LA ESPERANZA EN LA DESESPERACIÓN PT. II
Capítulo 13GROSSE HANDELSSTADT
Eiserne NationEn el camino de tierra, bordeado por rústicos puestos de comerciantes que exhibían sus exquisitas telas y sedas, Yuki se desliza con la agilidad de una sombra entre la multitud. Sus ojos color ámbar brillan mientras observa cuidadosamente a un vendedor distraído, calculando el momento perfecto para actuar.
Con movimientos suaves y sin hacer ruido, Yuki se acercó sigilosamente al puesto y hábilmente tomó unas cuantas piezas de tela, eligiendo cuidadosamente los tejidos que serían ideales para la confección de una nueva prenda.
Una vez que tuvo en su poder las telas robadas, Yuki se eleva por encima de los tejados de las casas. Con elegancia, se adentró en el cielo abierto, disfrutando de la fresca caricia del viento.
Mientras volaba sobre los techos, el aire frío acariciaba su piel y hacía ondear en libertad su cabello blanco como la nieve. A lo lejos, percibía los susurros y murmullos del pueblo Handelsstadt, el mercado en pleno ajetreo, y los ocasionales gritos de los comerciantes anunciando sus mercancías.
FREIES FELD
Eiserne Nation.Con su corazón latiendo, ella se dirigió hacia el campo abierto donde se encontraba el hogar de la abuela Weber. Con cautela, vigiló cada movimiento a su alrededor, consciente de la necesidad de evitar llamar la atención mientras se aproximaba al lugar donde hallaría refugio.
Finalmente aterriza con gracia en el patio trasero de la antigua casa de la anciana, encontrándose con Risoku, quien la esperaba con una mezcla de alivio y preocupación en sus ojos esmeraldas.
—¡Yuki-Chan! —exclamó Risoku al verla entrar por la puerta trasera —¡Qué alegría verte de vuelta! ¿Dónde has estado? Estaba preocupada por ti.
—No te preocupes, Risoku. He estado en el mercado, buscando algo de tela para hacer una ropa nueva —respondió Yuki con una sonrisa traviesa, mostrándole el botín que había conseguido.
—¿Has conseguido eso de manera adecuada? —preguntó Risoku con una mirada de desaprobación.
—Em, sip, así es —mintió.
—Yuki, sabes que robar está mal.
—Oh, vamos, Risoku. No seas tan aburrida. Además, nadie me vio. Soy muy rápida y sigilosa y necesitaba algo de diversión. No puedo quedarme todo el día encerrada en esta casa escondiéndome del rey Valhgesio y sus soldados —Yuki restaba importancia al asunto.
—Lo sé, lo sé. Pero aún así, me preocupo por ti. No quiero que te pase nada malo. Ven, vamos a la cocina, te prepararé algo de comer. Debes tener hambre.
—Gracias Risoku. Y sí, tengo mucha hambre —admitió Yuki, siguiéndola a la cocina.
Dentro de la casa, Kodoku estaba sentado en la sala, cerca de la estantería, absorto en el pergamino y el mapa que su madre había hecho. Sus ojos escudriñaban cada línea y símbolo, buscando desesperadamente algún indicio que le ayudara a entender y descifrar los misteriosos lugares marcados en el pergamino. Revisó otros mapas en busca de referencias, pero las palabras importantes estaban quemadas en el mapa, haciendo que la tarea resultara imposible. Suspiró con frustración, sintiéndose abrumado por la responsabilidad que recaía sobre sus hombros.
Mientras tanto, en la cocina, la dulce fragancia de las especias llenaba el aire mientras la abuela ayudaba a Risoku a preparar una deliciosa comida. Risoku movía con destreza los ingredientes, siguiendo las instrucciones de la abuela, quien le contaba historias de antiguas tradiciones culinarias mientras removía el guiso con cariño.
ESTÁS LEYENDO
KODOKU: The First #PGP2024
FantasíaUn príncipe mestizo lucha contra el reinado cruel de su padre y se embarca en un viaje para encontrar la libertad y la paz en un mundo devastado por guerras, hambrunas y fuerzas sobrenaturales. Perseguido por humanos y monstruos, se enfrenta a pelig...