Capitulo 12

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Los días parecían ir cada vez más rápidos, faltaba una semana para poder ir a la apertura del parque de diversiones y Chiara ya quería que llegara.

Últimamente con Violeta y Denna distraídas, gracias a los entrenamientos del equipo, no les daba el tiempo de fastidiarlas y era perfecto,  sus días eran más normales.

Ya iba una semana de tranquilidad.

Chiara incluso asistía a los entrenamientos y siempre lograba ver a Violeta, sin que esta tuviera que estar burlándose de ella. Algunas veces podía jurar que la pelirroja la observaba de reojo, pero estaba tan concentrada en vigilar que no estuviera constantemente cerca de Cris, que no pudo estar del todo segura.

De vez en cuando, en medio de los entrenamientos, ellos se daban unos castos besos en los labios. Claro que Chiara rechinaba los dientes cada vez que los veía, pero después el chico tenía que seguir con el partido, y estaban casi toda la tarde separados.

Después, cuando las animadoras se estaban vistiendo, tuvo que ir a esperar a Bea fuera de los vestuarios. Estaba tardando mucho.

De la nada la puerta se abrió, mostrando a una Violeta enfadada que levaba un top blanco y una falda de jean, su pelo estaba mojado y olía a vainilla.

Chiara tuvo que echarse hacia atrás, ya que la pelirroja había lanzado la toalla contra el suelo, y al parecer aún no la había visto.

-¡Maldita castaña!-dijo en un pequeño murmullo, pero no lo suficiente bajo cómo para que las chicas en el vestuario no la escucharan. Apretaba los dientes y se frotaba las manos.

En verdad, estaba increíblemente tierna ¿Cómo eso era posible? Pronto la mirada chocolate se posó en ella y abrió los ojos, seguidamente frunció el ceño ya que no se encontraba de ánimos para la  ojiverde.

-¿Qué mierdas miras?-le dijo bruscamente.

Chiara volvió a la realidad, al ver su rostro vio sus labios y recordó el besuqueo de Violeta con su novio. Apretó las manos y se acercó a la pelirroja.

Violeta, un poco desorientada, se alejó unos cuantos pasos.

-¿Qué te pasa?-acusó a Chiara, prácticamente fulminándola con la mirada.

-¿Te has peleado con Bea, verdad?-preguntó más cerca de lo que planeaba de la pelirroja.

Violeta volvió a retroceder y Chiara avanzó un paso más.

-¿Qué te importa si me he peleado con esa perra? Igual, es su culpa, por no parar de ladrar-dijo apoyándose en las taquillas que habían detrás  suyo. Chiara estaba muy cerca.

-Ella no es una perra, no te confundas contigo misma-espetó acercándose aún más y acorralando a la pelirroja contra las taquillas-más te vale que no le hayas hecho nada.

-Awww ¿Por qué? ¿Es tu novia?-preguntó con un tono adorable completamente falso pero atravesó a Chiara con los ojos, la última palabra la soltó con una amargura palpable.

Chiara perdió la compostura, por un momento parpadeó confundida, y alejó su rostro de la pelirroja.

-¿Novia? Para nada, es una de mis mejores amigas-aclaró y casi pudo ver cómo la mirada de Violeta se relajó levemente, sería su imaginación- Por eso no quiero que chicas como tú la molesten, me enferman.

-¿Enfermarte? Si yo soy una de las chicas más deseadas del colegio, te quedas patética-rodó los ojos y alzó la barbilla con superioridad.

-Pues ya veo, tu querido novio lo demuestra comiéndote la boca todos los días-dijo y observó la sonrisa burlona de Violeta que le estaba provocando una seria irritabilidad- ¿Qué te pasa? ¿Por qué sonríes?

-¿Te molesta, no?-preguntó, insinuante, y Chiara parpadeó.

-Qué tontería es esa.

-Por favor, si siempre nos estás mirando. Qué desagradable, ¿acaso estas enamorada de mí o algo? Esa sería la única explicación, de porque nunca me puedes quitar los ojos de encima-dijo con una mirada burlona y un tono venenoso.

Chiara sintió su corazón acelerarse, pero la indignación se apoderó de cada fibra de su cuerpo, y observó a la pelirroja con tanto odio que el rostro de Violeta se mostró ligeramente conmocionado. La intensa mirada de color verde lograba intimidarla un poco.

-¿Enamorada? ¿Yo? ¿De ti? ¡Ja!-soltó Chiara con una risotada falsa y se alejó de la chica unos centímetros, observando fijamente sus ojos nuevamente-nunca en mi vida podría fijarme en alguien tan jodida como tú. Primero seguro besaría a tu amiga, Naiara, antes que a ti. Sonrió mordazmente, aunque no era del todo cierto lo que decía. Tomó una posición confiada para agregar lo siguiente:

-Además, no me gustan las bajitas-dijo eso ultimo alejándose de ella cómo si tuviese una enfermedad contagiosa, observó el rostro enfadado de Violeta y sus ojos húmedos.

¿Eran lágrimas? Imposible.

-Qué suerte, ya me estaba preocupando de tener a una perdedora babeando por mí. Ya es suficiente con el resto de la escuela, fenómeno-dijo acomodándose la mochila en el hombro, aunque ahora su voz se escuchaba ahogada, y fue tanto así, que su rostro cambió momentáneamente. Chiara empezó a sentir un gran dolor en el pecho y sin pensar que hacer intentó acercarse, pero Violeta se alejó de ella, hablando con voz rota-Haz un favor con tu vida, vete a otro país y simplemente desaparece.- Se dio la vuelta y se fue por el pasillo. Chiara seguía inmóvil en su lugar con una punzada dolorosa en el pecho, pero esas palabras fueron muy hirientes cómo para hacerla quedarse en su sitio y no ir corriendo a besarla hasta quedarse sin aire en los pulmones. Oh. Eso era nuevo. En ese momento, que la había visto tan vulnerable y con los ojos húmedos, había sentido unas increíbles ganas de besarla. Qué mierda, cada vez empeoraba más. 

Rivales - Chiara y VioletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora