Bakugou, dicho por la mayoría de personas, era un narcisista, libertino, malcriado, grosero, mal hablado, egocentrico, egoista y muchas más cosas horribles.
Él ni si quiera les hacía caso a sus padres, él hacía lo que quería cuando quería y nadie podía decirle nada. Él era como su propio jefe y no necesitaba la aprobación de absolutamente nadie. Era como un espíritu libre que adoraba causar problemas. Pero en realidad era buena persona. Si, siempre le gritaba a todos y los insultaba sin importar quien fuera, pero en el fondo era amable, aunque nadie se daba la oportunidad de conocerlo a fondo.
Hace algunos días, había llegado un nuevo estudiante a la escuela. Su nombre era Kirishima, y Bakugou lo encontraba completamente molesto. Siempre miraba hacia abajo, nunca reia en voz alta, siempre usaba un estúpido cubrebocas, caminaba derecho y de manera elegante. Bakugou siempre pensó que se comportaba cómo un robot tonto y aburrido.
Bakugou pensó que era solo un niño mimado al cual sus padres consentían, pero entre más días pasaban, Bakugou se daba cuenta de otras cosas. Por ejemplo, si alguien hacía un movimiento brusco cerca de él, Kirishima cerraba los ojos y se encogía de hombros esperando que lo golpearan. Bakugou comenzó a extrañarse por ese extraño comportamiento y comenzó a prestarle un poco más de atención al pelinegro.
Pronto se dió cuenta de que Kirishima ocultaba su verdadera personalidad, y eso hizo que a Bakugou le cayera aún peor.
¿Por qué diablos haría eso? Era simplemente una tontería.
¿Por qué cambiar por alguien más? ¿Por qué fingir ser otra persona si así no te sientes feliz?
En eso, el rubio escuchó como llegaba un mensaje a su celular, así que lo tomó y abrió el mensaje.
Era un grupo donde estaban mina, denki, sero y obviamente Bakugou. Aunque recientemente habían agregado a Kirishima al grupo, cosa que al parecer fue por nada, ya que el pelinegro nunca leía los mensajes. Era como si no tuviera celular.
El mensaje era de denki, el cual decía que todos bajaran a la sala de estar.
Bakugou miró el mensaje por algunos segundos antes de levantarse. No tenía absolutamente nada que hacer, así que decidió ir.
Cuando salió de su habitación tuvo que pasar frente a la de Kirishima, entonces recordó que tenía el celular de adorno. Así que viró los ojos antes de entrar sin tocar.
Él pelinegro no estaba en la habitación, pero se podía escuchar el agua de la ducha abierta, así que Bakugou se sentó en la cama del pelinegro mientras esperaba que este saliera.
Sus ojos recorrieron la habitación. Todo estaba perfectamente recogido y no había una sola decoración. Casi parecía que la habitación estaba nueva.
En eso, Kirishima salió del baño con una toalla en la cintura y al ver a Bakugou, jadeó del susto y su toalla se cayó al suelo. Kirishima al ver esto, en vez de tapar sus partes, tapó su rostro con sus manos, así que Bakugou hizo todo lo posible por no reírse de lo increiblemente torpe que había sido eso.
El rubio se puso de pie y se acercó a Kirishima antes de retirar las manos de su rostro.
Bakugou miró a Kirishima por unos segundos, no pudo evitar quedarse mirando aquellos ojos rojos y redondos que se eran tan distintos a los suyos pero a la vez muy parecidos. También vió una pequeña cicatriz en uno de sus ojos. Luego la mirada de Bakugou bajó hacia los labios de Kirishima antes de volver a mirarlo a los ojos con incredulidad.
_¿Que mierda le pasa a tu cara? ¿Por qué usas ese estúpido cubrebocas? ¡Tu jodida cara está jodidamente bien!_ se quejó Bakugou
Kirishima se agachó y tomó las toalla antes de volver a ponerla en su cintura. No abrió su boca para nada para que el rubio no viera sus dientes, ya que aunque hubiera pasado tiempo, el pelinegro aún no le había mostrado sus dientes a ninguno de sus amigos.
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Desobediente [KiriBaku] [BakuShima]
Storie d'amore"no hablarás a menos que se te hable" "No debes gritar ni llorar" "y sobre todo, nunca pidas ayuda". kirishima fue criado en un hogar estricto, junto con sus padres abusivos en un lugar lejos de la sociedad. Hasta que son obligados a mandar al joven...