No era lo que habíamos imaginado. Sostuve el objeto entre las manos: una simple y pequeña flor azul. Tras días de viaje y otros tantos dentro de la mazmorra lo último que esperábamos encontrar en el cofre era una miserable flor.
—¡¿Nada más?! —La voz de Gea sonaba peligrosamente grave y de sus manos saltaban varias chispas azules, que chisporroteaban amenazadoras hasta caer al suelo.
El don de Gea siempre me había fascinado. Mi percepción aumentada era ridícula en comparación, pero podía ser de utilidad. Escruté los pétalos en silencio. En realidad era algo curioso, aquella pequeña planta debía de llevar décadas encerrada ahí y sin embargo, parecía que había sido cortada aquella misma mañana. La olí, no tenía nada de raro y sin embargo notaba algo especial en ella que no era capaz de verbalizar.
—A mi me parece bonita —Intenté quitarle hierro al asunto.
Las mazmorras rara vez tenían tesoros inútiles y tras todo el tiempo invertido aquello era decepcionante. Gea comenzó a dar vueltas alrededor de Jordan, como una bestia enjaulada. Él no parecía notarlo, su calma era la propia de un saqueador veterano.
Quise tirar el objeto al suelo, pero no pude. No se si fue la delicada hermosura de la flor o simplemente intentaba aferrarme al único premio que habíamos obtenido.
—Deberíamos comprobar que no sea un señuelo —afirmó Jordan.
Suspiré. Lo decía para apaciguar a Gea, lo cual no funcionó. La sala estaba completamente vacía y no había posibilidad de confusión. Aquel era el único cofre. Aun así la muchacha intentó buscar en cada rincón como si le fuera la vida en ello. Sinceramente, a mí lo único que me importaba era poder volver a casa. Hacía tanto que no veía a María y a los niños... Seguro que Eliot ya había dicho sus primeras palabras y me lo había perdido.
—¿Y si me la como? —pregunte sin mucho convencimiento.
Jordan se encogió de hombros y Gea soltó un bufido, a ninguno le importaba lo que le pasara a aquella cosa. Lo había dicho de broma, pero cuanto más lo pensaba más sentido tenía. ¿Por qué no? llegados a ese punto para qué más podía servir, tal vez supiera bien. Me la llevé a la boca.
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Sueños Febriles
Misteri / ThrillerTe levantas entre sudores fríos y piensas: ¿Qué ha sido eso? ¿Ha sido real? Sueños febriles es una recopilación de historias cortas que no te dejara indiferente. Puedes leer cada una por separado y en el orden que más te apetezca, al más puro estil...