Capítulo 7

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Oikawa se había levantado el sábado por la mañana con buen humor tras oír la alarma de su despertador, lo que es realmente raro, después de todo quién se levantaría el sábado por la mañana de buen humor por el sonido de una alarma.

El recién levantado bajó directamente a la cocina mientras pensaba que el día de hoy sería increíble. Oikawa e Iwaizumi habían quedado para ver una película que ambos estaban ilusionados por ver y nada podría arruinarlo. O casi nada.

Sin saber cómo Oikawa se tropezó mientras bajaba los últimos escalones de la escalera y se dobló el tobillo. La caída no fue muy dolorosa así que se levantó sin problemas. Aunque sentía una ligera molestia en el tobillo, por lo dedujo que podría tener un leve esguince así que tendría que tener cuidado por unos días.

Poco después Oikawa fue hasta la cocina para verificar si había algo preparado para comer, pero lo único que encontró fue una nota de su madre puesta en la nevera gracias a un imán.

"Hola Toru,
Cómo amaneciste?
Tuve que salir a casa de tu abuela porque tu abuelo se cayó intentando cambiar un bombillo.
Te lo puedes creer?
Le avisé que contactara con un profesional porque ya tiene una edad donde tiene que cuidarse!!
Ya sé de quién sacaste lo cabezota que eres.
No pude cocinar nada para ti, pero te he dejado dinero en la mesa para que vayas a comer algo. Si no recuerdo mal hoy habías quedado con Hajime-chan, así que podríais quedar para comer juntos.
Volveré por la noche Toru.
Diviértete mucho, es una orden.
Te quiero mucho hijo.
Atte. Oikawa Youko"

Oikawa sonrió viendo la nota de su madre. Ella podía ser un dolor de cabeza cuando discutían de su futuro académico, pero era una mujer muy alegre y cariñosa. Su madre siempre le alentó varias veces a seguir cuando él refunfuñaba tras repetidos intentos que terminaron en fracasos, incluso en el voleibol.

Finalmente el castaño cogió el dinero de la mesa y volvió a subir las escaleras a su habitación para agarrar su móvil preparado para preguntarle a su mejor amigo si quería que comieran juntos en algún restaurante. Quizás podrían comer tofu agedashi, la comida favorita de su amigo, pero la ilusión se vio frustrada cuando vio un mensaje por su parte.

"Hola Oikawa.
¿Te importa si quedamos otro día para ir al cine?
La verdad es que he amanecido enfermo y prefiero estar descansando.
Te lo compensaré si no te pones insoportable."

Oikawa decidió responder diciendo que no pasaba nada, después de todo sabía que Iwaizumi nunca le cancelaría un plan sin un motivo importante. Aún así decidió añadir que le perdonaría si le pagaba los desayunos de toda la semana.

El estudiante apagó su móvil y se dejó caer sobre la cama mientras pensaba cómo reorganizaría su día. Su padre estaba trabajando y du hermana había ido con su marido y su hijo a la prefectura de Akita. Una opción era aparecerse de la nada en casa de Matsukawa o Hanamaki, pero rápidamente descartó la idea porque ellos habían hecho una doble cita. Otra opción era ir a casa de Kindaichi, pero seguramente sería muy incómodo para él, o de Kunimi, aunque dudaba de que éste le abriera la puerta.

Finalmente decidió recurrir a su última opción que seguramente no rechazaría su propuesta. Para nada su mente había puesto excusas inconscientemente a cada una de sus opciones para escribir a cierto chico de pelo azabache al que se había acercado recientemente.

Oikawa escribió a Kageyama preguntando si estaba desocupado a lo que el mencionado no duró en escribir que sí, por lo que le preguntó si podía ir a su casa un rato. Así fue cómo ambos se encontraron terminando de acordar el resto de los detalles como la hora.

Kageyama se había ofrecido a cocinar el almuerzo y la cena de ambos y el castaño no se opuso, más bien estaba encantado con la idea. La comida del más joven era igual de prodigiosa que sus colocaciones y sería un catastrófico error desaprovechar aquella propuesta.

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