Abrí mis ojos y solo veo oscuridad, estoy sentada en un silla, un olor muy varonil invade mi nariz, trato de visualizar algo del lugar en el que estoy, pero no lo logro, es muy oscuro, escucho pasos a mi alrededor, es imposible ubicar algo o alguien.
El miedo me invade, mi cuerpo comienza a temblar, mis manos sudan, me levanto de la silla con mucho temor trato de dar pequeños pasos pero el miedo me sobrepasa, no soy capaz, nunca he sido una mujer valiente, me devuelvo a la silla y me pongo a pensar ¿por que yo? una mujer tan simple ¿quien querría secuestrarla?
Secuestrada no, ya que no tengo dinero, trabajo en un pequeño restaurante y gano lo justo para sobrevivir, prostitución la descarto de inmediato ya que no soy una mujer atractiva, nadie daria un peso por mi, como se pueden dar cuenta mi autoestima esta tres metros bajo tierra, sonrió por mis pensamientos desubicados en este momento.
¡Órganos! Viene esa palabra a mí cabeza, por eso estoy aquí, me van a sacar los órganos, aunque la verdad no sé si alguno sirva. Mi corazón empieza a latir desesperado al pensar en esa opción, el aroma varonil ahora se siente más fuerte.
En ese momento siento algo helado tocar mi mejilla y mandibula, quedó congelada, siento que me podría orinar de miedo, paso saliva pesadamente, mi cuerpo tiembla más fuerte, me agarró con mucha fuerza de la silla, esperando lo peor.
- Eres mía -escucho un susurro en el oído. La voz es fuerte, varonil, un poco ronca, me hace erizar hasta el último pelo de mi cuerpo.
- ¿Donde estoy? -mi voz casi no sale, tengo mucho miedo.
- Estás donde tienes que estar mi pequeña -pasa de nuevo aquello helado sobre mí piel, podria asegurar que es una mano, pero no es posible que un humano este tan frio.
¡Humano, Frío, Dios mío! Ahora sí me pongo peor, esto quiere decir que sea lo que sea que me tiene secuestrada ¿no es humano?
Siento aquella presencia muy cerca a mí como si oliera todo mi cuerpo, se detiene en mi cuello, lo huele profundamente, yo sigo inmóvil aferrada a la silla.
- Hueles exquisito, pero olerte ya no es suficiente nena, necesito más de ti - su voz se escucha más ronca, siento sus helados dedos bajar la tira de mi blusa rosada, tiemblo descontroladamente.
Mis labios tiemblan no soy capaz de articular una sola palabra, nada sale de mi boca, ni gritos, nada, estoy realmente asustada. Siento que sus labios se pozan en mi hombro, me da un beso, luego una chupada y por último una lamida- eres tan dulce como lo imaginé pequeña -me susurra.
Hace lo mismo del otro lado, pero está vez va más lejos, baja mi blusa dejándola debajo de mis senos, su tacto es helado, acaricia mis senos con la punta de sus dedos, por el frío mis pezones crecen y se ponen duros de manera inmediata, pasa su fría lengua por ellos, tan suave y lento que siento un escalofrio desde mis pies hasta mi cabeza, una descarga eléctrica que funde mi atolondrado cerebro.
Succiona uno de mis pezones, con sus dedos juega con el otro, lo hace tan bien, chupa y muerde mi pezon con tanta hambre que logra sacarme un pequeño gemido que estaba intentando ahogar.
- Eso es mi pequeña, gime para mí -me siento extraña, demente, no deberia estar disfrutando esto pero a quien quiero engañar lo estoy disfrutando demasiado, tanto que mis manos se relajaron ya no tengo la silla agarrada, ya no estoy estatica, ahora mi cuerpo se arquea por la excitación.
Sube de nuevo dejando pequeños besos y mordidas en todo mi pecho y cuello, me toma del menton y alza mi cabeza, no puedo verlo por la oscuridad pero juro a ver visto unos ojos brillar, el mismo brillo que a acompañado mi soledad por tanto tiempo. Pasa su lengua, lame mis labios, luego se adueña de mi boca con hambre, con necesidad, como si hubiera estado esperando este momento por mucho tiempo, introduce su lengua en mi boca y yo le doy permiso de acceder a ella de la forma que el quiera, en ese momento en la habitación solo se escucha mi respiración alterada y los chasquidos de nuestras bocas.
- ¿Te gusta? -me susurra encima de mis labios, yo no respondo, no soy capaz, siento que todo esto es irreal, me toma del menton con firmeza y da una lamida en mis labios- responde mi pequeña ¿te gusta? -yo solo asiento en afirmación lentamente.
- ven pequeña pongámonos más cómodos -me alza y me carga, por instinto enrollo mis piernas en su cintura y rodeo su cuello con mis brazos, siento que suelta una pequeña ¿risita?
El camina a pasos lentos no se a donde mientras me besa con hambre, me agarra con una mano de la cintura con facilidad, con la otra corre mis tangas e introduce dos de sus fríos dedos en mi vagina, cuando los siento en lo más profundo de mi, no puedo evitar soltar un suave gemido, el saca sus dedos siento que los lleva a sus labios y los chupa.
- sabes delicioso y estas tan mojada por mí y para mí -me acuesta con mucha delicadeza en lo que pienso es una suave y cómoda cama, siento su enorme y helado cuerpo posarse sobre mí, me acaricia el pelo y la cara con delicadeza- por fin eres mia, por fin te tengo entre mis brazos -vuelve a besarme.
Yo sigo temblando bajo su cuerpo pero ya no tiemblo solo de miedo ahora es más placer lo que me hace temblar, el baja su mano por mis senos, abdomen y cintura, recorre mis piernas, sube mi pequeña falda rosa, encuentra mi clítoris y empieza a jugar con el por encima de la tanga de encaje blanco, hace pequeños círculos alrededor de el suavemente mientras me besa con pasión.
Empiezo a gemir sin parar y me agarro de su camisa buscando un soporte ya que el placer me tiene casi desmayada- gime pequeña, gime alto que en este lugar solo yo podré escuchar esa dulce melodía -baja sus labios hasta mis senos, chupa y muerde con ganas- tan duros, tan míos -susurra sobre ellos.
Siento que no aguanto más, mi cuerpo tiembla y se arquea, está vez me aferro de su suave pelo, gimo y lloriqueo porque siento que pronto alcanzaré un potente orgasmo- eso es pequeña acaba para mí -escuchar su voz basto para que estallara en un fuerte y largo orgasmo.
Mi pecho sube y baja, mi respiración es errática y trato de observar en medio de la oscuridad quien es el hombre que me hizo acabar de esa gloriosa manera, nuevamente no logro ver nada, solo ese pequeño destello.
Mientras mi respiración y mi cuerpo se estabilizan el besa suavemente mi cuello, acaricia mi cabello, sus manos son grandes y venosas pero suaves, paso saliva pesadamente teniendo pensamientos muy sucios, el se incorpora para levantarse y yo lo agarro como si no quisiera dejarlo ir, inmediatamente me sorprendo de mi reaccion y lo suelto- tranquila pequeña a partir de ahora jamas me ire de tu lado, solo voy a traerte un poco de agua -dice mientras se aleja.
Min Moonlight 🖤
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Mi Salvaje Y Suave Vampiro (Min Yoongi)
Fanfiction~¡GRACIAS POR REGALARME TU VALIOSO TIEMPO!~ Soy Amelie una mujer dulce, solitaria, bastante insegura pero con un corazón noble y leal, amo leer, amo la lluvia y amo las flores, me encanta los colores pasteles, lo claro, lo dulce y lo suave... pero...