Parte sin título 3

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Kagome después de dejar a su hermana decidió despedirse de sus amigos, ya se había despedido antes de irse a su época, pero ahora era para cortar durante un tiempo con las relaciones que tenia con sus amigos. También porque no los vería durante varios meses, o puede que años. No eso no lo quería pensar ella. Saldría de esa como pudiese no se dejaría vencer, nunca se dejo vencer, esta no sería la primera vez que tenía que enfrentar algo, pero los echaría mucho de menos.

Llego a la aldea de la anciana Kaede, más rápido de lo que hubiera imaginado, eso de ser un yokay tenia sus ventajas. Pero ahora tenia que concentrarse en buscar a sus amigos.

Se fue a la tienda donde vivía la anciana, pero no había nadie. Entonces pensó que podía utilizar su olfato, y recordó como olía Inuyasha cuando la abrazaba, y siguió su olor. No estaban muy lejos de la aldea, estaban exterminando un yokay, Inuyasha iba a dar el golpe de gracia pero Kagome era caprichosa, y lo quiso dar ella el golpe de gracia, así que con una velocidad impresionante, que ni Inuyasha la vio, clavo sus garras en el corazón del yokay, al instante murió.

Todos estaban atónitos como lo que acaba de pasar, nadie la reconocía, ni que ella hubiera cambiado tanto. Entonces miro uno por uno y bajo la cabeza y muy apenada les dijo

Kagome: Soy yo amigos, Kagome.

Todos(excepto Kagome) ¿¿¿Qué????- los pájaros con semejante grito huyeron de los árboles.

Todos la miraron curiosos, también se preguntaban como la linda Kagome humana, se pudo convertir en la linda Kagome Yokay. Entonces Kagome se atrevió a hablar.

Kagome: Un destino que yo no quiero seguir, un destino escrito para mi, es el camino que han decidió por mi, un adiós es lo que voy a decir, y un bienvenido a mi destino es lo que me obligan a decir.

Sango: kagome amiga, nunca se dice adiós si no hasta luego.

Kagome: No Sango es un adiós, no se si volveré, no se que hay en este destino, solo se que soy una yokay, bueno más bien dicho hanyu, diferente de Inuyasha, ya que yo pase 18 años como humana, y el restó como yokay.

Inuyasha: ¿te irás?

Kagome: Si Inuyasha me iré, pero os quería despedir. Es mejor así, si nos volvemos a encontrar algún día espero que no estéis enfadados conmigo- Kagome empezaba a llorar.

Shipo: kagome, yo...yo- el pobre cachorrito estaba destrozado, estaba apunto de perder su mama adoptiva- yo...- kagome lo abrazó, y el pequeño se puso a llorar- yo quiero ir contigo.

Pobre Shipo, pensó kagome, no lo podía dejar, para él era lo único que le quedaba, y si... no era demasiado riesgoso, pero al final gano el amor que profesaba por ese pequeño yokay que la razón.

Kagome: Shipo, puedes venir conmigo, te quiero mucho, eres mi hijito- dijo con una sonrisa.- Ahora si es hora de enfrentar lo que preparo el destino para mi- dejó a shipo al suelo, miro el sol, tenía que llegar al castillo del Este antes del anochecer, si quería llegar a tiempo tenía que transformase, ¿pero como?

Kagome se sentó en una roca, y empezó a pensar como se podría transformar en la verdeara bestia que era, primero pensó que con su forma normal no llegaría a ningún lugar, estaba casi a las tierras del Oeste y tenia que llegar al limite del Este para estar en el castillo de su padre a la hora. Que coraje tenía de no poder resolver ese pequeño inconveniente, cuando más pensaba más enfadada estaba, y sus ojos se estaban poniendo más rojos hasta que se logro transformar, en un impresionante perro enorme.

Era un perro todo negro, igual que sesshoomaru pero con un sol y una estrella dentro, el símbolo estaba en la frente y de color dorado, entonces era el momento. Miró ha sus amigos y vio que estaban a sombrados, agarro a Shipo y lo cargo en su espalda, y se fue hacia el castillo.

El pasado que esconde kagomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora