Celos (Pero No Lo Llamamos Así)

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-¿Estás listo?-

Cuando Theo resopla por segunda vez, haciendo sonar las llaves de su camion y mirándolo con impaciencia, Liam comprende por fin que le está ofreciendo llevarle a la escuela. La mañana siguiente al asesinato de un gato Theo será amable, toma nota mentalmente. 

El trayecto en auto es silencioso en su mayor parte. Liam intenta encender la radio varias veces, pero Theo la apaga siempre, probablemente por lo que le ocurrió a su camioneta la última vez. A Liam le gustaría preguntarle de dónde sacó el dinero para arreglarlo tan rápidamente, y si hubo amenazas de por medio, pero su teléfono sigue vibrando, distrayéndole. Mason se muere de la necesidad de decirle algo, está claro, pero al mismo tiempo, siendo Mason, bueno, Mason, no es capaz de decírselo sin más, sin todos los -adivina-, -nunca lo adivinarás-, -sé algo que tú no sabes- y así durante otras veinte notificaciones. Liam lo encuentra tan molesto, no le gusta cuando la gente hace eso.

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A Theo le molesta.

Liam no para de mirar su teléfono y él no le presta la más mínima atención.

Después de la escuela lo dejará a pie, decreta en silencio.

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Liam ve a Mason apenas pone un pie en el estacionamiento de la escuela e inmediatamente comienza a caminar hacia él para enterarse por fin de la misteriosa noticia que ya le ha costado treinta notificaciones de WhatsApp, excepto que dicha noticia aparece de la nada y se para frente a él con una pequeña sonrisa en los labios.

-Hola, Liam- le dice Hayden, con una vena de incertidumbre en la voz.

Liam abre los ojos completamente sorprendidos, mientras Mason, a varios metros de distancia, empieza a hacer grandes movimientos con los brazos hacia la chica, como si Liam no la tuviera delante de los ojos y no fuera capaz de ver de sí mismo ahora: Hayden ha vuelto. Muchas gracias, Mason.

El caso es que Liam, y nunca lo admitirá en voz alta, lloró literalmente, con lágrimas gordas y todo, cuando Hayden le dejó antes de irse también de la ciudad. Lloró una noche entera, porque Hayden fue su primer enamoramiento real, probablemente su primer amor, y las primeras semanas sin ella han sido un infierno, literalmente. Se acostumbró a tenerla siempre cerca y con todo el drama de sus dieciséis años pensó que no podría sobrevivir sin ella, excepto que lo hizo y en un momento dejó de ser raro: tan rápido como se había acostumbrado a su pelo, su olor y sus labios, luego se acostumbró a su ausencia, sin decidirlo nunca.

Así que ahora que la tiene delante de él sin previo aviso, gracias Mason, de nuevo, Liam no tiene ni idea de lo que se supone que debe sentir. No sabe si es así como funciona, si tiene que saber qué sentir para poder sentirlo, o si debería ser algo natural. Hayden no sólo fue su primer flechazo, también es su primera ex y Liam no tiene ni idea de cómo funciona todo esto, sólo sabe que con su cara tan cerca está demasiado confuso como para sentir algo, cualquier cosa.

Hayden, en cambio, parece literalmente hirviendo de emociones, sobre todo de ira, y esos son sus dientes de mujer-jaguar, justo ahí, en el estacionamiento del colegio, y esos son unos ojos dorados llenos de odio y fijos en...

-¡No, Hayden, espera!-

Liam se lanza entre ellos justo a tiempo, apartándola del chico que tiene detrás.

Theo está de pie junto a su camioneta, quieto, con las llaves en la mano y una sonrisa desafiante en los labios, con los ojos fijos en Hayden.

-Yo también me alegro de verte-, dice con una sonrisa que provoca un gruñido inmediato por parte de la chica.

La Caperucita Roja Y El Lobo Feroz - Thiam [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora