Capitulo 20 - Probado probando

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El mismo sueño. Otra vez. Sólo que, en esta ocasión, más real que nunca. Estaba en el bosque, a oscuras, sujetaba a una mujer entre los brazos, la besaba, la acariciaba... pero, como siempre, no podía ver su cara, ni hablarle.

La mujer iba alejándose en la densidad de la niebla, él intentaba seguirla, pero no lograba moverse... y terminaba despertando sudoroso, con el corazón agitado.

Niall encendió la lamparita de noche, se mezo el cabello y miró el reloj; eran las cuatro de la mañana y sabía que no conseguiría volver a dormirse.

Respiró profundamente y fue a la cocina, donde puso la cafetera a calentar. Sabía que la mujer no era Fernanda, pero estaba seguro de que se debía a la marcha de ésta a la semana siguiente. La noche anterior, recordó con frustración, mientras tomaba un helado con ella y con Tyler, había mencionado Londres varias veces.., para comunicarle con sutileza que su tiempo juntos se estaba agotando.

Abrió un cajón de la cocina, extrajo una cajita de terciopelo negro y la mano le tembló al sacar el anillo de diamante que había en su interior. El estómago le calambreó.

Le iba a pedir que se casara con él. Ya había preparado una cena romántica, con velas, en una mesa del restaurante Four Winds. Hasta había reservado una suite, para celebrar que ella aceptaba...

¿Y si lo rechazaba?, ¿y si de veras se marchaba con Tyler? Había llegado a encariñarse del pequeño más de lo que jamás había imaginado. Los quería a los dos, como nunca había querido nada en la vida.

Ella lo había cambiado todo. Hasta su encuentro con Fernanda Smith, siempre había estado contento con quién era él y con lo que hacía; había disfrutado de cada segundo de cada día... pero ahora estaba obsesionado con ella, sentía palpitares que ninguna otra mujer le había despertado nunca.

Miró el anillo unos segundos, lo metió en la caja y la cerró. Ese día tenía que ir al colegio de Tyler para hablar de su trabajo... aunque no fuera su padre.

¿Cómo reaccionaría él si le dijera que quería ser su papá, casarse con Fernanda y pasar el resto de sus vidas los tres juntos?

Exhaló un largo suspiró, restituyó la cajita a su cajón, se sirvió una taza de café bien fuerte y comenzó a prepararse para el día más importante de su vida.

- ¿Cómo estoy?

-¿Me estás pidiendo un piropo? -replicó Fernanda mientras le alisaba las solapas de la chaqueta.

Estaban en el salón de actos del colegio de Tyler. Fernanda ya había hablado de su trabajo como periodista y escritora, así como habían intervenido un bibliotecario y una doctora en otorrinolaringología. En esos momentos había un contable durmiendo a los chiquillos. La señorita Henderson había reservado a Niall para el final y Fernanda sabía que era un acierto.

- ¿No me das un beso de buena suerte?- preguntó él con tono sensual.

-Hay niños delante. Compórtate -le reprochó Fernanda.

- ¿Qué te parece, entonces, si vienes a mi casa después?

-Tengo que llevar a mi padre al médico a las once y luego he quedado con Danielle para comer.

-Sólo son las diez. Tenemos tiempo para...

-¡Niall Horan! -Irrumpió la voz de la señorita Henderson-. Tu turno, Niall. Los chicos están ansiosos por verte -añadió, al tiempo que lo desnudaba con la mirada.

Fernanda prefirió no pensar en todas las mujeres en las que Niall se fijaría cuando ella se hubiera ido. Ya le costaba mucho separarse de él, de modo que no tenía sentido atormentarse imaginándoselo con otras.

Quédate conmigo - Niall Horan -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora