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Era tonto y extraño; ahora Chuuya tenía a mijos detrás de él. Nikolai, sus padres, y muchos enemigos del pasado de Dazai.

Pero no comprendía el porque estaban detrás de él si el no trabajaba en la mafia,le sólo se dedicaba a cuidar de la casa y sus pequeños.

Una ama de casa básicamente

Tal vez no fueron sus planes de casarse cuando era más joven pero si amaba a sus pequeños y su esposo, ahora tenía más que miedo de perder tanto a sus niños como al hombre que más ama.

Lo de Nikolai era un capricho, no entendía del porque ahora lo odiaba tanto si hacía unos días hablaban como si se conocieran de toda la vida.

Ahora no sabía que hacer, tenía a todos el mundo en su contra y lo único que él quería era un buen lugar donde sus bebés puedan crecer sin problemas.


Chuuya besaba a Dazai, mientras este lo tomaba con fuerza su delgada cintura, haciendo para Chuuya difícil el poder seguirle el ritmo.

Se acostaron en la cama donde Dazai no soltaba a Chuuya ni dejaba de besarlo, bajaba sus besos por su cuello hasta su vientre donde tenía la cicatriz de tener a sus hijos.

- ah...— el pelirrojo se sintió un poco sensible, el parto fue algo bastante fuerte y doloroso para el pero el dolor se fue al tener a sus pequeños en brazos—

- que te pasa?— pregunto al notar al pelirrojo un poco incómodo por el tacto—

- nada...solo recordé el parto...

- se que fue muy doloroso para ti...— el castaño, en una forma de calmar al más bajo, besó su vientre con cuidado para no lastimarlo—

- tuve miedo

- el parto de un hombre siempre fue más difícil que el de las mujeres, ya que no está en nuestra genética o al menos en la mayoría. No está para tener bebés, pero tú fuiste muy valiente al darme a mis hijos y te amo mucho por eso y más.

- yo...

- te amo mucho

- yo igual...

- quiero lo mejor para ti y para mis hijos, es por esto que hago lo que hago ¿si? Pronto tendremos nuestro hogar donde nuestros hijos puedan crecer sin miedo,sin estar relacionados con mi trabajo, es una promesa.

Chuuya sonrió, dándole un pequeño beso en su frente y el castaño sonrió y se acosto entre las piernas de Chuuya.

Amaba tener momentos pequeños pero recordables con su esposo, sabía que Chuuya no tenía mucho tiempo con Chuuya pero en su mente las 24/7

Fyodor entró a la casa donde estaba Dazai con su familia, sabía que tenía que checarlos cada cierto tiempo, y fue directo a la habitación donde estaban los niños.

Los bebés dormidos y eso le bastó,luego fue a revivirá a la pareja casada, viendo como Dazai dormía abrazando a Chuuya por la cintura, mientras Chuuya escondía su rostro en el pecho de su esposo.

Así solo termino de checarlos para poder irse a su casa y dormir con su esposo y su hijo.

Entro a su casa y a su habitación, y no vio a su esposo, pero si vio a su hijo dormido en su cama y este dormía en el lado de Fyodor y Fyodor se acercó al pequeño Niño.

Lo tomo en brazos y esto hizo que el niño despertara un poco, y comenzara a quejarse un poco, era un niño de 3 años y medio, podía hablar un poco.

- mi Niño, ¿y tú padre?

Esposo trofeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora