Los días fueron pasando, así como las semanas y pronto un mes. Las fiestas navideñas habían estado llenas de recuerdos, momentos felices y muchos regalos. Cada quien pasó Navidad con su familia, excepto por Jisung y Changbin, quienes decidieron reunir a ambas familias en su casa.
Sin embargo, eso no había detenido a ninguno de ellos de verse. Aprovechando las vacaciones, decidieron salir todos juntos a esquiar. Se divirtieron mucho, hubo muchas caídas y risas, momentos que ninguno de ellos olvidarán.
Minho y Hyunjin salían bastante seguido, pues cuando Hyunjin regresara a la universidad estaría muy ocupado con sus finales y la graduación. Lamentablemente, ninguno sentía que iban llegando a algún lado. Eran citas lindas, divertidas, con buenos momentos en la cama, pero nada que se sintiera como amor, nada los llenaba por completo. Aún así, ninguno le había mencionado esa situación al otro.
Por otro lado, Minho y Chan se convirtieron en buenos amigos, sus platicas profundas los llevaron a la mutua confianza y comodidad. De vez en cuando quedaban para desayunar o comer (casi siempre iban al mismo lugar donde lo llevó Chan por primera vez), y cuando se veían por cuestiones de la boda de Jisung y Changbin también pasaban momentos agradables. Sentían una conexión especial.
Minho iba entrando al supermercado, dispuesto a hacer las compras mensuales y llevarse una caja de sus donas favoritas. Estaba en el pasillo de los refrigeradores, buscando yogurt y queso, cuando se encontró con un chico que le resulto conocido. Lo había visto en la cafetería de Yon. Era el chico que siempre se vestía muy bien. Quiso saludar, pero le dio vergüenza acercase como si nada, así que tomó lo que necesitaba y cambió al siguiente pasillo.
Cuando terminó todo lo de su lista, enfiló hacia la panadería para tomar las donas. Las busco donde siempre estaban, pero encontró el estante vacío, así que fue al mostrador.
—Disculpe, señorita, ¿ya no tiene más donas glaseadas?
—Oh, lo siento, el joven de allá se llevó la última docena—la joven se disculpó, señalando a un hombre castaño que iba por la sección de las frutas.
—Bueno, gracias.
Triste porque se había quedado sin donas, pensó que tal vez podía negociar media docena con el hombre. Se acercó lo suficiente como para reconocer la silueta de la persona, e inmediatamente lo llamó.
—¡Ey, Christopher!—El nombrado volteó, primero confundido y luego con una sonrisa se acercó.
—¿Minho?
—Así que tú eres el que se lleva la última docena, eh—recriminó, medio en broma.
—Lo siento, ahora que no vivo tan cerca tengo que comprar más—apenado se disculpó.
—¿Dónde estas viviendo?
—Ah, no te había dicho. Me estoy quedando en un hotel en el centro de la ciudad. El gerente conoce a mi papá, así que me hacen descuento—respondió, con una leve risa. Tener padres conocidos le daba algunos beneficios.
—¿En un hotel?
—Tiene sus ventajas. Me dan servicio a la habitación—añadió, sin poder pasar por alto este detalle tan importante.
—Vaya—Minho se imaginaba como debía ser pasar de tener un hogar en pareja vivir en un hotel, solo. Debía ser un poco aburrido.
—Si... pero estoy cómodo ahí, por lo mientras.
—¿Qué te parece si vamos a mi departamento? Podemos charlar un rato y de paso me invitas donas.
—Encantado.
Juntos fueron a pagar lo que había en sus respectivos carritos y salieron rumbo a los departamentos.
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—Entonces, ¿Cómo has estado?
—Mejor—respondió, sincero—He aprovechado este tiempo para reflexionar mucho sobre mi vida y quién quiero ser en el futuro. Ha sido tiempo de calidad conmigo mismo, creo que me ha hecho bien.
—¡Me alegra oír eso! Es muy bueno conocerse a si mismo. Te conviertes en una mejor versión.
—Eso espero.
Minho cambió el tema, enfocándose ahora en las respuestas al trabajo de Chris. El castaño le había platicado que había mandado solicitudes a algunos lugares, pero no le dijo que tal le fue con las respuestas.
—¿Cómo te va con las solicitudes? ¿Alguna empresa ya te respondió?
—Las que me han respondido han sido con un "Lamentablemente..." y de las pocas que no me han dicho eso aún no tengo noticias. No creo que la respuesta vaya a ser muy diferente.
—Rayos. Entonces si tendré que poner mi propia discografía. Que bueno que estudie administración.
Chris comenzó a reírse, pero algo dentro de Minho empezó a maquinar. ¿Qué tan difícil podía ser? Bueno, sí, iba a ser difícil, pero no imposible. Decidió expresar lo que estaba pensando.
—Sería difícil al principio, pero podemos hacerlo. ¿Quieres hacerlo?
Chan abrió los ojos, sorprendido.
—¿Qué? Minho, no es...
—¡En serio! Mira, vamos a necesitar al menos el equipo básico de grabación, ponernos creativos con los diseños, encontrar artistas que se quieran unir a nosotros, establecer relaciones con la prensa y seguro mil cosas más que aún no he pensado, pero se puede. Nos podemos hacer un lugar en la industria.
—¿De verdad? ¿Estarías dispuesto a arriesgarte con un proyecto así?
—Sí. Yo creo en tu talento, Chan—le dijo, mirándolo directamente a los ojos. Aún no había escuchado mucha música producida por él, pero lo que le había mostrado era suficiente como para saber que tenía bastante talento.
Sus palabras impactaron en Chris, quien empezó a considerar la idea.
—Vamos a necesitar financiación, y vamos a tener muchos pro...
—Chan, ¿tú estás dispuesto a arriesgarte?
Iban a tener obstáculos difíciles de superar, pero el hecho de que alguien lo apoyara de esa manera, que creyera tanto en él para arriesgarse a un proyecto así, le hizo imposible decir que no. Sintió esperanza, se permitió soñar.
—Sí, sí.
—Entonces encontraremos la manera, ¿de acuerdo?—Un Minho decidido miraba a Chan con una sonrisa en el rostro. Le transmitía tantas cosas.
—Totalmente.
Así, sentados en el piso de la sala de Minho, pasaron el resto de la tarde y noche, imaginándose su propio sello discográfico, su propia marca. Chan empezó a hacer bocetos del nombre, Minho empezó a hacer cuentas, entre los dos buscaron el material que necesitarían.
Cada tanto, alguno de los dos se levantaba para estirarse y no quedarse dormido. El café y las bebidas energéticas no faltaron esa noche. Entre risas se compartían datos que iban buscando en internet.
Se desvelaron, pero valió cada segundo. Al terminar, Minho ya tenía un carrito armado en una tienda con cosas de producción musical y Chan ya tenía el boceto final para el nombre.
Stray Kids Entretainment.
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Touch Me.
FanfictionChan y Minho se habían resignado a no encontrar al amor de su vida, pues parecía una tarea un tanto difícil. Sobre todo si uno de ellos es introvertido y el otro usa un guante de cuero en su mano derecha. Pero los azares del destino hacen que se co...