Kirishima se acercó a su padre con la cabeza baja, sintiéndose intimidado por completo.
El hombre tomó la muñeca de kirishima con fuerzas, lo arrastró hasta el coche y lo lanzó en la parte de atras, luego se sentó en la parte de enfrente y comenzó a conducir.
_¡Eijiro! ¡¿que mierda fue eso?!_ gritó el hombre
Kirishima agachó su cabeza.
_¿es en serio? ¡te veías como un puto imbecil! Sonriendo y brincando como si fueras un puto bago de la calle_ habló el hombre
_yo no estaba-_
_¡CALLATE! ¡ERES UN MOCOSO IRRESPETUOSO!_
Kirishima cerró los ojos con fuerza, sintió escalofríos recorrer su cuerpo mientras deseaba con todas sus fuerzas no llegar a casa, sabía que le esperaba una paliza o algo peor.
Sus suplicas no funcionaron y en unos minutos el auto entró por el gran portón.
Kirishima bajó del coché y se sintió intimidado al ver su enorme casa. No quería entrar, no quería volver a sufrir lo que antes sufría a diario.
El hombre agarró con fuerzas el brazo de kirishima y lo metió a fuerzas a la casa, una vez dentro, lo empujó hacia las escaleras, obligándolo a subir.
Cuando estuvieron en la habitación del pelinegro, el hombre se quitó el cinturón y lo acomodó en una de sus manos antes de acercarse a kirishima, el cual puso sus manos sobre su cara e inmediatamente sintió un azote sobre su espalda, luego otro y otro. Kirishima sintió como su camisa poco a poco se iba cubriendo de sangre.
El hombre luego agarró el cabello de Eijiro y lo levantó del suelo para luego darle un derechazo, el cual hizo que su nariz comenzara a sangrar. Despues dió otro golpe en su cara el cual seguramente le pondría el ojo morado a kirishima.
_parece que tengo que repetirte las malditas reglas de conducta_
La gran puerta de la habitación fue abierta por quien parecía ser su madre, la cual ni si quiera parecía sorprendida al ver el estado de su hijo.
_de hecho, parece que me voy a ahorrar el trabajo_ habló el hombre
_¿me dejarás a este engendro a mí?_ preguntó la mujer
_solo hazlo si no quieres recibir la paliza con él. Quiero que le recuerdes cuales son las malditas reglas, porque parece que lo olvidó todo_
La mujer viró los ojos antes de tomar la muñeca de kirishima. Lo llevó hasta la cocina y tomó una silla, la puso a mitad de la habitación y le hizo señas a kirishima para que se sentara, asi que este hizo caso, aún sin levantar su mirada.
_bien, cuentame, ¿que fue lo que hiciste?_ preguntó la mujer mientras comenzaba a preparar una limonada en una copa
_yo... no seguí las reglas, me comporté como un... idiota_ habló kirishima
_oh, no, eso está muy mal... pobre de ti_
La mujer se acercó antes de vertir la limonada en la cabeza de kirishima.
El pelinegro sintió como el limón entraba por sus heridas, provocando un ardor insoportable por su espalda.
La mujer se giró y tomó la jarra de agua con hielo que estaba sobre la mesa antes de comenzar a echarla lentamente sobre la cabeza de kirishima.
El pelinegro dejó escapar un grito ahogado, un monton de escalofrios recorriendo su columna. El agua helada pronto hizo que a kirishima le doliera la cabeza, sintió un extremo frio mientras su cabello se pegaba a su piel.
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Desobediente [KiriBaku] [BakuShima]
Romansa"no hablarás a menos que se te hable" "No debes gritar ni llorar" "y sobre todo, nunca pidas ayuda". kirishima fue criado en un hogar estricto, junto con sus padres abusivos en un lugar lejos de la sociedad. Hasta que son obligados a mandar al joven...