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De pronto ya habían pasado dos semanas más, por lo que Yuji volvió a su casa, debido a que su hermano mayor lo extrañaba.

Antes de irse le pidió a los adultos que cuidaran bien de su amigo y lo disculparan si era grosero. Ellos le dijeron que no se preocupara y que los visitara a veces, así que Yuji les prometió con el dedo meñique que los iba a visitar seguido.

Y por supuesto que Megumi extrañaba la rutina de vivir con el, tal vez sería lo más cercano a una vida a su lado. Porque tal vez el futuro que soñaba compartir con el pelirosa no sería posible y ese era uno de sus mayores miedos, aunque prefería mil veces vivir como un simple amigo a arruinar su amistad por sus estupidos sentimientos.

Ahora estaba solo con sus ¿Cuidadores? ¿Niñeros? No sabía la palabra, simplemente sabía algo.

Megumi y Suguru tenían una relación "buena" Megumi aún no se sentía totalmente cómodo con el adulto y este entendía y le daba su espacio.
Aunque a Megumi le agradaba mucho Suguru, pero se estaba asustando de que tal vez se estaba encariñando con el mayor.

En cambio su relación con su otro niñero, pues era complicada.

En primera ambos tenían personalidades algo parecidas aunque Megumi era más introvertido, así que no se soportaban mucho, además de que Satoru aveces lo molestaba removiendo su cabello o simplemente dandole toquecitos en la cabeza, eso le incomodaba, pero a la vez le gustaba, era como sentirse "querido" por un padre aunque nunca iba a admitir eso en voz alta.
Y también sin querer se estaba encariñando de el.

Pero Megumi tenía miedo, miedo de que otra vez alguien se instalará en su corazón (como figura paterna) y se fuera sin más, porque Toji era un pendejo, baboso, inútil, puto, naco estúpido, pero era su padre y lamentablemente para el lo quería. Realmente lo quería y por un momento pensó que nunca volvería a abandonarlo, pero Toji Fushiguro tenía otros planes.

Y ya no quería ese dolor otra vez, ese pinchazo en la garganta, ese pensamiento.

«Me abandona porque no soy suficiente? ¿No soy un buen hijo? ¿Soy tan asquerosamente insoportable que mi propio padre me deja? ¿Acaso hice algo malo? Tal vez el problema sea yo»

Tenía miedo y no sabía que hacer al respecto.

—¿En que piensas chamaco? - la voz del peliblanco lo regreso a la "realidad" estaban esperando a Suguru en el estacionamiento del banco.

—Nada importante, ¿Para qué tuve que acompañarlos? - cruzó los brazos

—Suguru no quería dejarte solo, demandalo a el - respondió Satoru mientras ponía su playlist favorita.

Megumi puso sus ojos en blanco y prefirió ver su celular, hasta que un post de su padre llamo su atención.

Megumi puso sus ojos en blanco y prefirió ver su celular, hasta que un post de su padre llamo su atención

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—¡Maldita sea! - arrojó su celular al carro y Satoru volteó la vista exaltado por el grito.

—¡Oye! No grites así, me vas a causar un infarto - tocó su pecho fingiendo dolor, pero vio que el menor ni siquiera le hacía caso.

AU JJK | Papis por chambaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora