WELCOME HOME {Solos TU y YO}

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Alguna vez escuchaste la frase "No te metas en donde no te llaman"

Creo que ahora va conmigo, y digo, no lo hagas si no es correcto, pero, acaso no sienten que quieren morir pero solo no saben lo que pasa en su mente, donde no hay orden, en donde uno dice que quiere morir pero termina pasando otro año, y es como "Hey amigo, si quieres morirte, ¡hazlo!" Claro que nadie te detiene, por que eres tu mismo quien lo hace, dices querer morir pero comes cuando sientes hambre, bebes cuando sientes sed, duermes cuando sientes sueño. No mientas, si quieres morir, por que aun luchas por sobrevivir.

No me gusta mucho involucrarme en cosas ajenas, de por si puedo soportar mis problemas, y quieres que solucione los tuyos, que no mame.

Veía la carta vieja y arrugada, sucia y sin cuidado, pero bien adornado, aunque el contenido que tenia era de todo menos lo que esperaba, quien escribiría estas cosas, alguien no tan bien de la cabeza, eso lo tengo seguro, otra cosa. Eddie que mierda, como me mas a entregar una caja que literalmente esta vacía y solo tiene una carta fea dentro de ella, para rematar no dice de quien es, o quien la escribió.

Hay los sucesos de la vida.

Mire por la ventana de mi habitación el vecindario, veía a los vecinos hacer sus actividades y salir libremente, entre todas esas, choque miradas con Home, quien parecía cansado, ¿una casa puede llegar a estar cansada? como sea, ahora estoy en una pelea de miradas, pero termine perdiendo, claro, como sea, volví mi mirada a la carta sucia y polvorienta y la examine de vuelta, al voltear el envoltorio, vi una P en la esquina baja, ¡perfecto! pero... No conozco a nadie que en su nombre tenga la letra P al inicio. Antes de seguir, escuche el ruido del timbre sonar, pero ahora que recuerdo... Yo no tengo timbre. Baje y abrí la puerta, topándome con Eddie de vuelta.

- Hey Eddie, ¿Qué te trae de vuelta?

- Otro paquete para ____, parece que alguien tiene muchas cosas para ti.

- Y que lo digas, igualmente, muchas gracias Eddie.

- No es nada, ¡ten buen día!

Espere a que se marchara y cerré la puerta. Analice el paquete que esta ves parecía tener un poco más de peso, volví a mi habitación y con una tijera en mano fui abriendo el dichoso paquete, en su interior tenia un montón de periódicos enrollados, en su mayoría, todos de colores negro, gris y blanco.

- Pero que sorpresa, alguien en verdad quiere que este al día.

Tome uno de los periódicos y lo extendí, en el pude leer varias cosas, que mas que alegrarme el día me hicieron reflexionar, todo coincidía en asesinatos, muertes y catástrofes. Pero que horrible periódico. Agarre otro, esta vez, hablando solo y únicamente de política, de como todo iba decayendo, en el momento que termine de leer el primer párrafo, un horrible dolor se apodero de mi cabeza, uno que me hizo querer vomitar, pero me contuve. Agarre otro, esta vez contenía fotos de niñas y descripciones de cada una, parecía que estaban desaparecidas y no encontraban rastro de ella, como si la tierra se las hubiera tragado. Lo mismo paso con los próximos 7 periódicos que leía, todos hablaban de las desapariciones de distintas chicas, niñas es su mayoría, siendo una niña negra la única de 15 años desaparecida. Tanto fue mi desconcierto, que sin siquiera haberlo notado, lagrimas se habían deslizado.

Por que, no lo se, solté un suspiro cargado de confusión y pena por las criaturas.

El penúltimo periódico que tenia en mano, esta ves siendo el único a color, trataba de lo mismo, Llegue a la ultima hoja, en donde se encontraba la foto de una niña rubia, de ojos Esmeralda, bella piel porcelana, en la foto se la veía contenta, a comparación del texto que la acompañaba, en donde explicaba su desaparición y su último día siendo vista por sus abuelos.

Y regreso, eso dolor de cabeza, el ardor en la garganta, como si quisiera gritar, sin saber que exactamente, lagrimas cayeron como río de mis ojos, con algo de desesperación agarre el último periódico sin saber por, curiosidad tal vez, lo abrí tan rápido como pude, como si mi cuerpo quisiera saberlo por si mismo, controlándose a si mismo, lo abrí, viendo como aparecía la misma niña del anterior periódico, cubierta en sangre, sus ojos sin vida, su boca bañada en sangre y cabello teñido de rojo puro. Todo cargado de imágenes explicitas, en donde mis manos parecían actuar solas, pasando hoja por hoja.

Al final, nunca se supo su causa de muerte ni quien lo hizo.

Volví a la realidad, solté el periódico de golpe y lo deje caer al suelo, tape mi boca con ambas manos e intente controlar el mar de lagrimas que era ahora, intente controlar mi pecho que respiraba agitado, intente calmarme, pero falle. Como siempre.

Mire la caja de vuelta, al final, se encontraba una carta en buen estado, la abrí.

"Uno siempre debe saber la verdad."

"Descubrí lo que intentaba hacer, le reclame, pero después de analizar su objetivo, decidí que tambien era buena idea mandártelo, antes de que el lo hiciera, claro."

"No quiero que estas mal por mi culpa, así que decidí calmar tu mente."

No decía más, tampoco decía quien lo había mandado. ¿Quién había mandado la carta? ¿Quién era esa niña y por que llore al verla?

Eran muchas preguntas para tan pocas respuestas.

Acto 3°

La había visto en sus peores y mejores momento, compartí con ella lo que no pude sentir con otros, me enseño cosas que yo mismo desconocía, y me enredo en sus encantos, cosa que con gusto acepte yo mismo sumergirme. Pero tambien le enseñe lo que debía hacer y no hacer, le explique cosas, estuve a su lado, y aun así no fue suficiente.

Por que todo acabo, y yo no pienso estar solo, sin que nadie me recuerde lo perfecto que, sin que nadie olvide las maravillas que hago, no, definitivamente no.

Prometí que la protegería, que estaría a su lado y que juntos nos iríamos y arriesgaríamos.

Promesas desechas que ahora quedan en el olvido, pero yo nunca pierdo, no ahora cuando estoy tan cerca de logarlo, teníamos nuestro hogar juntos, espérame ahí, dame más tiempo, que yo no pienso rendirme, lo que construimos juntos no se quedara en el aire, créeme.

PORQUE FUIMOS HECHOS EL UNO PARA EL OTRO.

Y yo sigo esperando.