_________________________________ AL DESPERTAR, AMBOS JÓVENES SE SALUDARON Y la joven se fue a su cuarto a cambiarse. Hoy tenían que poner a prueba el plan que idearon. Rápidamente salieron y empezaron.
Ambos jóvenes observaron entre la multitud a dos personas, al parecer el señor le iba a pedir matrimonio pero lastimosamente la mujer no aceptó. La joven frunció el ceño al ver la escena, esto Willy lo notó—, ¿Qué pasa? ¿Tu aceptarías si te piden matrimonio?—
—A menos que sea rico— bromeó la joven.
—Oh—
—Era broma— le sonrió y antes que el muchacho pudiera hacer algo, la mujer le quitó su sombrero para ponérselo en su cabeza. El joven solo rio ante su acción y le permitió llevar su preciado sombrero.
Christine se arrodilló ante el chocolatero y le extendió un anillo que le había costado encontrar—, Oh Señorito Willy, hágame el honor de convertirlo en mi esposo. Por favor tome este anillo y casase conmigo— se burló ante la reacción del joven. Este la miraba con ojos sorprendidos y juguetones.
Willy se arrodilló igual que ella y agarró el anillo que la mujer le extendía y se lo puso—, Es un honor Señorita casarme con usted, a pesar de yo no tenerle una sortija con un hermoso diamante, y le prometo firmemente que lo tendrá pero por mientras prefiero decirle que usted me a hechizado en cuerpo y alma— confesó tomando la mano de la mujer y besándola suavemente.
—Corre, ve a curarle el corazón a ese hombre— se levantó y le extendió el sombrero, pero este se lo negó—, ¿Qué?—
—Quédatelo en lo que yo voy— le dijo y hizo una reverencia juguetona antes de irse caminando al restaurante.
—Bueno, si el Señorito quiere, ¿Quién soy yo para negarme?— se lo volvió a poner mientras veía como Willy se giraba y le sonreía tiernamente.
Después de unos minutos escondida en un callejón junto con Piper esperando al joven, caminó un poco para observar a Willy y lo vio feliz al ver que había cumplido el objetivo que era animar al Señor, rápidamente la gente se le amontonó para comprarle chocolates y este alegre les vendió.
Pero la joven se puso más feliz al ver al señor besando a su futura prometida, pero no le duró mucho por que los oficiales llegaron. Noodle le chifló y este volteo al darse cuenta, salió corriendo en dirección al callejón donde le esperaban. La joven corrió hacia la mujer que ya hacia adentro de la alcantarilla y saltó esperando a Willy, cuando este llego Piper ya tenía abierta la alcantarilla y rápidamente entró de un salto.
Y así fue durante los días, vendiendo y escapando de los oficiales, también durante esos días la niña y la joven le trataban de enseñar a leer a Willy.
—Consonantes hay y vocales hay— le explicó Noodle con una pizarra en su cuarto con Wonka de aprendiz—, Ahora léenos la palabra— le pidió Noodle.
—¿Qué idioma es?—
Ambas chicas soltaron un suspiro pesado—, La "A" es esta la otra es la "T"— le explicó ahora la joven apuntando cada letra.
-¿Qué es que? Yo no quiero té— Willy las miró confundido.
—Esto va muy mal— se pasó las manos por la cara la joven por la frustración.
El señor Ábaco salió de la nada en un armario contando las ventas—, Pues nunca hubo venta igual— comentó sonriente.
Por otro lado los 3 chocolateros hablaban en su escondite con el jefe de policías, quejándose de las ventas del joven.
El pasar de los días se hacía presente y con ellos el avance del negocio. Ahora salía a vender con un puesto que se hacía en carrito de ropa, en este día la pareja que había formado Willy con sus chocolates se había casado, y la joven no pudo estar más feliz por ellos.
Pero también en este día, al caer dentro de la alcantarilla, a Willy se le había quedado un pedazo de tela en la tapa de esta, haciendo que se describiera todo.
También se les hacía costumbre a los jóvenes dormir juntos, se quedaban hasta tarde ideando cosas futuras para el negocio que se les iba el tiempo y quedaban dormidos. Y ese día no fue una excepción.
Ambos dormían en la cama del joven, pero un pequeño hombrecillo les interrumpiría el sueño.
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