El vuelo

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CAMILA

-¿La besaste? .- Asentí- ¿Solo la besaste y ya?

Asentí otra vez.

-Jesús, mi hermana tiene problemas.

Dani dejó caer la cabeza hacia adelante cubriéndose la cara con las manos mientras mi mejor amiga seguía viéndome con incredulidad.

-¡Camila!

Dinah chilló con urgencia.

-¡Lo siento! ¡No supe que más hacer, me pilló con la guardia baja!

-¿No te lo esperabas? .- Daniela preguntó alzando una de sus cejas.

-No.

Mi mejor amiga y mi hermana pequeña compartieron una mirada rápida.

-Déjame preguntarte algo, ¿Eres ciega, Mila?

-¿Qué clase de pregunta es esa? .- Fruncí el ceño.

-Pues es la única manera que hay de explicar el que no te hayas dado cuenta de que Lauren está enamorada de ti mucho antes de que se atreviera a decírtelo.

-Y que tú no lo hayas dicho de regreso.- El rostro de Dani se contrajo en una mueca similar a una de dolor- Auch.

-Pobre Lauren.- Dinah se lamentó.

-Me están haciendo sentir fatal.- Me quejé.

-Deberías.

-¿No sientes los mismo? .- Daniela preguntó.

¿Qué si estaba enamorada de Lauren? Pues sí, hasta las trancas.

¿Qué si me daba miedo admitirlo? Un poco.

¿Qué si me moría por decírselo? Sí, eso también.

Ay, no puede ser.

¿Cómo pude ser tan idiota? Claro que la amaba. Tanto, que daba miedo.

Me pase el resto de la mañana lamentándome por mi estúpido actuar con Dinah y mi hermana afirmando frente a absolutamente todo lo que salía de mi boca. Dinah y yo habíamos regresado a nuestro apartamento. Las obras por fin había terminado y Miguel me entregó las llaves asegurando que había quedado como nuevo. Para mi mejor amiga fue un martirio tener que alejarse de su novia a pesar de que vivían separadas por un corredor, y a decir verdad, para mí también resultó decepcionante tener que abandonar la habitación de Lauren. Me había acostumbrado a estar a su alrededor todo el tiempo y a que sus brazos me rodearan para dormir.

Aunque, ahora que estábamos en una relación, nos vendría bien un poco de distancia para mantener el equilibrio.

Daniela llegó de visita para pasar algo de tiempo conmigo antes de que tuviera que marcharme durante dos semanas. Ella y Dinah decidieron dar un paseo por la playa, y yo me quedé tumbada en el sofá de la sala con los ojos clavados en el techo mientras seguía recriminándome el no haber respondido aquel 'te amo' con otro.

Comprobé la hora en mi móvil y solté un sentido suspiro. Lauren estaría en el trabajo durante otras dos horas antes de volver a casa. Podía esperar hasta entonces, pero la urgencia fue más grande. Así busqué mis llaves y emprendí mi camino directo a la estación.

-Camila, que sorpresa.

Dean estaba en la recepción aparentemente encargándose de las llamadas de emergencia.

-Hola.- Le sonreí- Estoy buscando a...

-Lauren.- Terminó la frase por mí y sonrió con picardía- Está en el gimnasio. Te llevaré con ella, sígueme.

ANYONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora