Touch Me.

03

Hyunjin se despertó con el aroma del café entrando en su sistema. Instintivamente abrió los ojos y se encontró en una habitación grande, justo como la recordaba. Los colores de las paredes oscilaban entre blancos y grises, el piso de madera en el que estaba tirada su ropa, los cuadros que tenía sobre la mesa de noche, todo seguía como la noche anterior. 

Tomó su ropa y entró al baño, donde se vistió y se lavó la cara. Minho tenía un baño de buen tamaño. Su lavabo mayormente cubierto por algunas cremas o cosas de aseo personal le dió un flashback a Hyunjin, pues el segundo round había tenido lugar ahí mismo.

Mientras se miraba al espejo, no pudo evitar desviar la mirada a su muñeca derecha. Su tatuaje seguía igual que siempre. Minho no era el amor de su vida, y aún así lo hizo sentir jodidamente especial. 

Salió del baño y se dirigió a la cocina, dispuesto a despedirse y continuar su vida. Sin embargo, Minho lo esperaba con dos platos llenos de kimchi recién calentado y dos tazas de café. 

—Buenos días, Hyunjin—saludó Lee, con una pequeña sonrisa nerviosa.

—Buenos días, Minho. ¿Dormiste bien?

—Lo suficiente como para no parecer un pato caminando, creo.

—Lo siento.

—Nah, está bien. Creo que me hace falta acostumbrarme más—dijo, riendo. Hyunjin rió también, y luego ambos se quedaron en silencio. Minho no sabía muy bien como tratar la situación. No es que sea muy común que amanezca con extraños en su departamento. Tampoco quería clavarse con el primer chico con el que se acostó en cuanto se mudó a la ciudad, pero Hyunjin se sentía bien. 

—Tu departamento es bonito—halagó el rubio, rompiendo el silencio.

—Gracias, venía ya amueblado, pero creo que le di mi toque personal aún así.

—Sí, se siente como tú.

—¿Cómo yo?

—Eso dije. No me preguntes, no puedo explicarlo, pero se siente como tú. 

—Esta bien, rarito—aceptó, con una sonrisa. Ambos comieron en silencio, y justo cuando estaban por terminar, Hyunjin habló.

—¿Tienes planes para en la tarde?

—¿Quieres ir conmigo y unos amigos a la playa?—le propuso. No es que invitaría a cualquiera, pero supuso que ir con Hyunjin en lugar de estar de mal tercio era mejor. Además, Hyunjin no parecía una mala persona.

—¿De verdad? ¿No es un plan súper misterioso y sorprendente para seducirme de nuevo y luego dejarme tirado en la playa sin mis pertenencias y sin saber cómo regresar porque temes enamorarte profundamente de mí?

—No, excepto por la parte de seducirte de nuevo y dejarte tirado en la playa. Eso suena gracioso.

—Woah, de acuerdo—dijo, tras un momento de pensarlo—¿A qué hora nos vamos?

—Regresa en hora y media. ¿Sabes manejar?

—Por supuesto, pero no lo haremos en mi carro, recién lo llevé a lavar.

—Hecho. 

Sin más, ambos se dirigieron a la puerta. Luego de una despedida corta, Hyunjin caminó por el pasillo del edificio hacia el elevador con una sonrisa en su rostro. ¿Acaba de aceptar irse con un extraño y sus amigos a la playa? Su mamá estaría decepcionada de que sus pláticas sobre extraños peligrosos fueron en vano.

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Minho cerró la pequeña maleta que iba a llevar y se sentó a esperar por Hyunjin. Le mandó un mensaje de texto a Jisung avisándole de su nuevo invitado. Justo cuando checó la hora, el timbre de su departamento sonó.