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Chuuya estába en casa, con sus pequeños bebés,Osamu sun no volvía del trabajo y faltaban unas horas para que volviera.

Chuuya dejó a sus bebés en su corralito y fue a la puerta de la casa,abrió la puerta y pudo ver a un hombre alto parado ahí, con la mistada fría. Estaba molesto y eso Chuuya bien lo sabía.

- no es posible ¿que haces aqui?— pregunto con miedo el pelirrojo, se puso nervioso con la respuesta del hombre—

- Chuuya, hasta que por fin apareces,tú madre está muy mal, está preocupado por ti— le informo el hombre— vuelve, tienes que volver con nosotros.

- no, ustedes no me quieren y jamás lo hicieron,me tenían siempre encerrado, no me daban libertad ¡odiaba mi vida con ustedes!— decía molesto, intentaba no hacer mucho escándalo para no hacer llorar a sus hijos—

- Chuuya, si te encerrábamos era por tu bien, no queríamos que cayeras en el mismo mundo al que tú madre y yo caímos— se excusó su padre—

- ¿en que mundo? Ustedes son unos adictos a las apuestas, ¡iban a venderme!

- Chuuya, no—

- ¡no me mientas! ¡La noche en la que desaparecí, ustedes me querían vender para ser un esclavo en ese tráfico de personas! ¡Todo por que no pagaron una estupida deuda!

- Chuuya, basta. No es lo—

- ¡si es lo que pienso! ¡Ya lárgate!— cerró la puerta en la cara del hombre—

Chuuya comenzó a alterarse, su mente comenzó a fallarle,cayó de rodillas al suelo. Comenzó a sudar,su cuerpo se volvía débil,también a temblar. Comenzaba a tener debilidades para respirar,tenía dolor en el pecho y su corazón estaba latiendo más rápido de lo normal.

La puerta fue abierta y Dazai pasó a la casa, notando a Chuuya en el suelo delante suyo, mientras le estaba dando un ataque de ansiedad.
Sin pensarlo mucho, se acercó a Chuuya y lo abrazó, recostándolo sobre su pecho y acariciaba su espalda.

Horas más tarde

- Chuuya, mi amor, ¿Que pasó? Te encontré en el suelo teniendo un ataque de ansiedad, ¿estás bien?— pregunto el castaño acostado en la cama donde Chuuya estaba sentado, tratando que Haraki se durmiera—

- me dio un ataque de ansiedad, Osamu— dio media vuelta para ver a su marido acostado— el volvió por mi, q-quiere venderme de nuevo.

- maldito, sabía que ese hombre no iba a dejarte en paz— el castaño se acercó al pelirrojo, abrazándolo por la espalda— mi amor, tranquilo, nada va a pasarte— dijo mirando a su hija en brazos se su esposo—

- no lo se, mis padres hacen todo por saciar sus adiciones, no quiero que me vendan a quien sea y me use para usarme de sirviente,esclavo o juguete sexual, parte de que te amo, me siento seguro contigo.

- mi amor, no pasará nada, tienes mi protección y la de la port mafia. Nadie toca a la familia del jefe de la mafia,por que nadie salía vivo de esta si te llegara a pasar algo.

- Dazai, mis padres no se rinden así de fácil, ¿crees que?

- si, conozco a tu padre por que trabaje con el, pero no es gaps de serme frente ya que sabe que lo único que conseguirá será su propia muerte.

- no me preocupa eso, se que a ti lado estamos bien protegidos.

— Chibi, no te preocupes por ellos, no pasará nada. Puedo poner más seguridad si eso te hace sentir seguro.

— no quiero que más hombres me protejan. Osamu, ese es tu trabajo,no quiero la protección de tus subordinados. Quiero la tuya

— entiendo, puedo quedarme más tiempo en casa y cuidarlos, además que gran parte de mi trabajo es papeleo, puedo hacerlo en mi oficina desde casa.

Esposo trofeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora