KIDS - SEULRENE G!P

𝐂𝐚𝐩.𝟏𝟐

(N/A: Primer sexo "casual" mío, mal narrado, pero se hace lo que se puede.)

. . .

Llegamos a una habitación, y lo siguiente fue una batalla de besos, caminando torpemente hasta la cama. Sus manos viajaban desde mi cintura hasta mi torso, sin quitarme el buzo, al menos no aún.

Su lengua no tardó en entrar a mi cavidad, robándome suspiros pesados, jugueteando también con la mía. Terminé por empujarlo a la cama, subiéndome a su regazo, quitándole la camisa, manteniendo aquella sonrisita.

Tenía un cuerpo esculpido por los dioses, estaba buenísimo, realmente buenísimo. Mis manos no tardaron en acariciar su piel, algo bronceada y con algunos tatuajes. Ambos sonreíamos, aunque recordé una pequeña cosa.

— ¿No eras gay?

— Bisexual, cariño —dijo antes de deshacerse de mi buzo y vestido, besando cada parte de mi torso ahora desnudo.

Movía la cadera sobre su regazo, al ritmo de la música que todavía sonaba abajo. Estar a oscuras, besándonos y acariciándonos era un maldito sueño hecho realidad, ni siquiera con mis anteriores ligues hacía este tipo de cosas.

— Y tú, ¿no tienes novia? —cuestionó él esta vez.

— Sí, pero ahora no quiero pensar en eso —él asintió, hasta que decidió recostarse, aún conmigo encima.

Desabroché su pantalón, bajándolo hasta sus tobillos, con sus pies terminó por sacarlo, después retrocediendo hasta estar en todo el medio de la cama.

Él jadeaba por los movimientos que hacía, al igual que yo con sus besos en mi cuello, tenía el don de besar, lo hacía mucho mejor que otras personas con las que había estado.

Excepto una, que besaba como las malditas diosas.

— HeeSeung... —gemí bajo, él llevó una mano hasta mis glúteos, apretando uno de ellos, para luego azotarlo, robándome otro gemido— ¡HeeSeung!

Bajó mis bragas, acariciando después ambos glúteos con sus dos manos, amasando y apretando, mientras que yo solo gimoteaba en voz baja, cerca de su oído.

— Estas medias de red te quedan magníficas... —comenzó a bajarlas junto con el sostén— pero mejor se verían en una esquina del cuarto...

Y las lanzó, volteándome, estando esta vez entre mis piernas, rozando aún su erección cubierta, robándome muchos más gemidos ahogados.

— ¿Qué quieres, JooHyun?

Apreté las sábanas, mirando sus ojos y abrazando su cintura con mis piernas— ... Te quiero a ti, ahora.

Volvió a sonreír, bajándose el bóxer con una lentitud mortificante, hasta que por fin estuvo desnudo ante mí. Antes de hacer cualquier otra cosa, se acercó hasta que tuve su glande en toda la cara, apoyó sus manos por encima de mi cabeza, y sin más metí este mismo a mi boca, escuchando un jadeo.

Se podía decir que soy buena en esto del sexo oral, después de todo, cumplía las expectativas de los bisexuales que me querían en su cama. Y, al parecer, cumplí otra de ellas.

Volvió a posicionarse entre mis piernas, entrando lentamente, sacándome un gemido más alto que el anterior, moviéndose de la misma manera, adaptándose a mí y yo a él, ambos gimiendo en voz baja.

Luego de un rato, aumentó la velocidad de sus movimientos, sacándome más y más gemidos, mientras apretaba las sábanas y mis piernas se mantenían en su cintura, abrazándolo.

Arqueé la espalda cuando sus estocadas se volvieron más rudas, tenaces y precisas, casi toscas, escuchando el sonido de ambas pieles chocar una y otra vez. Era tan bueno, tan excitante.