Maratón 3/5
Desgracia; Suceso que causa un daño o una pena grande.
Aquello, personificado, se autodominaba Jimin.
Era un imán de mala suerte, de dolor y angustia constante para quienes él quería. Cada mínima persona a su alrededor estaba sufriendo por su simple existencia.
Primero fue MinHo, su fiel escudero y guardia, el único amigo que había tenido toda su vida. Tachado de traidor, escondido y herido, vagabundo que rozaba la muerte aún tratando de encontrarlo a él vivo.
Después su hermoso Yeosang, el primer hermano que tuvo y la primera persona que le hizo sentir que valía la pena no estar solo. Con Yeosang conoció la belleza de la compañía, de la palabra y la risa. Ahora estaba robándole ese derecho a su preciado hermano. Al igual, que seguramente, estaría haciendo en efecto cadena con el resto de sus medio hermanos. Niki, Sunoo y JungWon no tendrían que pagar por su rebeldía al no querer someterse ante MinGyu.
Y, por último, estaban esos dos seres que había conocido en las maneras más inhóspitas. Recuerda ver la necesidad latente en los ojos oscuros de TaeHyung cuando lo conoció al tratar de robar el castillo la noche que le presentaron a su prometido. Ese brillo, oscuro y ciertamente opaco a pesar de su contrariedad, le hizo reaccionar y confiar ciegamente en el Alfa. Sin palabras, comprendió, que TaeHyung no robaba por riqueza o gusto; lo hacía por la necesidad de alguien a quien cuidar.
Por otro lado estaban la mirada llena ee luces y esperanzas, las mismas estrellas brillando alrededor de los irís que reflejaban la luna con pureza en el Beta junto a ellos. Un hombre de fe, joven e inexperto en la vida, pero sabio y lleno de optimismo pues conocía y hablaba con la Luna.
Aquella noche, Jimin, volvió dentro de palacio no solo por dejar libre a TaeHyung y evitar problemas en JungKook; volvió porque ellos, sin saberlo ni pretenderlo, le hicieron confiar en que la Madre Luna le salvaría y a su vez en que estaba en él sacrificarse por su reino y familia.
Le llevaron a hacer lo correcto.
Hasta que lo correcto comenzó a desmoronarse. La fe puede mover montañas, pero las montañas pueden oscurecer con su gran figura la luz de la brillante fe. Y todo por estar ahí, por querer vivir cuando él no había decidido hacerlo, por estar vivo cuando él no pidió nacer; por solo no querer rendirse.
La mente de Jimin, mientras veía a JungKook en la lejanía, estaba en la humillante realidad de sus dos opiniones de la vida. Había hecho lo correcto en sacrificarse en su momento dado, pero también en ser egoísta y huir en busca de libertad.
El frío estaba siendo increíblemente egoísta aquella noche, en el viento fresco bailaban pequeñas gotas de agua-nieve, el estanca bajo sus pies se quebrada creando una capa de hielo.
-Chicos. -YunHo apareció entre los árboles, volviendo del camino que llevaba a la ciudad. -Hace mucho frío y no parece que vayan a volver todavía, ie a descansar. -Pidió con dolor en sus ojos, queriendo que sus amigos volvieran ya, pero las horas seguían pasando largas.
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Cobalto ~ VKookMin ~ Omegaverse
FanfictionSer puro y refulgente era imprescindible en la diligencia de la monarquía Park. Belleza, gentileza, dulzura pero mano firme, sonrisas, respuestas elocuentes... Todo aquello era una maravillosa pantomima que el heredero, Park Jimin, tuvo que obligars...