Es amor

Capítulo 6

Era lunes y debido a que el Aoba Johsai no entrenaba dichos días Oikawa aprovechó el tiempo para estudiar, o al menos lo intentó. Aunque quién podría culparle por tener problemas existenciales a causa de su inseguridad.

Oikawa se había quedado mirando las nubes a través de la ventana mientras su mente se preguntaba por qué la vida tenía que ser tan complicada. Una de las preguntas del castaño era el por qué a veces su carácter era tan retorcido cuando se trataba de Kageyama.

Obviamente Iwaizumi siempre le había llamado la atención por ello, pero no por ello podía dejar de hacerlo, lo que sinceramente le aterraba. No entendía cuál debía de ser el detonante para ello, pero realmente quería mantenerlo bajo control para dejar ese ritmo de autocrítica que empezaba a ahogarlo.

El mayor sabiendo que no estaba concentrado decidió que saldría a caminar un poco con el objetivo de despejar su mente, pero había un problema bajo el nombre de Oikawa Isao, el padre de Oikawa.

— ¿A dónde vas?— Preguntó el hombre al notar que su hijo bajo las escaleras con la intención de salir.— Espero que no vayas a entrenar. Necesitas estudiar para llegar a tener un futuro Toru.

— Sí, sí. Sólo daré una vuelta.— Respondió el estudiante fastidiado por ser recordado por su padre una vez más sus obligaciones como estudiante. A pesar de que su mejor amigo y su madre le habían dicho que su padre sólo se estaba preocupando por él, Oikawa no podía sentir eso, sino el más estrés por aquel constante recordatorio.— Necesito un poco de aire fresco.— Murmuró dándole igual por una vez si su padre lo llegaba a oír.

Oikawa supuso que su padre no le había oído puesto a que no hubo ningún impedimento por su parte para hacerlo, pero agradeció la brisa que golpeó su cara tras abrir la puerta por la emoción tan refrescante que le produjo.

Oikawa salió de su casa y pensó en ir hasta su instituto y después volver porque apenas estaba a una distancia de un kilómetro y medio por lo que su paseo no duraría más de media hora si todo salía bien.

El paseo fue relajante y por suerte no se encontró con ninguna estudiante de su superior. No tenía nada en contra sus compañeras o ninguna otra chica, tan solo quería un momento para él por lo que no quería tener a ninguna admiradora alrededor, al menos no hoy precisamente.

Oikawa pasó cerca de un parque y pensó en sentarse para ver al resto de niños jugando entre ellos. Contra todo pronóstico Oikawa Toru adoraba a los niños, incluso si éstos algunas veces podían ser infernalmente adorables y traviesos.

Lo primero que pensó fue en cómo conoció a su mejor amigo quien siempre le había apoyado durante sus peores momentos. No conoció a Iwaizumi en ese parque, pero tenía un gran valor significativo para él porque en él ambos empezaron a practicar juntos voleibol. Había sido difícil conseguir que su amigo se interesase por el deporte debido a que él jugaba otros deportes como el fútbol, pero después de insistir durante cuatro largos meses finalmente lo consiguió.

Cuando era un niño no pensaba en llegar a ser un jugador de nivel nacional, sino tan sólo en mejorar y conocer más sobre aquel deporte tan deslumbrador. En aquel tiempo el voleibol era divertido y se sentía como algo liberador, por desgracia últimamente se sentía como algo que le opresaba.

Lo segundo en lo que pensó fue en cómo estuvo horas dándose pases con su mejor amigo tras conocer al admirable jugador José Blanco, a quien consideraba como un mentor. Y también podía recordar lo cansado que estaba su mejor amigo de oírle hablar tanto tiempo sobre una misma persona.

El tercer recuerdo que tuvo fue de cómo había quedado con su mejor amigo en ese parque y cuando llegó se llevó la sorpresa de que él había invitado también a los primeros años de Kitagawa Daiichi, siendo éstos Kageyama, Kindaichi y Kunimi, aunque el último estuvo más tiempo sentado dando apoyo. Aunque al final del día se divitió mucho más de lo que se esperaba, aunque obviamente por orgullo nunca lo admitió en voz alta.