Todo o nada

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LAUREN

Durante el resto del día me fue imposible sacar de mi cabeza el encuentro que Camila y yo habíamos tenido esa mañana. Desde el momento en que la palabra 'cita' escapó de la boca de Dean supe que no era una buena idea. Sin embargo, me dejé llevar por su poder de convencimiento y por su extenso monólogo basado en cómo tenía que buscar la manera de olvidar a Camila y seguir adelante, y terminé aceptando su propuesta. Confirmé por segunda vez que era una mala idea cuando tuve que ausentarme a la cena de los domingos, y lo hice por tercera cuando apenas habían pasado 20 minutos y yo no podía dejar de pensar en si Camila habría vuelto a casa o no. Por supuesto, mi cita no tardó en captar mi evidente desinterés y desde ahí en adelante todo empeoró.

Sabía que no estaba lista para tener citas, no cuando seguía enamorada de Camila. Lo que no sabía, ni me esperaba, era que Miguel había abierto la boca para decirle a su hermana que su ex novia no estaba en la cena porque había decidido salir con una chica.

-¿Se lo dijiste a Camila?

Miguel dejó de reír junto Allyson en el sofá y me miró confundido.

-¿Decirle qué? .- Preguntó apartándose de su novia para prestarme atención.

-De mi cita.

La expresión en su rostro cambió. Ally carraspeó incómoda y se puso de pie pasando las manos por su ropa.

-Los dejaré a solas.- Dijo antes de darnos una tímida sonrisa y desaparecer dentro de la habitación de Miguel.

-No hice nada malo. Tú madre preguntó dónde estabas, yo solo respondí.- Respondió el castaño.

-¿No pudiste pensar en una excusa?

Miguel frunció el ceño y se puso de pie adoptando una posición defensiva tal y como hacía cada vez que se sentía acusado o juzgado por alguien. Después de tanto años de amistad podía leer e interpretar sin mucho esfuerzo su expresión facial y corporal.

-¿Por qué haría eso? .- Estaba molesto- Camila tiene que saber que has decidido seguir adelante. Ella merece hacer lo mismo, lo de ustedes acabó hace muchísimo tiempo.

-Sabes perfectamente bien que sigo queriéndola.

-¿Estás segura? .- Preguntó- Porque de ser así no habrías decidido dejarla de la manera tan cobarde como lo hiciste.- Dijo con recriminación.

-Era lo mejor, lo hice porque...

-Porque tenías miedo.- Me interrumpió- Y ese sentimiento fue más fuerte que tú y lo que sentías por mi hermana.

Desvíe la mirada avergonzada porque una parte de mí sabía que tenía razón, pero llevaba tiempo mintiéndome a mí misma convenciéndome de lo contrario.

-Sabes que tengo razón.- Siguió hablando- Escucha, Camila ya sufrió bastante con todo esto y si tú no vas a dejar tus miedos de lado para arreglar las cosas, entonces creo que ella tiene el derecho de olvidarse por completo de ti, de lo que tuvieron y conocer a alguien más.

Las palabras de Miguel quedaron dando vueltas en mi cabeza igual que el sonido sordo que hizo la puerta luego de que se encerrara en su habitación junto a Allyson. Odiaba admitirlo, pero él tenía razón. Eso pasaba muy pocas veces y quizás por eso me molestaba más de lo que debería. Pero lo que me molestaba más era que Camila pensara que yo estaba lista para olvidarme de ella y seguir adelante porque no era así. Estaba muy lejos de serlo y la parte egoísta de mí tampoco quería que ella lo hiciera. Me mataría verla con alguien más, simplemente no podría tolerarlo.

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