En la casa de Alvin, que no podía dormir, se estaba preparando un café con leche y unas galletitas que tenía. De repente, escuchó gritos provenientes de la casa de enfrente. Miró por la ventana y vio cómo el padre de Gustavo lo echaba de su casa.
—Hijo de puta. —se dijo y fue directo hacia esa casa.
Topo estaba parado frente a su padre, dominado por su presencia. Él parecía pequeño y vulnerable bajo la mirada de ira y desprecio.
—Papá, perdón por quejarme. Es que me duele todo el cuerpo. —El padre, sin mostrar ninguna emoción, le propinó una patada en las costillas y Topo cayó al suelo, retorciéndose de dolor.
—No me importa. —le agarra del brazo con fuerza y lo mira fijo, sus ojos brillando con una furia contenida—. La próxima vez que te hagas el machito enfrente de tu enamorado, ¡te mato! —su voz era baja y amenazante, y Topo se estremeció de miedo bajo su mirada.
Alvin corría hacia la casa de Topo, su corazón latiendo con preocupación. Al llegar, vio a su amigo en el suelo, retorciéndose de dolor, y a su padre sosteniéndolo del brazo con fuerza, con una expresión furiosa en su rostro.
—¡Sos lo peor que hice en mi vida Gustavo! —gritó el padre de Topo.
—¡Ey, suéltalo! —gritó Alvin, intentando intervenir.
—¡No te metas en esto, Alvin! —rugió el padre de Topo, su mirada furiosa clavada en él—. ¡Este es un asunto de familia!
—¡No puedo no meterme mientras le haces daño a mi amigo! —respondió Alvin, su voz firme y decidida, mientras daba un paso adelante, dispuesto a defender a Topo.
—Ese chico es lo peor que he hecho en mi vida —dijo el padre de Topo con amargura.
—Al contrario, Topo es el mejor hijo que usted podría tener. El que tuvo mala suerte de tener un padre como usted es él —dijo Alvin con indignación y lágrimas en los ojos.
—¿Este es tu oso? —preguntó el padre de Topo con una voz llena de maldad y desdén, ignorando completamente las palabras de Alvin, mientras sostenía el oso de peluche en la mano, como si fuera una prueba de la debilidad de su hijo.
—Dámelo, por favor... Es importante para mí —dijo Topo con una voz triste y suplicante, sus ojos llenos de lágrimas mientras miraba el oso de peluche que su padre sostenía en la mano.
—Claro que lo voy a dar —dijo el padre con una sonrisa maliciosa, mientras comenzaba a romper el oso de peluche con sadismo—. Ahí lo tenés —se burló, lanzándole los restos rotos a Gustavo—. Todo lo que te haga feliz será exterminado —sentenció con una voz llena de maldad y crueldad.
Topo se quedó paralizado, su rostro desencajado por la sorpresa y el dolor, mientras sostenía el oso de peluche roto en sus manos, con lágrimas de tristeza y desesperación rodando silenciosamente por sus mejillas.
—Usted tiene que ser exterminado de este planeta, viejo hijo de puta —dijo Alvin con una voz llena de odio y desprecio, su rostro enrojecido por la furia y la rabia.
—Llévate a esa bolsa de basura de acá —dijo el padre de Topo con desdén y repugnancia, señalando a su hijo con un gesto de desprecio y odio.
—No, a usted no me lo voy a llevar. Vamos, Topito —dijo Alvin con firmeza y desafío, ofreciendo su apoyo y solidaridad a Topo, mientras se alejaban juntos del padre.
La escena se trasladó a la casa de Alvin, donde él y Topo se refugiaron después de la tensa confrontación con el padre de Topo. La atmósfera en la casa era cálida y acogedora, un contraste marcado con la tensión y el conflicto que habían dejado atrás.
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El Barrio de Nos
Fiksi PenggemarEs un barrio que viven los del Cuarteto junto con personajes de sus temas,acá no hay giras ni nada,son 7 amigos que vivirán aventuras y confrontarán problemas,tendrán entre 18 y 24 años,¿qué pasará?