CAPÍTULO 3

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MINI MARATÓN 1/2

ALEXIA

Con Alba decidimos ir a comer a un chiringuito en el que solemos parar cuando vamos a la playa, y donde se come de lujo, así que de camino mi hermana llama para reservar y nos dicen que hasta las tres no tiene hueco, por lo que nos toca hacer algo de tiempo.

Como las temperaturas todavía no han bajado, decidimos que lo mejor es dar un paseo por la playa. Si por nosotras fuera nos tiraríamos horas andando por la orilla, a nuestra madre la solemos sacar de quicio, ya que ella es de las que se tira en la toalla y se pone al sol vuelta y vuelta.

- Tata, ¿vas a empezar ya a hablar o te voy a tener que sacar la información con cuentagotas?

- A ver, ayer tuvimos partido- empiezo diciendo.

- Lo sé, ganasteis – me interrumpe Alba.

- ¿Quieres que te lo cuente o no?

- Sí, sí, sigue.

- Pues eso, que teníamos partido, y como jugábamos en casa saltamos al campo de la mano de los niños. Y a mí me toco salir con Ada, que al parecer es una de tus alumnas.

- Sí, esa niña es un amor.

- Mientras estábamos esperando para salir me presenté, y me dijo que ya sabia quien era, que su mamá decía que era muy guapa.

- Me imagino a Clara diciendo eso- dice imaginándose claramente la situación.

- Total, que le prometí mi camiseta y al final del partido la busqué en la grada, le pedí a uno de los de seguridad que las dejase bajar, y estuve hablando un poco con la niña. Cuando nos íbamos a despedir me pidió sacarnos una foto y enseguida su madre sacó el móvil para hacérnosla. Bueno, que me he enterado hoy que es su madre y que se llama Clara, ayer no cruzamos palabra, pero mientras posaba con la niña era incapaz de quitar mi vista de ella. Es como si tuviera un magnetismo especial o algo.

- Ay, que a mí hermanita por fin le gusta alguien- dice emocionada dando saltitos y palmaditas.

A veces parece que todavía tiene cinco años, pero en fin, así la quiero.

- No digas chorradas Alba, ni siquiera la conozco. Me parece atractiva sí, pero no sé nada de ella, excepto su nombre y que tiene una hija adorable. Además seguro que tiene novio, o peor aún, marido.

- Pues la verdad es que no lo sé, quitando un par de veces que ha venido con otra chica, que debe ser su hermana porque Ada la llamó tita, en el cole siempre la veo sola.

- Bueno que sí, que no me voy a hacer ilusiones con algo que no va a pasar. Solo te lo quería contar porque hacía demasiado que no me sentía así, y quería compartirlo con alguien, pero si llego a saber que te vas a poner se le cuento a Mapi.

- Seguro que la leona ya ha intentado sacarte información, ¿o me equivoco?

- Ayer mientras íbamos al vestuario lo intentó.

- Ag, odio que sea más rápida que yo- dice de broma.

Ya casi es la hora de la reserva así que caminamos de vuelta al coche para quitarnos la arena de los pies, y luego vamos al chiringuito, donde desde hace años nos conocen por el nombre. Que podemos decir, somos clientas habituales, además es de los pocos que no cierra durante los meses de invierno, lo cual es un puntazo, porque cuando queremos despejarnos de todo y pasar una comida tranquila venimos aquí.

Cuando terminamos, Alba me convence para pasar la tarde de compras, cosa que no me hace mucha gracia, pero viendo la ilusión que le hace a ella no puedo decir que no. Al final termino comprándome un par de conjuntos de diario y un vestido, a petición de mi hermana, para cuando, y cito textualmente, me arrastre de fiesta.

De vuelta a la ciudad, la dejo en su piso y yo me voy al mío, donde nada más abrir la puerta me recibe mi pequeña bola de pelos.

- Hola chiquitina- digo agachándome para poder acariciarla- ¿me has echado de menos?

La perrita responde lamiéndome la cara, por lo que me lo tomo como un sí. Como lleva desde esta mañana sin salir, dejo rápido la bolsa del entreno en la habitación y cojo su correa para que salgamos a dar un paseo.

Después de la lesión he descubierto que salir a pasear con Nala es mi momento terapéutico del día, es cuando de verdad me doy el tiempo de conectar conmigo misma, y de pensar o dejar la mente en blanco, depende del día.

De vuelta en casa, le pongo agua y comida a Nala mientras yo me preparo mi cena, un poco de salmón a la plancha y verduritas. El resto de la noche pasa sin pena ni gloria, viendo un par de capítulos de la serie que tengo ahora entre manos. 

UN DIA DE PARTITDonde viven las historias. Descúbrelo ahora