Maratón 2/3
Pasado el estrés de la mañana y llegando el atardecer, Jimin debía estar en la entrada recibiendo los invitados junto a sus padres. Sin embargo no era así por una sencilla razón, más bien dos, Matt y Jshep. Esos malditos Alfas la habían vuelto a tomar con él con sus luchas infantiles y malvadas.
Con su traje de gala, perfectamente planchado y limpio, había salido en busca de un antifaz al sótano solo para escuchar sus risas macabras mientras cerraban y atrancaban la puerta desde fuera. No había paz en su hogar, el castillo no se merecía ni si quiera llamarse hogar.
En instantes como ese, como aquella vez que le dejaron en el jardín por toda una noche y cogió un fuerte resfriado o aquella vez que lo lanzaron al estanque con ocho años, odiaba más que nunca las decisiones de sus padres de formar ese tipo de familia. Comprendía, como futuro monarca, la importancia de haber unido fuerzas y los reinos de sus padres, pero no soportaba en lo que se había encadenado todo aquello.
Cuando Jiwon, su madre Omega, contrajo matrimonio con YoonGi, su padre también Omega, el reino Celeste se volvió próspero y rico. Un reino envidiado por todos y único, además de innovador, al tener dos monarcas de una clase tan baja y débil como lo eran los Omegas. Aquello hizo estragos demasiado profundos en la sociedad, sobretodo de cara a las puertas cerradas de palacio.
Sus padres no se soportaban, ambos querían ser el mayor mandatario, ambos menospreciando el esfuerzo del contrario. Entonces, cuando Jimin tenía a penas cuatro años, es cuando llegó la brillante idea tras una pelea que llevó a su padre Yoongi a estar en cama dos semanas. Jiwon había golpeado con demasiado fuerza a YoonGi, rompiéndole un par de costillas, y su pobre padre se sintió inútil, indefenso y un Omega horrible cuando JiWon terminó de descargar su rabia con su cachorro.
Jimin, aún si parece imposible por la edad que tenía en ese entonces, recuerda perfectamente a su madre quebrando su muñeca ante la fuerte presión que ejerció en su agarre para obligarlo a alejarse de su padre.
Así fue como inició un caos y armonía en acople terrible. El médico que atendió a Yoongi, Hoseok, ofreció fuerza, fortaleza y amor al rey Min YoonGi. A pesar del miedo que sentía Jimin ante otra pelea, su madre se tomó de forma encantada la idea de su padre. Ambos, cada uno por su lado, formarían un harem privado con sus concubinos escogidos.
Poco a poco, año tras año, el castillo comenzó a llenarse de Alfas. Mujeres bellas y dominantes que aterraban a Jimin y hombres gigantes y mandatarios que lo intimidaban con una sola mirada.
Yeosang fue el primero de sus hermanos bastardos, el pueblo lo celebró. Un cachorro más era bienvenido como príncipe. Pero yeosang jamás tendría el título, igual que no lo tuvieron ni Niki ni Sunoo cuando nacieron con meses de diferencia cada uno de uno de sus padres.
Cuando JungWon vino a este mundo, y todos pretendían celebrarlo en el pueblo, Jimin conoció la codicia y odio real de su pueblo por sus padres. Algunos los idolatraban, sí, por ser pioneros. La mayoría parecía solo fingir por miedo a las represalias. Y la minoría, fuerte y atrayente de masas al pasar de los años, odiaban y repudiaban y repudiaban la idea de que otro Omega les volviera a gobernar.
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Cobalto ~ VKookMin ~ Omegaverse
FanfictionSer puro y refulgente era imprescindible en la diligencia de la monarquía Park. Belleza, gentileza, dulzura pero mano firme, sonrisas, respuestas elocuentes... Todo aquello era una maravillosa pantomima que el heredero, Park Jimin, tuvo que obligars...