Parte sin título 2

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Eran las diez de la noche ya solo le quedaban dos horas para que su destino comenzase, ella aún no lo quería aceptar, así que se fue a dormir para no pensar.

Pasaron las dos horas y kagome se levanto con un dolor insoportable en el pecho. Intentaba aguantar el dolor pero al final no pudo m
Kagome: Ahhhhhhhh!!!!!- el grito de Kagome resonó en toda la casa.

Su madre y abuelo entraron en su habitación, los dos con expresión triste en su cara, su hermano se había quedado a dormir en casa de unos tíos, su madre no quería que él se embolicara en ese asunto.

Kagome: no puedo...- no tenia fuerzas para hablar, cuando de repente una luz le envolvió.

Dentro de la luz Kagome dentro de la luz se estaba transformando, le salieron garras en las manos y en los pies, su pelo creció y le llegaba debajo el culo, sus orejas se hicieron puntiagudas, sus ojos eran una combinación de almendra y dorado y en la frente le salió un sol con una estrella de cinco puntas al medio. Su pijama desapareció y se le cambiaron los ropajes, llevaba un top con un solo tirante de color plateado con una raya al fina de lunas estrellas, unas faldas un palmo arriba de la rodilla del mismo color que el top, pero con una raya al fina de soles. También le salió una estola y la tenia colocada en su hombro(como sesshoumaru) ella supuso que era su cola, y efectivamente era su cola.

Al acabar con la transformación Kagome se miro en el espejo, ella no sabia que se convertiría en yokay, ahora en tendía porque sus poderes de sacerdotisa iban disminuyendo. Miro a su madre.

Kagome: ¿Madre porque soy una yukai?- dijo Kagome confusa

MK: tu padre era un taiyukai, y yo sacerdotisa- explico su madre- al ser una combinación de poderes, no muy normal, durante 18 años serias humanas y los otros youkais. Eres un hanyu.

Kagome se quedo mirando expectante a su madre, miró a su abuelo y estaba muy triste.

Kagome: Nunca me dijisteis que era un hanyu, lo único que me dijisteis era que tenia que seguir mi destino.

Abuelo: lo siento Kagome, tenias que vivir una vida normal, aunque en una época que no era la tuya.

Kagome ¿Y ese destino del que siempre habláis?

Abuelo: Eso ya lo descubrirás por tu misma- y sin mas sus familiares desaparecieron de la habitación.

Se sentía solo, en un mundo donde eran todos distintos a ella, entonces solo podría ir a la época Sengoku y empezar a saber lo que le ocultaban. Ero primero tenia que practicar con sus nuevos poderes, y al amanecer ir a saber quien era su hermana. Pero lo que no sabia era la sorpresa que se llevaría al saber quien era.

Salio al patio de su casa y empezó a correr, había mejorado mucho su velocidad, la oída la tenia más fina y su olfato más desarrollado, lo malo es que no sabia hacer nada. Entonces pensó que Inuyasha la podría ayudar, pero deshizo la idea de su mente.

Empezaba a amanecer y sin despedirse se marchó a la otra época. Cuando llego a fuera el pozo la esperaba su hermana.

Kagome: ¿tu eres mi hermana?- dijo Kagome con sorpresa

¿?: Así es Kagome yo soy tu hermana- ando madre se tubo que ir yo me quede en esta época, no quería ir a otro lugar, entonces me adoptó una familia, pero como provenía de una familia de sacerdotisas tuve mi destino y ahora tu tienes que seguir el tuyo.

Kagome: ¿Kikio tu eres mi herma? No me lo puedo creer, la que yo me pensaba que era su reencarnación es mi hermana.

Kikio: Si Kagome, nuestro físico es parecido por eso, pero ahora te tengo que explicar que paso. Por que eres un hanyu y el porque de muchas cosas, pero antes tienes que comer algo, el viaje es largo.

Se fueron dirección al bosque, en medio de este, apareció un templo, el mismo templo que el suyo, el templo de la familia higuragashi, lo que no entendía era porque nunca lo había visto cuando iba a preguntar Kikio se le adelanto.

