El clima se volvía cada vez más fresco, indicando la llegada de Diciembre. Esa época del año hacia feliz a Minho, pues le encantaba salir a la nieve, tomar bebidas calientes, estar envuelto en cobijas y ver maratones de películas navideñas. Realmente era lindo.
Era domingo, no tenía muchas ganas de prepararse algo para desayunar y en el refrigerador no había muchas cosas. Le hacía falta surtir la despensa. Decidió pedir algo a domicilio y desayunar viendo una película.
Cuando el timbre de su departamento sonó se levantó del sofá con el dinero en mano, creyendo que era el repartidor. Por eso se sorprendió cuando encontró a Hyunjin delante de él.
—Lamento haber estado tan ausente—fue lo primero que salió de los labios del más alto. Se sentía apenado por toda su ausencia.
—Esta bien, estabas ocupado. Entiendo.
—Sé que llamaste y no respondí, perdón. Fue una semana bastante pesada.
—No te preocupes por eso. ¿Quieres pasar?—Minho ofreció, con una sonrisa tranquilizadora.
—Sí, gracias.
Hyunjin entró al departamento y empezaron a conversar, el tema principal fue como le había ido a Hyunjin en la universidad. Eran sus exámenes previos a las vacaciones de invierno y finalmente en febrero se graduaría.
Cuando el repartidor llegó entre ambos comieron lo que Minho había ordenado y alguna otra cosa que aún quedaba en la despensa. Hyunjin, disculpándose por llegar de improvisto, le propuso a Minho salir a comer, así podrían tener una linda cita luego de todo el tiempo ausente.
Lee aceptó encantado. Mataron el tiempo de espera haciendo un ranking de las series y películas de distintos géneros que más les gustaban. Cuando finalmente se de dió la hora del almuerzo, Minho y Hyunjin salieron rumbo a un bonito restaurante.
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—Lamentamos haber puesto tanta presión sobre tus hombros, hijo—dijo su madre, mientras le acariciaba el brazo.
Chan había terminado en casa de sus padres. Paso la noche ahí, sin dar muchas explicaciones, y por la mañana decidió afrontar el tema. Ahora que sabían lo que había pasado con Yon, se había quitado el peso del matrimonio. Solo faltaba lo del trabajo.
—Esta bien, solo espero que entiendan que ahora quiero empezar una nueva etapa.
—Claro que sí, cuenta con nuestro apoyo.
—Sobre eso... renunciaré al trabajo que tengo ahora—soltó, esperando que esta vez sí contara con el apoyo de su familia.
—Vaya, ya era hora de que dejaras ese lugar. Puedo ayudarte en...—su papá fue interrumpido por Chris, quien estaba nervioso porque esa plática no había salido bien tiempo atrás.
—Me gusta la música. Quisiera... quisiera dedicarme a eso.
—Christopher—la voz dura de su padre quiso acabar con cualquier esperanza que Chris tuviera, pero él se mantuvo firme a su sueño.
—Papá, ya soy un adulto y he tomado esa decisión. No te pido que me consigas trabajo, te pido que no interfieras mientras busco uno.
—Ya hay muchos cantantes y productores en la industria, hijo. No creo...
—Puedo convertirme en uno de ellos. Lo puedo hacer si ya no interfieres.
La madre de Chan notó el anhelo con el que su hijo pedía poder dedicarse a lo que le apasionaba. Se dió cuenta de que a menos que ella interfiriera, Jack no cambiaría de opinión con tanta facilidad. Que suerte que era el amor de su vida y Jack deseaba cumplir todo lo que ella pidiese.
—Propongo esto, cariño—dijo, centrando la atención en ella—Que Chris tenga un plazo para encontrar el trabajo. Si no lo encuentra, debe dejar eso. Si lo encuentra, pues felicidades y tú dejas que haga lo que le gusta.
—Me parece bien—respondió Chan, feliz de que por primera vez tuviera un chance de logar lo que tanto quería. Su papá lo pensó unos minutos y finalmente dijo:
—Un mes.
—¿¡Un mes!?
—Mes y medio, querido—pidió Jessica, la madre.
—De acuerdo, pero si no lo consigue se olvidará de eso.
—Lo haré. Gracias.
Chan estaba rebosante de alegría. Después se preocuparía por conseguir el trabajo, era el momento de disfrutar su pequeño triunfo. Por alguna razón pensó en que Minho debía ser el primero al que le contaría que por fin las cosas estaban mejor. Quería ir a visitarlo y decirle en persona, pero aún debía tener cuidado en el edificio por cualquier incidente que se pudiera ocasionar, así que mejor lo llamó para saber si podía ir.
—Hola, Minho. Soy Chan.
—Hola, Chan. ¿Pasa algo?
—Nada malo, solo quería saber si podía ir a visitarte y hablar un rato—Sin saber porqué, una sensación de nerviosismo se instaló en su pecho mientras hablaba con Minho.
—¿Justo ahora?—preguntó, dubitativo.
—Cuando puedas, no hay problema.
—¿Qué te parece mañana en mi hora de descanso?—propuso, mientras le echaba una mirada a Hyunjin.
—Sí, genial. Pasaré por ti.
—De acuerdo, nos vemos mañana.
Se despidieron y la llamada finalizó. Chan estaba que suspiraba de alivio. Las cosas finalmente empezaban a tomar el rumbo que él quería. Tenía el presentimiento que empezaba a formarse un futuro prometedor para él.
Por el otro lado, Minho se disculpó con Hyunjin por la interrupción.
—Lo siento, era Chan.
—Oh, ya. ¿Cómo le va?—preguntó, aunque sin muchas ganas. No lo había conocido lo suficiente como para interesarse, pero a Minho parecía importarle.
—Espero que mejor—dijo, con un suspiro—Yon y él ya no están juntos.
—Vaya. Debe ser difícil terminar una relación así. Aunque desde la playa no se veían muy... enamorados.
—Creo que llevaban rato pasándola mal. Fue triste, pero ellos hicieron lo que creían mejor.
—Espero que estén bien.
—Cambiando a un tema mucho más feliz: pronto estarás de vacaciones. Deberíamos salir a algún lugar ¿no? Sería divertido.
—Sí, podríamos hacer algunos planes para la temporada. Tal vez esquiar.
—¡Sí! Me gustaría intentar eso. Probablemente me rompa algo.
—Practicaremos tu equilibrio—dijo, luego de reírse por la broma de Minho.
El resto de la tarde pasearon en un parque, disfrutando la compañía y lo agradable del ambiente. Había varias parejas y familias que también andaban por ahí, riéndose y divirtiéndose.
Tiempo después regresaron al edificio donde Minho vivía, se despidieron en el lobby para que Hyunjin no tuviera que subir y bajar.
—Ya no te desaparezcas tanto.
—Es que soy batman y la ciudad me necesita.
—Si, como no.
—Es en serio, pero no le digas a nadie porque no podría con la fama. Es súper secreto.
—Mantendré tu súper secreto a salvo, entonces.
—Gracias por la confidencialidad. Nos vemos pronto.
—Nos vemos pronto.
Y Hyunjin salió del edificio haciendo una vuelta exagerada con su abrigo negro. Minho rió y subió hasta su departamento. Ya en su habitación, se preparó para dormir, recordando que mañana vería a Chan.
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Touch Me.
FanfictionChan y Minho se habían resignado a no encontrar al amor de su vida, pues parecía una tarea un tanto difícil. Sobre todo si uno de ellos es introvertido y el otro usa un guante de cuero en su mano derecha. Pero los azares del destino hacen que se co...