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(Advertencia; este capítulo contiene smut explícito, pondré una ★ cuando empiece y cuando termine. )

—Satoru, ¿Quieres meterlo? - cuestionó moviendo sus caderas en la erección del albino.

—¿Qué?... Pero.... ¿No te importa que Megumi esté aquí? - obviamente quería hacerlo, pero era extraño que Suguru mencionara eso, en especial cuando su hijo estaba durmiendo.

—Dudo mucho que escuche, este lugar está construido para que no se escuche el ruido. ¿No?... Aunque si no quieres, no pasa nada - se quito de encima de su pareja y estaba a punto de acostarse nuevamente.

Pero su muñeca fue tomada por la mano del ojiazul y lo jaló hacía el.

—Claro que quiero, solamente es extraño que lo sugieras... Pero entonces hagámoslo.

Ambos quitaron la ropa del otro con desesperación, mientras se besaban con el mismo sentimiento, los chasquidos de sus lenguas envolvían el silencio de la habitación.

Cuando al fin se deshicieron de las prendas, empezaron a admirar el cuerpo del otro.

Ambos estaban fascinados, obviamente no era la primera vez que compartían un encuentro sexual, pero cada uno era especial, pues era como si hubieran nacido para estar con el otro.

Admiraron el cuerpo contrario, estaban desesperados por juntarse, pero aún así, para ellos era necesario verse.

Satoru posó su mano en la mejilla de su novio y empezó a repartir besitos en toda su cara, Suguru empezó a jadear en cuanto sintió como el albino mordía levemente su labio inferior.

El pelinegro abrazó al otro fuertemente, besó y mordisqueo su hombro derecho suavemente.

Sus miradas se volvieron a encontrar y se dieron otro beso desesperado.

—Voy por las cosas, espera un poco... - Satoru se paró y se dirigió al cajón, tomó la pequeña llavecita abriéndolo.

Ese cajón era para hacer "cochinadas", tomó uno de los muchos lubricantes y lo mismo con el condón.

Suguru se encontraba acostado boca arriba, abrazando una de las almohadas.

—Volví. - le quitó la almohada a su hombre y le dió un besito en la mejilla.

—Satoru... ¿Es necesario el condón? - preguntó el ojimorado viendo como el peliblanco abría la envoltura del anticonceptivo.

—Pues... Es para evitar ETS...

—¿Tienes sida o algo así?

—¡Claro qué no! Lo sabes perfectamente, además únicamente me eh acostado contigo.

—Pues es obvio... Yo también estoy limpio, así que simplemente mételo, hoy quiero que termines en mí. - atrajo al más alto hacía el y lo besó apasionadamente.

Satoru estaba jodidamente excitado por la actitud de Suguru, sin duda adoraba como aveces podía ser tan tímido o tan pícaro en la cama y lo mejor, solo el podía verlo así.

—Bueno, si insistes.

Suguru se posicionó boca abajo mordiendo levemente la almohada que anteriormente estaba abrazando.

El albino tomó el lubricante, puso un chorro del líquido en sus manos y un poquito más en la entrada de Suguru.

—S-satoru... ¡Agh! ¡Está frío! - se quejó

—Perdón amor, pero no te preocupes, pronto lo calentaremos. - sonrió del lado y sin aviso metió dos dedos al recto del contrario.

Suguru gimió fuerte por la repentina intromisión en esa parte tan sensible, pero trató de callar sus gemidos en la almohada.

AU JJK | Papis por chambaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora