You come back, I'll be right here

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DETRÁS DE UN CARRO, SE ENCONTRABAN LOS 2 JÓVENES, planeando cómo iban a entregarle el chocolate al guardia, al final terminó llevándoselo Christine, con la excusa de un reconocimiento por su trabajo, el guardia le dio las gracias y Christine regresó con Willy, escondiéndose con el.

—Bien hecho— le felicito Willy.

—¿Y cuáles son los efectos del chocolate?— cuestionó observando discretamente al guardia.

—Se llama "La gran noche", un chocolate que imita una noche de fiesta— observaron al guardia ingerir el chocolate—, La capa exterior es una trufa de champaña, la siguiente es vino blanco, seguida de tinto— continuó y rápidamente los efectos se hicieron presentes y con cada ingrediente que Willy explicaba, se hacían presente los efectos. Y al final quedó dormido.

—Hum, vámonos— le restó importancia y sin más entraron.

Empezaron a caminar, en busca de la jirafa. Caminaron al lado de los flamencos, y se preguntó mentalmente el hecho de por qué no volaban, si en si eran libres.

—¿Por qué no vuelvan? Si son prácticamente libres— le interrogó a Willy, pensó que el tendría la repuesta.

—No lo sé, tal vez no se les a ocurrido— le replicó Wonka.

—¿Enserio?—

—No, lo digo enserio, es la cosa con los flamencos , necesitan que les enseñen que hacer— continuaron caminando hacia los demás animales.

Entraron y buscaron la puerta que dijera "Jirafa". Willy con su lámpara, iluminó las puertas buscando la indicada, hasta que llegó a una al azar. Pero por su pequeño problema de no saber leer, abrió una puerta donde se encontraba un tigre. El tigre por casi se le abalanzó a Willy de no ser por la joven que inmediatamente cerró la puerta, recargándose en ella por el susto.

—Es urgente que aprendas a leer— enunció con temor, si no hubiera reaccionado rápido, quizás ya serían la cena del animal.

—¿Por qué?— subestimó desconcertado.

—Por qué casi te devora un tigre— argumentó con obviedad.

—El casi no cuenta Christine, casi me han comido muchas cosas, y ninguna me a dado más de un mordisco— le sonrió alegre como si lo que contó fuera lo más normal de la vida.

Christine solo negó y siguió caminado buscando la puerta—, Mira aquí dice Jirafa— señaló la puerta.

—Okey aprenderé— solucionó y caminó hacia ella.

Abrieron la puerta y entraron cuidadosamente, observándola con atención.

Willy se inclinó ante ella—, Buenas noches, señorita...—

—Abigail— le respondió Christine.

—Abigail— replicó Wonka.

La jirafa al sentirse amenazada se acercó peligrosamente a los dos jóvenes. Pero Willy la tranquilizó.

—Tranquila señorita— sacó de su saco unos dulcesillos—, Mentas de acacia para usted—
Se las extendió y al dudar un poco la señorita Abigail, terminó aceptando, comiendo de la mano del joven.

-A las jirafas las enloquecen las mentas de acacia— le explicó y se giró a ver a la joven—, Más que cualquier otra cosa, también que les rasquen la barbilla, mira— con cuidado acaricio a Abigail, y esta disfrutado de las suaves caricias que este le daba—, ¿Quieres intentarlo Christine?—

—¿Seguro?—

—Si, por qué no— se giró a verla.

La joven, avanzó hacia el chico y acarició cuidadosamente la barbilla de Abigail, ambos sonrieron al bonito momento que crearon y su risa aumentó cuando Abigail lambió el rostro de la joven.

QUEEN OF DISASTER- WILLY WONKADonde viven las historias. Descúbrelo ahora