UN DIA DE PARTIT

CAPÍTULO 12

N/A: Buenas!!!!Por aquí os dejo la actualización que os había prometido a algunas como regalo de antes de empezar las clases, rozando la media noche pero es que al final me ha salido más largo de lo que esperaba. Espero que lo disfrutéis y que no sufráis mucho, jiji, os leo en comentarios como siempre. Besos!!!!!

ALEXIA

Hoy es Nochebuena, y como todos los años desde que murió mi padre, cenamos mi hermana, mi madre y yo juntas en casa, primero solíamos juntarnos con toda la familia de mi padre pero desde que no está dejó de tener sentido, ya que podemos decir que la mayoría de ellos no se portaron bien con nosotras, y con lo que sí tenemos relación nos juntamos todos los domingos así que no hay drama porque ni nos juntemos un día en específico.

Cuando termino de desayunar me arreglo y voy a la casa de mi madre para ayudarle en todo lo que haga falta y de paso comer con ella y con mi hermana, que también anda ya por allí. Me llevo a Nala conmigo porque evidentemente no puedo dejarla sola tanto tiempo, y además, mi hermana también tiene un perro así que no creo que se aburra.

-        Ya estoy en casa- digo mientras cierro la puerta.

-        Estamos en la cocina, cielo- escucho que dice mi madre.

Suelto la correa de Nala y la dejo en el taquillón de la entrada, y luego me quito el abrigo y el bolso para colgarlo del perchero que queda justo al lado.

-        Estás guapísima hija- es lo primero que dice mi madre cuando me ve entrar por la cocina- ese tono de rubio te queda genial.

Es que ayer fui a la peluquería para retocarme las puntas y de paso decidí aclararme un poco el pelo, no sé porqué lo hice la verdad, fue un impulso, como cuando me puse el pelo rosa.

-        Gracias, mamá, ¿en qué te puedo ayudar? – pregunto mientras la abrazo por la espalda ya que ella está cocinando.

-        Pon la mesa anda, que yo esto ya está prácticamente listo.

-        ¿Dónde está la tata?

-        La he mandado a comprar el pan porque no paraba con el telefonito y no me estaba haciendo ni caso, todo el rato mandándose mensajes con alguien. Yo creo que tiene algún ligue por ahí.

Yo sonrío imaginándome de quién se trata el ligue de mi hermana, pero mi madre, que no se le escapa una, se da cuenta y empieza a interrogarme.

-        Tú sabes algo pillina- dice apagando el fuego.

-        ¿Yo? ¿Qué voy a saber?

-        Alexia tú a mí no me engañas, cuéntamelo venga....

Justo en ese momento escucho la puerta de la calle abrirse, uf, menos mal, salvada por la campana.

-        Buenas, ya estoy de vuelta. Hola tata- dice saludándome con dos besos.

Pasamos la comida bastante tranquila, poniendo al día de nuestras vidas a nuestra madre, ya que llevábamos bastante sin tener una conversación madre e hijas. Por la tarde, aunque después de una siestecita, mi hermana y yo nos encargamos de hacer el postre para esta noche mientras que mi madre termina de preparar la sopa de galets que cenaremos en apenas unas horas.

No hacemos más que terminar de recoger lo que habíamos ensuciado Alba y yo cuando, de pronto, suena mi teléfono, que está cargando en el salón, así que salgo de la cocina corriendo para contestar la llamada antes de que se corte.

-        Diga- contesto ya que no he visto el identificador de llamadas con las prisas.

-        ¿Alexia? – pregunta una voz temblorosa que reconozco como la de Ada según la escucho.