"Little Lotte"

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LA MAÑANA TRANSCURRIÓ COMO UNA melodía rota. El cielo estaba nublado ese día, el ambiente era tranquilo aunque con cierta melancolía en el. La iluminación era de tonos fríos y tristes pero el cabello rubio de la joven daba un toque de esperanza, aunque esta ya la hubiera perdido por completo. En su habitación apenas iluminada, estaba la joven de mechones dorados apagados y mirada perdida. Sumergida en sus pensamientos, en los días de su infancia. Su alma se enreda entre ellos, inquieta al no poder ya vivir en ellos, al no poder volver a sentir las caricias y el amor que en estos quedaron, desvaneciéndose en las memorias borrosas de sus pensamientos. Ya hacia tiempo que el estómago le rugía, pero lo ignoraba. Los días parecen a veces como si nunca se acabaran.

El joven por su lado, sus pensamientos se veían afligidos por los últimos días. Su ánimo no estaba como se acostumbraba, le faltaba su cachito de felicidad para sentirse completo de nuevo. Su sonrisa no era la misma de siempre, a pesar de sonreír, no era lo mismo. Se sentía de cierta forma vacío.

Las horas pasaron y pasaron hasta que se dio paso la noche, la señora Fregoso le había dado poca comida a la mujer por suerte. Se le tenía prohibido salir de su habitación hasta que se le bajaran los humos a la señora. Justo ahora la joven se encontraba escribiendo, era lo único que podía hacer. En sus escritos, el protagonista era aquel  chico de rizos y sonrisa brillante. Le gustaba exagerar sus sentimientos y palabras al escribir, tomaba ese sentimiento y lo mezclaba con la tinta en el papel.

"Nunca sonreiré de nuevo, hasta que te sonría a ti.
Nunca reiré de nuevo, ¿qué bien haría?
Cuando las lágrimas llenen mis ojos, mi corazón se daría cuenta que nuestro romance ha terminado.
Si pudiera decirte "te amo"
¿Mi corazón se aclararía?
Ni siquiera tengo las fuerzas para salir
Estoy acurrucada en la soledad
Todavía en mi corazón, sigo respirando
Sintiendo una pequeña luz,
Te he estado abrazando todo el tiempo y
solo quiero la fuerza para seguir adelante.
Mi frágil ser comienza a llenarse de lágrimas.
Si no nos hubiésemos conocido por casualidad, no hubiese encontrado mi destino"

Sus pensamientos se desvanecieron al escuchar el sonido de la vieja madera resonar, dándose cuenta que sus compañeros ya habían acabo de sus labores. Rápidamente se levantó de la silla y corrió a ponerle el seguro a la manija. Lo mas probable es que Willy o Noodle fueran a verla pero ella no quería ser visitada en ese estado.

Se acostó en su fría cama, buscando calor en ella a pesar de esta estar helada. Sus ojos azules ahora inexpresivos, se posaban en la pared a su lado. Su mirada se dirigió a sus manos pálidas, llenas de tinta negra pero de cierta forma llenas de pensamientos y emociones.

Su cabeza era una rota melodía, desafinada y ruidosa, al igual que la del chocolatero que se encontraba a fuera de la habitación de la joven. El muchacho  estaba en una guerra mental entre si tocar o no, sus pensamientos eran alborotados y temerosos en ese momento. Luchó mentalmente sobre su decisión durante buen tiempo, se le iba de la cabeza que en cualquier momento podrían llegar Fregoso o Lejía.

La mujer que ya hacía sobre su cama incómoda, se levantó de esta y caminó hacia su pequeño armario. No tenía nada que hacer, así que se cambió su ropa por su ropa de dormir. Tardo unos cuantos minutos en cambiarse, sin saber que el joven estaba en una decisión mental afuera de su cuarto, a nada de tocar la puerta de su habitación. Ya al acabar, estaba haciendo un moño con las tiras de su capa semi-transparente que tenía encima. Se sobresaltó al escuchar leves golpes en su puerta, y al igual que el muchacho de rulos, se cuestionó en abrir o no, tenía que ser rápida para decidir.

Se acercó a paso lento a la puerta, con la curiosidad de saber quién era la persona que estaba detrás de la puerta. Se dirigió an ella y quitó el seguro, giró la perilla intrigada por saber quién era aquel ser. Al abrir completamente la puerta, vio al joven de rulos, con su saco en su brazo y su bastón en el otro. Sus ojos se iluminaron ligeramente al sentir la mirada expectante del muchacho. Por su lado, el joven, dentro de su cuerpo sintió una descarga de emociones revueltas y desesperadas por aquella mujer que tenía enfrente.

Sin decir nada y sin dejar de mirar a Willy, la joven se hizo a un lado dejando entrar al castaño, el cual como entró de enseguida. La mujer cerró la puerta y giró para ver al hombre.

El hombre como si nada hubiera sucedido, con su humor de siempre, dejó su bastón sobre el escritorio de la mujer y por fin habló.

—"La pequeña Lotte dejó vagar su mente"— camino hacia el banco del escritorio y dejó su saco—, "La pequeña Lotte pensó: ¿me gustan más las muñecas? ¿O de duendes o zapatos?"— hizo una pausa para voltear a ver a la de cabellos rubios—, "¿O de acertijos de vestidos?"— recordó el poema que una vez hizo con la mujer. "La pequeña Lotte" era un personaje inspirado en la de mechas doradas y el "Ángel de la música" era el personaje inspirado en Willy.

Christine lo miró y una sonrisa se dibujó en su rostro—, "Esos días en los que escribíamos la noche"— siguió con el escrito que representaba a ambos jóvenes.

—"¿O de chocolates?"— caminó hacia la chica y sonrió al igual que ella.

—"Nuestros besos tocaban la luna como una suave sinfonía"—

—"Mientras nos contamos historias oscuras del Norte"— soltó una risilla el hombre.

—No,"Lo que más amo, dijo Lotte"— tomó una pausa y como un instinto ambos se acercaron de forma inmediata. La joven tomó las manos del muchacho y lo miró sonriente—, "Es cuando estoy dormida en mi cama"— el joven sonrió al escuchar la voz de la chica.

—"Y el Ángel de la Música canta canciones en mi cabeza"— entonaron al mismo tiempo casi como un susurro. Sus ojos conectaban de una forma en que ninguna otra persona hará jamás.

—Y el Ángel de la Música canta canciones en mi cabeza— acabaron para volver a estar en los viejos silencios cómodos que ambos extrañaban.

Willy no se resistió más y abrazó fuertemente a la joven, está inmediatamente lo abrazó con fuerza. Ambos en ese momento, dependían del uno al otro. Ambos estaban tratando de sobrevivir aquel infierno junto a los demás, pero aveces les era imposible vivir allí.

El joven tiempo después, la invitó ahora a ella a su habitación para poder dormir y escribir o solamente para hacerse mensos. Está con entusiasmo aceptó, el joven salió cuidadosamente de la habitación y dejó a la mujer poniéndose una manta encima a la vez que se ponía sus botas viejas.

Iba a girar la manija para ir al cuarto del joven, cuando escucho la voz de un hombre.


_________________________________Lo lamento por no subir nada, tenía este borrador desde hace tiempo pero no lo había terminado

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Lo lamento por no subir nada, tenía este borrador desde hace tiempo pero no lo había terminado. Mis estudios me estan matando y no me habían dejado escribir con frecuencia. Los capítulos se subirán con más frecuencia pero tendrán su tiempo.
Ay beibis quiero volver a cambiar a mi protagonista 😭

GRACIAS POR LAS 1k 😻😻😻😻

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⏰ Última actualización: Mar 31 ⏰

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