respectivas áreas, él era un artista reconocido en el país y Azahara era profesora de idiomas en la misma universidad que había estudiado, nada podía arruinar esa felicidad, al menos eso creían los dos, ya que una ola de asesinatos de jovencitas empezaba a aparecer en diferentes ciudades solo de Francia, todas entre los quince y veinticinco años, pero eso no era lo más extraño, sino las muertes, todas aparecían como si hubiesen tenido ataques al corazón y en dos horas se descomponían.
−Tomaré un curso en lenguaje de señas, creo que eso mejoraría mi currículo −comentó Azahara mientras comía un poco de su almuerzo−, y por cierto llamó un director del museo du Luvre que quiere que lo llames en estos horarios de ser posible −le entregó el papel a su novio.
−En cuanto a lo primero, me parece perfecto, es un lenguaje inclusivo que sería interesante que puedas enseñar a muchos estudiantes −respondió Jung Kook observando cómo ella comía−, y a lo segundo, muchas gracias princesa, llamaré al director ahora mismo,
Se puso de pie y se fue directo a la cocina para buscar su teléfono, Azahara terminó de comer y se alistó, pues tenía que ir a su trabajo en unos minutos, se puso el saco de su traje y tomo las llaves de su auto nuevo, fue antes a la cocina a despedirse con un beso en la mejilla de Jung Kook y salió del departamento casi cantando y saltando.
Como siempre al llegar a su salón de clases, sus alumnos la saludaron muy felices y comenzó la case, en esta ocasión debía enseñar español. Cuando terminó debía ir a la sala de profesores para descansar y tomar un café antes de la próxima clase que era en una hora, pero antes de poder servirse ese cappuccino que tanto le gustaba el director de la carrera se acercó a ella y le pidió hablar un momento.
−Señorita Dubois, no quiero abusar de mis docentes jóvenes, pero de verdad necesito un favor −habló el director y ella solo asintió con la cabeza−. Verá, tenemos un nuevo docente de inglés en la carrera y no conoce nuestras instalaciones, entonces ¿es posible que usted sea la guía? Solo será hoy, después él deberá ubicarse solo.
−Oh claro, no hay problema ¿dónde está él? −aceptó Azahara amablemente.
El director se fue por un momento y regresó con un joven bien vestido, de cabello negro y ondulado, de rasgos un poco asiáticos muy atractivo, a ella se le paralizó el corazón en cuanto lo reconoció, era Tae Hyung.
−Señorita Dubois le presento al nuevo docente Tae Hyung Kim −presentó el director−, los dejare solos para que se conozcan y luego vayan a conocer la institución.
Se despidió de ambos y se fue tan rápido como pudo, ella sudaba y no podía ni siquiera mirarlo, pero sin duda Tae Hyung la miraba fijamente y con esa sonrisa encantadora que solo él tenía.
−Hola Azahara, qué sorpresa que nos volvamos a encontrar −saludó Tae Hyung−, lástima que no sea como yo quisiera y con la vista correcta.
−Ya basta Tae Hyung, esto no me parece una casualidad y no me sorprendería que tú seas el responsable de las muertes de esas chicas −respondió Azahara molesta.
−Que poca confianza me tienes niña hermosa, pero lamento decepcionarte no soy yo −se defendió él−, pero si las mató un incubo, aunque no sé quién todavía, ni me importa.
−Mejor comencemos con el recorrido por toda la universidad y veras tu salón de clases −Azahara cambió de tema−, comencemos por los lugares más importante de los estudiantes, yo estuve aquí cinco hermosos años.
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El Chico de mis Sueños
RomansaUna chica que no puede dormir, un misterio increible que puede terminar con su vida, un hombre extraño, pero atractivo que tiene un secreto oscuro ¿Podría salir bien o terminar matando a la pobre victima?