Capitulo 17 - Picnic (PARTE 2)

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- ¡FERNANDA!

Ésta despertó de su ensimismamiento al oír la voz de Danielle.

-Hola -la saludó Fernanda.

_¿Qué tal? -Danielle se giró e hizo una seña a Liam, quien se acercó a ambas acto seguido-. ¿Te importa si os acompañamos?

-Me encantaría -aceptó Fernanda, deseosa de distraerse con alguien que la hiciera olvidar a Niall.

_Hola, preciosa -Liam le dio un beso en la mejilla-. Había visto la camioneta de Niall, pero no podía creerme que existiera la mujer capaz de llevarlo de picnic. Ese chico ha tirado toda su reputación por la borda.

_No le hagas caso, Fernanda -intervino Danielle, mientras tomaba asiento en la silla que Liam le ofrecía-. Liam está celoso porque su fama de chico malo se arruinó al casarse conmigo, y no soporta que Niall y Louis sigan libres como un pájaro.

-No es verdad, mi vida -dijo Liam, al tiempo que acariciaba el estómago embarazado de su esposa-. Yo estoy encantado de que estemos casados.

-¿Por qué no te vas a jugar con Niall? -le propuso Danielle con voz amorosa-. ¡Hombres!, ¡no se puede vivir con ellos, pero tampoco sin ellos! -añadió después de que Liam se hubiera unido a Niall y a Tyler.

-Gracias por invitarme a tu fiesta de anoche
- Niall y tú se fueron temprano. Parecía que tenían un poco de prisa...

¿Lo sabía?, ¿acaso era tan obvio que se habían acostado juntos?

-Yo, bueno... nosotros...

-No te preocupes, Fer-dijo Danielle entre risas-. Tu secreto está a salvo conmigo; aunque no tiene mucho de secreto. No hubo una sola persona en la fiesta que no se diera cuenta de cómo te estaba mirando Niall.

-¿Me estaba mirando?

-No seas modesta. Parecía que te quería comer de arriba abajo. Como si no hubiera otra mujer en todo el mundo -respondió Danielle-. Está enamorado de ti -sentenció.

Fernanda se quedó atónita. ¿Enamorado? Eso era ridículo. Sólo estaba interesado en ella físicamente. Por mucho que le hubiera dicho que ella le importaba, hablar de amor era absurdo.

- Niall y yo somos... amigos -objetó Fernanda.

-De acuerdo, Fer -concedió Danielle, sonriente-. No estoy intentando fisgar. Pero si alguna vez necesitas hablar con alguien, llámame. Las cosas también fueron difíciles entre Liam y yo al principio.

Luego miraron un segundo a sus hombres, los cuales estaban jugando alrededor de una pelota. Tyler acababa de robársela a Niall y se disponía a regatearlo.

-Liam y tú hacéis una pareja ideal -comentó Fernanda entonces, sonriente-. Me cuesta creer que nada fuera difícil entre ustedes..

-Difícil es poco -Danielle dio un sorbo de limonada y rió-. ¿Quieres saber cómo me pidió que me casara con él? Me chantajeó.

-¿Qué?

--El pensaba que me estaba obligando a ser su esposa y yo le dejé creerlo. La verdad era que estaba enamorada de él desde los catorce años; pero ésa es otra historia. Aquí vienen los chicos...

Estupefacta por la confesión de Danielle, Fernanda no tuvo tiempo de responder antes de que Tyler, su amigo Joshua y los dos hombretones las rodearan.

--Tenemos hambre -anunció Tyler-. La mamá de Joshua dice que puede comer con nosotros si a ti no te importa.

Se volcaron con la comida con el mismo entusiasmo que habían mostrado para jugar al fútbol.

Fernanda no recordaba una tarde más estupenda. Y también Tyler parecía emocionado. Luego, después de dar cuenta de la última barra de chocolate, corrió a jugar con los tanques de juguete de Joshua.

Mientras, Niall y Liam, como guerreros saciados tras un banquete, estiraron las piernas y reposaron las cabezas sobre las manos, con los ojos cerrados.

-Bueno, Fer -arrancó Danielle, al tiempo que se sacudía unas migas de pan de sándwich-, cuéntame lo de Roger.

-¿Roger? -preguntó Fernanda, mirando a Niall, el cual había abierto un ojo.

-Ya sabes, lo de anoche -insistió Danielle-. Roger y tú. En el dormitorio.

Fernanda notó que se había ruborizado.

Niall ya había abierto los dos ojos y tenía el ceño fruncido. Hasta Liam parecía estar prestando atención con sumo interés.

-No hay mucho que contar...

--Pues a mí no me dio esa impresión -Danielle dio un sorbo de limonada-. Lo estampaste contra el suelo sin que se diera cuenta de por dónde le venía el golpe.

-¿De qué demonios está hablando? -le preguntó Niall a Fernanda.

-¿Es que no se lo has dicho? -intervino Danielle, haciéndose la inocente.

-Decirme qué.

--En realidad no es nada -comenzó Fernanda-. Yo sólo...

-Le hizo una llave -se adelantó Danielle-. Lo levantó y lo tiró de espaldas contra el suelo. Hemos fundado un Club de Fans de Fernanda Smith y yo soy la presidenta. Espero que en nuestra primera reunión nos relates ese momento tan glorioso con todo tipo de detalles.

-¿Tú lo sabías? -le preguntó Niall a Liam, al oírlo reír.

-Roger seguiría tirado en el dormitorio de invitados si no lo hubiera ayudado a levantarse -respondió Liam-. Parece que la pequeña Fernanda Smith es de armas tomar.

Niall la miró y apretó los dientes. Todavía recordaba con desagrado la imagen de Roger sujetando a Fer de un brazo para impedirle salir del mirador. Había tenido que realizar un gran esfuerzo para contenerse y no meterle un puñetazo en condiciones...

Y ahora resultaba que Roger había vuelto a molestarla y ella se las había arreglado por sí sola. Sabía que no tenía sentido, pero no pudo evitar sentirse furioso.

-Me voy a ver cómo andan los chicos-anunció tras ponerse de pie, visiblemente enojado.

Cuando llegó a la altura de éstos, ya se había calmado un poco. Tyler y Joshua estaban jugando con unos soldaditos de plástico, bajo la atenta mirada de los padres de éste, que saludaron a Niall con una amplia sonrisa.

-Adam Wheeler -se presentó el padre.

-Niall Horan.

Después de darse la mano, Adam le presentó a su mujer, Susan, una guapa morena de suaves ojos azules.

-Gracias por dejar que Joshua juegue con tu hijo -dijo ella-. Somos nuevos en Bradford y Josh no conoce a muchos niños todavía. Nos gustaría que tu esposa y tú dejaran que Tyler venga a jugar a nuestra casa algún día.

Pensaban que Tyler era su hijo. Y Fernanda, su mujer. Niall sonrió y decidió no sacarlos de su error. Por raro que fuese, de alguna manera, la idea le gustaba.

-Tendré que preguntarle a Fernanda -repuso.

-Es increíble lo mucho que se parecenTyler y tú -prosiguió Susan.

Niall la miró a los ojos y pestañeó. ¿Qué había dicho?, ¿que Tyler se parecía a él? Contuvo las ganas de echarse a reír. Aunque, por otra parte, era cierto que los dos eran rubios y tenían los ojos azules. Y había cierto parecido en la forma de sus mentones; luego no era tan extraño que la gente supusiera que Tyler era hijo suyo, ¿no?

Quédate conmigo - Niall Horan -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora