Rivales - Chiara y Violeta

Capitulo 29

Ya habían pasado dos semanas desde que Chiara había sido huésped en la casa de Violeta aun sonreía  al recordar a la pequeña Tana.

Pero el miedo la había vencido y siempre se
aseguraba de ver a la animadora desde lejos, sin acercarse del todo, como lo hacía en estos momentos.

Estaban sentadas en las gradas del campo mientras veían a Bea entrenar (En realidad, Chiara veia a Violeta y Lina pretendía no estar mirando a Denna)

-Vosotras dos, sois patéticas-se lamentó Ruslana, tomando un sorbo de su refresco, Chiara frunció el ceño y Lina rodó los ojos.

-Te buscaremos un novio, Ruslana-comentó con gracia y Chiara sonrió, apoyándola.

-Es urgente, ya me siento la solterona del grupo y vosotras aún no estáis de novias-dijo la pelirroja dándose aire con un cuaderno, estaban haciendo los deberes de química, pero eran un aburrimiento.

-Yo digo que Chiara debería de ponerse de novia con la mini Violeta-dijo Lina logrando que la chica sonriera les había hablado sobre Tana y sus amigas habían quedado encantadas.

-Sería mucho más fácil-se lamentó la ojiverde observando a su chica dar vueltas en el aire, la lanzaron y aterrizó en un solo pie. En verdad era muy buena en eso.

Chiara logró verlas mientras descansaban, se extrañó al visualizar como Bea se acercaba a Violeta y las dos comenzaban a hablar.

No parecían amigables, pero tampoco molestas entre si ¿De que estarían hablando?

Pronto, Violeta dijo algo que hizo fruncir el ceño a Bea, la castaña sólo sonrió antes de darse la vuelta y hacer su salida victoriosa, dejando a una sonrojada y enfadada Violeta a un lado. (¡Bea power!)

Chiara río por debajo, ya que Violeta se veia adorable cuando se enfadaba y más al hacer esa pose de diva, era la misma que había utilizado Tana el otro día.

Ahora, la ojiverde no podía ver un plato de nuggest o pudín sin sonreír al recordar a la niña, también estaba encantada con la hermana de Violeta.

Seguramente era un don que tenían las hermanas Hódar sobre ella.

-Lina, tu chica no te quita los ojos de encima-susurró diabólicamente Ruslana y Lina se dio la vuelta para ver a Denna.

Era cierto. La rubia mientras tomaba un trago de agua, luciendo el uniforme, mantenía sus ojos fijos en Lina.

La miraba de una forma diferente, parecía adoración, logrando que la castaña se sonrojara y bajara el rostro, para leer el libro entre sus manos.

-No creo-dijo ella, ignorando a sus dos amigas que sonreían cómplices.

-Me ha parecido ver a Denna un poco bobita contigo ¿Os habeis visto últimamente?-preguntó Chiara, dándole un guiño, y provocando que su mejor amiga escondiera
el rostro detrás del libro que leía.

-Bueno, ayer ella... bueno, ella y yo hablamos por teléfono-confesó con una sonrisa tímida, para luego suspirar-. Estuvimos hasta la madrugada.

-Eso es bueno, Li-la felicito Ruslana mientras la chica suspiraba, triste.

-Pero en la escuela actúa tan... tan diferente-dijo finalmente y Ruslana torció la boca en una sonrisa.

-¿Diferente? Últimamente sólo nos fastidia a nosotras dos y a ti te mira como una tonta-comentó la pelirroja, acentuando más el rubor de su amiga-. Y como te está comiendo ahora con los ojos ¿No lo ves?

-No estoy segura de nada-suspiró, cansada, aunque ahora sonreía un poco.

-Qué suerte-dijo Chiara tristemente, recostándose sobre las rodillas, y sus amigas la miraron como si estuviera loca.