We had nothing to lose, nothing to gain. Nothing we desired anymore

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CUANDO SALIERON DEL SITIO AÚN la joven seguía riendo, aunque ya no lo hacía como antes, seguía soltando pequeñas risitas. El joven caminaba a su lado escuchándola, tenía su abrigo en su brazo y esta vez no tenía su característico bastón.

Noodle cuando los vio salir se acercó a ambos, su enojo creció al ver el estado de la mujer—, ¿Qué te pasa? Yo y Willy te estuvimos buscando— preguntó Noodle mirando a la joven con desespero y enojo. Esta miró a la adolescente con una sonrisa.

—Noodle ¿Te acuerdas del amigo que te había dicho?—

Noodle pensó un poco y asintió—, Pues acabo de verlo, vamos— empezó a caminar y los chicos le siguieron.

—Me pone muy feliz Christine pero ya tenemos que irnos, no falta mucho para que empiece el día y aparte estás caminado a otra dirección—Noodle la paró tomándola del brazo.

—¿Irnos?— preguntó Christine parando de caminar—, Noodle podemos ser libres— se giró hacia la adolescente—, ¡No hay nada que nos impida irnos! ¡Mira, no hay nada que nos detenga!— se soltó del agarre de Noodle y caminó de espaldas mirándolos, gritando con liberación—, ¡No quiero volver allí y tener que sufrir de nuevo!—

—Christine...— caminó hacia ella Willy, Noodle se había quedado en su lugar observando a la joven, y la tenía muy intranquila la actitud de la joven.

Willy camino hasta llegar a ella y la tomó de la mano—, ¿Verdad Willy?— le gritó con una sonrisa mientras tiraba de la mano. Willy estaba con una leve preocupación aunque la joven se veía más feliz que nada y eso lo hacía sentir también feliz.

—¡Ven Noodle!— la invitó la mujer observándola con una sonrisa y se acercó a ella con el joven.

—¡Christine!—le gritó Noodle—, ¡Esto va a salir mal!— un mal presentimiento había invadido a la adolescente.

—¡No mientras esté yo presente Noodle!— exclamó la joven tomando la mano de la adolescente con su mano libre—, ¡Vamos!—

Empezaron a recorrer las calles de Las Galerías Gourmet, corrieron entre risas y alegría. Las calles parecían tomar más color, las luces más brillo y el cielo mas estrellas. En las calles se escuchaba el sonido de las risas de los jóvenes corriendo y jugando.

Llegaron a las puertas de Las Galerías Gourmet y empezaron a jugar, persiguiéndose entre ellos o simplemente disfrutando del momento.

La joven disfrutaba junto a ambos, le ponía feliz viéndolos reír y sonreír, sentía como su cuerpo se llenaba de una tranquilidad y una alegría inmensa. Creía que el tiempo se había detenido para darle un momento memorable y feliz.

¡Por primera vez en mi vida, me siento viva!— grito con euforia y los chicos la observaron con una enorme sonrisa—, ¡Estoy viva!— dio vueltas entre risas.

(Yo se que los dioses nos envidian....)

Ambos chicos se acercaron a ella y dieron vueltas juntos, que después de unos segundos dando vueltas, ambas chicas cayeron por la bruscas vueltas de Willy. Los tres rieron como quizás nunca lo habían hecho.

Willy se reía de las jóvenes que ya hacían en el suelo igual que el riéndose—, ¡Perdón! De verdad lo siento— con esfuerzo terminó su oración por que segundos después cayó al suelo por la risa, uniéndose a las jóvenes.

(Nos envidian por el simple hecho de ser efímeros, por que cualquier momento puede ser el último...)

Los tres jóvenes seguían riéndose de lo sucedido momentos antes, con dificultades se lograron parar gracias a su cuerpo débil por la risa. Una vez ya que estaban los tres de pie, se observaron como si estuvieran pensando lo mismo.

De un momento a otro se encontraban Noodle y Willy bailando de forma graciosa mientras que Christine trataba de hacer música para ellos. Mientras que bailaban entre carcajadas, Willy invitó a la joven a bailar junto a ellos y esta aceptó gustosa.

Ahora se encontraban ambos jóvenes bailando agarrados de los brazos dando vueltas, cada cierto tiempo cambiaban de dirección para agarrarse del otro brazo, Noodle les aplaudía y les daba ánimos.

(Por qué no tenemos nada que perder, nada que ganar, nada más que pudiéramos desear...)

El cielo empezó a hacerse claro poco a poco y con ello los jóvenes corrían devuelta a la lavandería, si tenían suerte llegarían justamente antes de que pasaran lista.

Corrían con desesperación entre las calles, el sol había empezado a salir y eso los asustaba aún más aunque les faltaba muy poco.

Llegaron al hoyo por donde habían salido, revisaron que no hubiera nadie y entró primero Noodle, después Christine y al último Willy, y este quedó atorado.

—¡Oigan!— gritó en susurro Willy y Christine se agachó—, Me atore— susurró Willy tratando de salir.

(Se supone que los dioses no mueren, eso es lo que envidian de nosotros, por qué estamos condenados.)

—Te vas a quedar ahí para siempre— bromeó Christine mientras tiraba del joven con fuerza con ayuda de Noodle.

La mujer gritó cuando sintió que la tomaron por detrás, Lejía la tenía agarrada de los brazos con bastante fuerza inmovilizándola, la joven trató de zafarse del agarre pero paró cuando sintió el golpe de Fregoso en su rostro.

—¡Ustedes tres!— exclamó la señora Fregoso con enojo—, ¡Escaparon anoche!—

La señora tomo a Noodle de la ropa separándola de Willy, y este con esfuerzo salió del hoyo. Una vez de pie miró con preocupación a la joven y a la adolescente.

—¡Quédate quieta mocosa!— gruñó Lejía al volver a sentir a la joven moverse con brusquedad.

Lejía la soltó y esta giró hacia el, levantó el brazo con intención de darle un golpe en el rostro pero este se adelantó dándole a ella, la joven debido al impacto cayó al piso.

—¡Christine!— exclamó Noodle tratando de zafarse de Fregoso pero esta la agarró más fuerte.

Willy al instante corrió hacia ella, se arrodilló a su lado y la tomó en sus brazos—, ¡No la vuelva a tocar!— le gritó Willy con enojo.


Willy al instante corrió hacia ella, se arrodilló a su lado y la tomó en sus brazos—, ¡No la vuelva a tocar!— le gritó Willy con enojo

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QUEEN OF DISASTER- WILLY WONKADonde viven las historias. Descúbrelo ahora