Kikio: estaba bajo protección de una barrera, ni tu ni nadie la puede sentir.

Sin más que decir se pusieron en camino, subieron las escaleras y una vez arriba, fueron dentro del templo. No había ni punto de comparación al de su época, este ese estaba mas viejo.

Kikio: bien hermana- Kagome miro sorprendida a Kikio, la mujer de hielo se había sonrojado, pero lo entendía quien no se sonrojaría al saber que después de estar muerta le había dicho por primera vez hermana, alguien casi desconocido- Nuestra madre era la sacerdotisa de este lugar, mi padre un terrateniente, se casaron y me tuvieron a mi, al cabo de dos años mi padre murió- lo decía sin sentimiento, había ha vuelto a poner la mascara de hielo- a nuestra madre no le dolió ya que no estaba enamorada de él, se caso con él porque era un acuerdo en sus familias.

Kagome: ¿Y a ti te dolió?- le pregunto kagome sin mirarla a ella, ya que era una pregunta muy personal, y más después de enterarte que tu enemiga en el amor es tu hermana.

Kikio: Eso no viene al caso, después se enamoró de Reikoumun, un Lord de las tierras del Este, un temible yokay. Entonces se quedo embarazada de ti. Había gente que no quería que nacieras por temor a la leyenda- Kikio vio que Kagome le estaba apunto de preguntar y decidió cortarla- que no te voy a contar, ese no es mi problema. Y continuo donde estaba, entonces mama se tubo que ir a otro lugar, pero no iba estar segura en esta época y con ayuda de sus poderes de sacerdotisa se fue a la otra época.

Kagome: Ahora muchas cosas tienen sentido. ¿pero como es que tu sabias que me tenias que venir a buscar?- dijo Kagome desconcertada.

Kikio: muy fácil, los descendientes de este templo, tienen la cualidad de ver el futuro, por eso se que venias, también gracias a ese poder supe que eras mi hermana, y también gracias a ese poder mama te pudo salvar- entonces Kagome lo decidió.

Kagome: Se que no se mucho de mi destino, pero te juro que volverás a ser una mujer de carne y hueso, no de barro y huesos, así podrás estar al lado de Inuyasha.

Kikio: yo ya estoy muerta Kagome, no hace falta que intentes volverme a la vida- dijo Kikio tranquila.- no hace falta que lo hagas por que mama no se entere, porque ya lo sabe, gracias a los poderes que antes te he comentado.

Kagome: No lo hago por mama, lo hago por mi, ahora que se que tengo una hermana, quiero pasar tiempo con ella, además esta hermana que tengo, se hace la fría, pero se que lo que mas desea es estar al lado de la persona que ama- Kagome sonrió a Kikio de la única manera que ella sabía hacerlo.

Kikio: Gracia Kagome- entonces Kikio mostró afecto por su hermana, le dio un abrazó donde le mostró el amor que tantos años guardó y que nunca le pudo mostrar.

Kagome: Adiós hermana, y ten por seguro que cumpliré mi promesa- Kagome iba de salida al templo, tenia una sonrisa tranquila en su cara, primero por saber que no era la copia de nadie, y segundo por haber solucionado todo con su antita rival en el amor.

Cuando Kagome ya no estaba en vista de Kikio, ella susurro unas palabras que solo las escuchó el viento, pero que estaban cargadas de afecto hacia la persona que iban dirigidas.

Kikio: Adiós hermana, el destino te a parado dificultades pero las superaras, cuídate y sobretodo recuerda que te quiero.

En otro lugar apartado de ese pequeño acontecimiento, iba en camino el Lord de las tierras del Oeste, una niña y un demonio que se parecía una rana.

Nuestro atractivo Lord, iba pensando que era lo que le aguardaba en ese viaje tan inesperado, en busca de una espada que a él ni le iba ni la viene, pero sentía un palpitar en su interior, donde le decía que aquél era el mejor camino que había elegido.

El pasado que esconde kagomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora