||Cambia forma||
Park Jimin es un Shifter gatito de solo 21 años, un chico de clase alta, mimado y caprichoso, en la vida jamás le ha faltado nada, su padre le cumple cada uno de sus deseos y berrinches.
Pero... ¿Qué sucederá cuando todo eso cambié...
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Creía que conocía el sufrimiento, pero te conocí y súpe lo que era sufrir de verdad...
Jimin se encontraba de rodillas sobre aquellas piedras diminutas que se habían incrustado en su piel, al igual que en sus manitas, las cuales estaban bastante lastimadas y sangraban un poco.
Podía sentir el mal olor que producían aquellos cerdos, los cuales no sabía que hacían ahí, pero no cuestionaría. Jimin solo podía llorar y sentirse humillado, todos los veían, algunos con lastima, otros con burla y Min con rabia.
- ¡Levántate y atiende a esos cerdos ahora mismo! Eso te pasa por querer dañar a otros, debes aprender a respetar Park, por qué aquí se hace lo que yo digo.
Min se retiró y obligó al resto a seguir en sus labores, mientras Jimin no podía si quiera levantarse, sus rodillas dolían al igual que sus manos. Solo lloraba, hipeaba y sufría, estuvo en aquella posición por largos minutos. Elevó un poco su rostro y vió aquellos cerdos, ¿Cómo atenderlos si él no sabe nada?
Jimin jamás supo ni cómo cuidarse a él mismo, siempre tuvo todo físicamente, económicamente, pero emocionalmente... Seguía sufriendo.
Se levantó con mucha dificultad, y dió un par de pasos hasta el corral de los cerdos, bajo su mirada y noto el pantalón que llevaba bastante roto y como la sangre traspasaba la prenda, sus manitas ardían, tenía algunos raspones que sangraban y algunas cuantas piedras que se quito con cuidado.
- El jefe no suele ser así - Se acercó un chico a Jimin.
- T-odos... Dice eso y aún no veo nada bueno de él... - Respondió Jimin.
- Cierto, no lo entiendo. ¿Por qué te trata tan mal? Eres un chico muy bonito, este no es un lugar para ti - El chico le ofreció una manguera a presión.
Jimin la tomo e hizo una mueca, pues le dolió su manita. Pero aún así, la agarro y le hizo una pregunta silenciosa al chico.
- Solo presiona ahí - Señalo el chico y Jimin observo - Y el agua saldrá a presión, bastante intensa te diré. Con eso podrás bañarlos, los cerdos aman el agua, con solamente el agua, ellos quedarán limpios.
- Gracias... - Susurro Jimin.
- No hay de que. Luego te explicaré como darles de comer - Sonrió.
- Pero... Tu jefe se molestaría si se entera que intentas ayudarme.
- Lo sé. Pero no te preocupes por ello, hazlo y verás que funcionará - El chico se alejó - Por cierto, me llamo Mark - Sonrió y se alejó.
Jimin no pudo regresar el gesto agradable, su rostro, emociones y corazón no se lo permitían. Solo pudo regresar sus ojitos hasta aquella manguera y suspiro tembloroso, tomo la manguera con ambas manos, aún quejandose del dolor y la encendió.
Vaya que tenía demasiada presión aquella manguera. Jimin retrocedió dos pasos, muy sorprendido, intento tener la suficiente fuerza que no posee y apuntar el agua directo a los cerdos.
