X

1.3K 203 240
                                    

Ajustando silenciosamente su falda, Nagant se miro al espejo una vez más para visualizar su nueva vestimenta. El apartamento estaba alborotado, los nuevos integrantes del equipo y los viejos yendo de aquí para allá... ¿Siquiera podían considerarse un equipo? No habían hecho ni una sola misión juntos, y ahora estaban a punto de atracar el mayor banco de Japón, o al menos unas de sus sedes.

Un camiseta sin mangas  había nada especial en su vestimenta, ni siquiera una máscara, pero le gustó lo que consiguió con este nuevo estilo. Pensó en todo lo que había hecho para llegar a este punto, las vidas que arrebato para la comisión, aquellas mentiras que tuvo que desenterrar y la mandaron directo al Tartaro. Ella se mancho las manos con sangre por la justicia, y ahora lo hacía por la criminalidad, única y exclusivamente porque era el lado más transparente entre ambos.

Sinceramente, no se arrepentía, quería ver a dónde la llevaba este viaje junto al chico y los demás villanos, después de todo no es como si pudiera hacer “lo correcto” ahora mismo, si el mundo que defendió era uno donde un montón de niños le gritarían a otro que se suicidara, entonces ese mundo podía irse a la mierda.

Miro a su alrededor mientras se ajustaban el cabello, corto y preciso evitando cualquier cola de caballo que le recordara a su vida pasada como agente de la CSPH, lo primero que vio fue a Dokugo sentado en un sofá, el hombre vestía una camiseta sin mangas blanca y pantalones negros con craneos en las rodillas junto a botas de combate moradas, su traje de villano no era nada destacable pero en realidad podía sentir el poder y el aura de peligro que emanaba.

Yukino Monoma fue una elección interesante, una mujer que estaba dispuesta a arriesgar todo con tal de ayudar a su hermanito y salir del problema en el que nadie la ayudo, vestía su uniforme de trabajo con la diferencia de que había una máscara y una red para el cabello que evitaría que se descubriera su identidad, a diferencia de Nagant y Dokugo la mujer no era perseguida por la ley, no iba a permitir que le arruinara el futuro una cámara de seguridad.

El siguiente integrante del grupo no era alguien que conociera de antes, pero Dokugo lo presento como alguien de confianza y útil para la operación, su alias era Mr. Compress y era bastante... Teatral, su tono y gestos le recordaban a esos magos que estafaban gente por televisor. Vestía un abrigo anaranjado, una máscara, sombrero de copa y pantalones negros con botas, un hombre con estilo y cuyo quirk les permitiría superar varios obstáculos.

Y entonces llegó la última persona que, a juzgar por las miradas que le dirigía de vez en cuando, Nagant estaba segura de que tenía algo en su contra más no era tan grande como para darle importancia. Slice, ella no la conocía bien y tampoco interactuaron mucho en el bar, pero no parecía estar contenta con ella por... Cualquiera que sea la razón, provocaba un severo cambio en su actitud.

—¡¿Quien se comió mi pastel?!.

Muscular atravesó la sala con una expresión furiosa y un plato vacío en manos, vestía una máscara de Hockey y una gabardina negra como traje, el hombre miro a todos con un enojo grabado en su rostro que la incitó a ponerse en guardia en caso de que se descontrolara.

De todos los presentes Muscular era sin duda el más volátil, era un hombre que no valoraba nada más allá de la violencia y la única razón por la que podían controlarlo era debido a Hikiko, era un peligro andante pero también una potencia de fuego enorme, por lo que añadirlo al atraco fue una decisión decente, en el mejor de los casos.

—Ah, fui yo —Dokugo levanto una mano desde el sofá—. Perdon.

—¡Estaba guardandolo para comer juego! ¡¿Que mierda crees que haces?!.

—No es mi culpa que lo hayas dejado descubierto, te compraré otro luego.

—¡Oh claro! ¡¿Porque no mejor te saco los dientes y arreglamos el problema?!.

ISOLATION (BNHA Villain Deku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora