8- Deseo

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—¿Tú también eres una de las hijas de Big Mom?

—¿H-huh?

(t/n) notaba como la mirada del chico de cabellos verdes viajaba entre su rostro y su escote mientras hablaba.

—Eres muy guapa.

—Gracias... — replicó con duda, aunque su memoria le recordó que había visto a aquel joven frente a ella antes. —Tú eres Vinsmoke Yonji, ¿no?

—El mejor Vinsmoke. — dijo con orgullo mientras le guiñaba el ojo. Tuvo que contener sus ganas de regresar a su habitación. —Te he visto anteriormente en una de las revistas, pero ya sabes, de tantas hermanas que tienes me olvidé de tu nombre.

—(t/n). Soy (t/n).

Yonji sonrió, sabía su nombre muy bien, las revistas debajo de su cama lo podían confirmar.

—Eres muy hermosa, dime, ¿estás comprometida? — su pregunta directa le provocó nerviosismo.

Se encontraba algo incómoda, sonriendo con una gota de desagrado.

—No.

—Eso es maravilloso. Nuestras familias podrían ser más unidas, ¿sabes a lo que me refiero? — a (t/n) no le gustaba a donde estaba yendo la conversación. —Mi hermano el idiota se casará con una de tus hermanas y tal vez tú y yo...

—N-No estoy interesada. — dijo ella, firme para callarle antes de que se hiciese más fantasías.

Mantuvo un intenso contacto visual con él, tratando de no quedar como un objeto frágil.

No le gustaba para nada ver la sonrisa ladina que se formó en los labios de Yonji.

—Me gustan las mujeres con carácter cómo tú.

Al terminar de decir ésto último, rodeó su brazo alrededor del hombro de la joven, quien tenía pintado en su rostro la incomodidad que sentía.

—¿Puedes dejarme sola?

—Podríamos tener un acuerdo...

—Ya dije que...

—Venga, no seas aburrida.

Le acercaba a él aún más.

La de cabellos (c/c) no pensaba quedarse quieta, en cualquier segundo le daría una patada en los testículos o incluso un puñetazo en la cara.

Apretó sus puños.

—Yonji. La señorita te ha dicho que la dejes de molestar.

—¿Huh? — frunció el ceño ante la interrupción. —¿Qué te metes, error?

—Me escuchaste bien. — habló aquel rubio con un aura oscura, su voz profunda le daba escalofríos y tenía que admitir que le gustaba. —Déjala tranquila.

Se había puesto frente a Yonji, tenía el ceño fruncido y sus penetrantes ojos no le dejaban de observar. Ella sintió la tensión aunque no podía quitar su mirada de Sanji.

Se veía tan bien con la camiseta blanca de botones que traía puesto. Tan hermoso incluso con esa expresión molesta.

El de cabellos verdes chasqueó la lengua y soltó a la chica.

—Te crees especial porque te vas a casar con una Charlotte, ¿no? — dijo Yonji con furia en sus ojos, chocando su hombro con el del rubio. —Tenías que ser de utilidad, error. Después de todo, eres un bueno para nada.

Él se alejó y comenzó una charla con el varón de cabellos azules que hablaba con Sanji anteriormente.

—¿Qué dice ese tonto? Ya quisiera él casarse con una Charlotte. — comentó la joven con molestia. —Me estaba diciendo que podría llegar a un acuerdo con Mama de casarse conmigo.

Hizo un gesto de disgusto, provocando una ligera sonrisa en el ceja rizada. Se sintió feliz al escucharle reír de tal manera.

—No le escuches, es un idiota.

—Tú tampoco, no le hagas caso, eres alguien genial. — le sonrió, provocando otra reacción por parte del rubio. Un ligero sonrojo en las mejillas de Sanji.

Tenía que admitir que había odiado la forma en la que su estúpido hermano menor había puesto su brazo alrededor de (t/n). No sólo porque lo estaba haciendo, también era el hecho de que estuviese tocando a la joven.

Específicamente ella.

No comprendía lo que sentía.

—Gracias, (t/n)-chan. — le sonrió con tanta dulzura que ella podría morirse. —Te ves muy linda.

—¡Gracias! Tú también te ves bien. — ambos caminaron en los largos pasillos del lugar, con intenciones de llegar al jardín. —¿Y que tal la fiesta de compromiso?

—Apenas salgo del dormitorio. Creo que mi familia se quedará a dormir en tu casa. — informó Sanji, no parecía muy emocionado. —Ésta mañana conocí a algunos de tus hermanos. Algunos son... dan un poco de miedo...

—Oh, te entiendo, mi hermano mayor Katakuri da muchísimo miedo, también muy molesto y estricto. Mi hermano Oven también da miedo a veces. La mayoría de mis hermanos mayores dan miedo. — comenzaba a hablar tanto cómo solía hacer. Él no se quejaba, Sanji amaba hablar con ella, aunque siempre terminaba escuchándole y lo amaba. —El único hermano mayor con el que soy muy cercana es mi hermano Cracker, aunque también es muy molesto a veces, es buena persona.

Continuó hablando de su familia, hermanos mayores, amargura, hermanas mayores, su madre, hablaba sin parar.

Sanji había notado que ella era muy abierta con él, hablaba tanto y le gustaba saber que era así con él.

—Tu familia es un poco confusa. — comentó él cuando ella le dio algo de tiempo para hablar. —Bueno, se podría decir que dentro de poco seremos... familia.

Los labios de la joven chocaron entre sí, terminó suspirando y el rubio notó que no le gustó mucho el comentario dicho por él.

—M-Mi hermana Pudding... — dijo en voz baja, como si no quisiese decirlo. —Ella es buena persona... Estoy segura y espero que tu vida junto a ella sea... linda.

La luz brillante de la tarde, el aire fresco y el ruido que se escuchaba creado por tantas conversaciones que iban en el jardín fueron parte del momento. Ambos jóvenes mantuvieron el contacto visual por largos segundos.

Tan largos que detenían el tiempo, ignorando todo lo que pasaba alrededor. Se olvidaban que estaban frente al contrario por Big Mom, porque Sanji se casaría con su hermana.

Pero eso no importaba en ese momento.

Era extraña la sensación en su estómago, pero no podía evitar ver los labios del rubio, levemente secos.

Suaves, creía que sus besos eran suaves y lentos, gentiles cómo su caballerosidad. Deseaba besarle.

Quería besar sus labios.

CONTINUARÁ...

Apaga Las Luces (Sanji x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora