||Cambia forma||
Park Jimin es un Shifter gatito de solo 21 años, un chico de clase alta, mimado y caprichoso, en la vida jamás le ha faltado nada, su padre le cumple cada uno de sus deseos y berrinches.
Pero... ¿Qué sucederá cuando todo eso cambié...
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- ¡¿Cómo me puedes estar haciendo esto padre?!, ¡Me engañaste! - Gritaba en medio de furia y desesperación el rubio.
- Debes entender que no me sirves de nada Jimin - Dijo con total calma el hombre tras aquel escritorio.
- ¿Cómo puedes estar calmado después de haberme hecho firmar esos malditos papeles?, ¡Me acabas de casar con este idiota al cuál no conozco! - Lloriqueaba el menos con sus manos hechas puño y dolido por las palabras de su padre.
Mientras tanto, Min Yoongi se encontraba a un costado de la oficina de brazos cruzados y observando tranquilamente la escena de dramatismo que aquel bonito rubio mimado estaba montando. Se cuestionó seriamente, ¿En que mierda se había metido?. Su Shifter lo hizo actuar inconscientemente, ¿No?
Había hecho un trato con el señor Park Hyung-Sik. Aquel desalmado hombre le ofreció a su hijo cómo pago por las deudas que tenía con su persona. Al inicio lo dejo en shock y le sorprendió la propuesta de este, pero una vez que sus ojos volvieron a ver aquel angelical ser, no dudó en aceptar. ¿Era malo por haber engañado al chiquillo?, Probablemente, pero no sé arrepentía, al menos no aún, pues..., ¿Qué tan malo podría ser aquel chico?
Min Yoongi había aceptado aquel trato. Ahora se encontraba casado con el Shifter gatito frente a sus ojos que no dejaba de reclamarle y hacerle un enorme berrinche a su padre. Debía admitir que la voz de aquel chico comenzaba a irritarlo, pero su dulce y atrayente aroma lo tenían cautivado y sobre todo a su tigre, quien veía con devoción y anhelo al lindo chico.
Se acercó al encaprichado chico y lo tomo del antebrazo, obligándolo a voltearse. Detalló perfectamente cada una de las delicadas facciones del menor, tan lindo y sexy a la vez, que lo volverían loco.
Jimin por su parte no pudo negar el evidente atractivo físico de aquel hombre. Min Yoongi era el pecado inalcanzable para todos aquellos que quisieran poseerlo.
Un hombre con 26 años, joven, dueño de su propio negocio. Un hombre alto con buenos atributos, un cuerpo tonificado y bien marcado, un cabello ondulado, largo y negro que hacía resaltar la belleza innata de su rostro. Unos ojos rasgados y gatunos cautivadores, unos labios delgados, finos y atrayentes. Una piel tan blanca como la nieve, una perfección, pero que decir de su cautivador aroma, que enloquecía al Shifter de Jimin, pero no a él...
El rubio chico podía admitir la sensualidad y belleza de aquel hombre, pero jamás se llegaría a enamorar del tipo que acababa de engañarlo con quién sabe cuáles artimañas.
Jimin solo sabía que su padre lo llamo para firmar unos papeles, los cuales le hizo creer que con esa firma podría tener de regreso todas sus tarjetas. Pero qué equivocado estaba, por eso hay que leer antes de firmar, ¿No es así?
Entonces surgía una duda en un enfadado Jimin. ¿Cual había sido el verdadero trato de su padre y aquel hombre para que lo hayan hecho firmar unos papeles de matrimonio sin su consentimiento?
