LFYSC | Railo

Capitulo 1

Rai:

Me encontraba en el sofá viendo tiktoks con Alex a mi lado hablando de algo a lo que no estaba prestando tanta atención y de momento un plato con Chantilly estaba en mi cara. Había sido él.

Abrí la boca asombrada y antes de que pudiera embarrarlo a él se levantó- La próxima vez que no me prestes atención cuando hablo va ser peor- me dice con una mano en su cintura.

- Mira canto de puta, es mejor que abras esa puerta y te largues ahora sino te quieres ¡Morir!- grité limpiando mis ojos.

Lo ví tomar su bolso y soltar una risa.

- ¡Alondra, me voy!- avisó a la morena que estaba en la cocina, escuché como ella preguntaba: "¿Por qué?"

El pelinegro no respondió, abrió la puerta y salió sin más.

Mi mejor amiga hizo acto de presencia en la sala, mirándome primero con asombro para después soltar carcajadas como loca, la miré sería y su risa cesó.

- Te ayudo mejor.

- Sí. Mejor- fue lo único que dije. La ví buscar papel y toallas húmedas, sonreí con discreción.

Me encanta cuando me hace caso, pensé.

Se acercó a mí, sentándose en el sofá justo a mi lado y tomó mi rostro, cerré los ojos para que pudiera limpiarme y eso hacía, hasta que de pronto se ao detuvo. Abrí los ojos confundida y me encontré con los de ella, mirándome fijamente.

Debo confesar que me pone nerviosa cuando Alondra me mira por más de 30 segundos fijamente. No me pregunten por qué, honestamente ni yo sé.

Entré en colapso cuando su mirada bajo a mis labios ¿Qué está pasando y por qué no quiero que se detenga?

- Rai- susurró. Sentía su aliento chocar con mi rostro.

- ¿Hmm?.

- Bésame.

Abrí más los ojos con sorpresa, tragué grueso y no me moví, mi estado de shock aún no me lo permitía. Ví una sonrisa de labios cerrados por parte de ella y procedió acercarse lentamente, estaba tan cerca que sentí la punta de su nariz rozar la mía y seguido de eso sus gruesos labios, aún no me besaba, solo era un pequeño roce. Ella cerró los ojos, como si disfrutará del contacto.

Yo también quería cerrarlos, pero me gustaba más ver la escena. Sus mejillas severamente sonrojadas, su respiración entrecortada...

Ella tan cerca de mí.

- A veces siento que me gustas- confesé sobre sus labios.

Se separó bruscamente de mí y agarró su labio superior con su dedo pulgar y el índice. Eso hacía cuando tenía vergüenza.

Maldita sea, la cagué.

- Perdón, no sé que carajo...- dejó de hablar y se levantó del sofá.

- Alo, siéntate- le pedí y obedeció. Se sentó a mi lado me reincorporé para estar frente a frente. Cerré los ojos unos pocos segundos y respiré profundo para conseguir el valor y hacer lo que estaba pensando.

Sí, la besé.

Esta vez no era un simple beso. Ambas sabíamos que era un beso intenso; tanto que mi cuerpo estaba queriendo más de ella así que chupé su labio inferior disfrutando de lo bien que se sentía sus gruesos labios. Sus manos en mi cintura me pegaron más a su cuerpo, me fue imposible reprimir un gemido.

Se separó de mí y creí que volvería a irse, pero solo me miraba como si analizará mi rostro. Sus labios estaban rojos e hinchados, su pecho subía y bajaba y sus mejillas estaban aún más sonrojadas que antes. Sus manos que aún estaban en mi cintura me indicaron lo que quería.

Ella quería que me sentará en su falda. Y lo hice.

Me senté con mis rodillas a los costados de sus piernas, quité sus lentes y los dejé a un lado. Me sorprendió cuando de repente me tomó bruscamente de las mejillas con una mano y volvió a besarme, sus manos no dejaban de presionar mi cuerpo al suyo y eso provocaba que una ola de calor invadiera mi cuerpo. Sus labios comenzaron a dejar un camino de besos. Primero besó mi barbilla y subí la cabeza para darle más acceso, después sentí como su lengua hizo contacto con mi cuello por unos largos segundos e involuntariamente solté un jadeo.

- Alondra- gemí su nombre sin vergüenza alguna, y mordí mi labio inferior cuando comenzó a chupar fuerte, dejando quizás marcas.

Justo ahora no me importaba para ser honesta.

- Alondra...- volví a gemir cuando los chupetones fueron reemplazados por un leve mordisco al mismo tiempo en el que sus manos apretaron mis nalgas

Sin pensarlo agarré uno de sus pechos y comencé a masajearlo, ella emitió un sonido sobre mis labios, logrando encender cada parte de mí.

- Rai- la oí decir mientras desabrochaba el botón de mi pantalón- ¿Rai?- esta vez se había escuchado con eco, como si estuviera lejos. Aún así, sus dedos comenzaban a tocar la tela de mis bragas- Carajo, Rainelis - ¿Alex? Era su voz.

Abrí los ojos y miré la silueta de Alex, Alondra estaba en el marco de la puerta y ambos me miraban confundidos.

Una vez más soñaba con ella, maldita sea.

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Ojalá les haya gustado. Si fue así mándenle esto a las chicas y que reaccionen en stream jksjsjsj.

El siguiente capítulo ya está escrito, cuando llegue este a los 20 votos lo subo.

Gracias por leerme🎀.