Rivales - Chiara y Violeta

Capitulo 34

Después de aquella clase Violeta había salido corriendo, prácticamente. Chiara no la pudo ver debido que estaba en el entrenamiento de animadoras. Se lamentó puesto que en verdad quería verla, pero no pudo borrar la enorme sonrisa de los labios y sus amigas la veían, felices. Sabían que algo había ocurrido.

Al llegar a casa sus padres le habían preguntado la razón de su felicidad y ella no contestó, solo les dio un guiño cómplice y fue hasta su habitación. Durmió escuchando música y casualmente todas las canciones de amor le recordaban a ella. Realmente Chiara se sentía en las nubes.

A la mañana siguiente se vistió con una camiseta negra de manga larga y unos pantalones vaqueros anchos, colocándose un gorrito para cubrirle el pelo despeinado. Salió feliz hacia la escuela y en el aparcamiento se encontró con sus amigas. Lina la saludó con el mismo entusiasmo, casi desbordando corazones por los ojos.

-Buenos días, Lina ¿Cómo estás?-preguntó alegremente mientras caminaba con sus amigas.

Bea y Ruslana las observaron, entretenidas.

-Todo bien, Oliver. La vida es hermosa ¿no crees?-preguntó atandose el pelo en una coleta.

Sus mejillas estaban rojas por el frio mientras sonreía, en el mismo estado bobalicon que Chiara.

-La vida siempre es bella-respondió y las dos se sonrieron.

-¿Qué os pasa hoy?-preguntó Ruslana con una alegre sonrisa, mientras entraban en la escuela.

-Parecéis más enamoradas de lo normal-comentó Bea, señalando las sonrisas tontas.

-No comprendo de que hablais-dijo Lina, haciéndose la desentendida.

-Yo tampoco-comentó Chiara, siguiéndole el juego.

Fueron hasta la taquilla de la pelirroja, acompañándola.

-¿Seguras?

-Bueno, en realidad...-comenzó Lina, sonrojandose, y se mostraba timida- Denna... bueno, ella me ha dicho algo importante.

Todas sus amigas la miraron, expectantes. Chiara le hizo señas para que continuara.

-Pasa que... durante este mes la he visitado varias noches en su casa, porque prácticamente es mi vecina del frente-dijo y sus amigas asintieron. Chiara aún recordaba cuando, en primer año, Lina había llegado aterrorizada de que la chica que las fastidiaba viviera frente a ella. Ahora, era divertida la situación- Ella últimamente siempre me pedía ayuda con los deberes, pero ayer no lo hizo. Me extrañó mucho y me quedé en la ventana, esperando a que llegara.

-Que acoso, Lina-dijo Chiara, riéndose, y su amiga le dio un golpe amistoso en el hombro-sigue, sigue.

-En fin. Ayer por la noche, ella llegó tarde y parecía haber estado bebiendo, sin pensarlo fui hasta su habitación y entré por la ventana-tomó un respiro, ya que parecía muy nerviosa con solo recordarlo- Y bueno, si lo estaba. Hablamos, la cuidé, le di un baño y no se en qué momento, terminamos besándonos.

-Awww, que tierna¿no quieres ser mi novia?-preguntó Bea, logrando avergonzar a la castaña.

-Cállate.

-Anda, continua-la apremió Ruslana, desesperada por saber los detalles.

-Ya... era un beso muy, vale... muy intenso y terminamos de alguna manera en la cama... ¡No es lo que pensáis!-se defendió al ver los ojos malignos de sus amigas.-No hicimos nada. Ella simplemente me besaba y de un momento a otro comenzó a llorar, me pidió perdón muchas veces y dijo que lamentaba haberme tratado mal en los últimos años-diho con una sonrisa tonta en sus labios, al recordar lo hermosa que se veía Denna aún toda llorosa y borracha.