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En cierto punto, ambos se quedaron dormidos en el piso de Minho, también en otro punto, habían quedado más cerca de lo que recordaban.

Minho despertó primero, la luz del sol le daba en el rostro y se levantó para bajar la persiana. Chan se movió un poco, pero siguió durmiendo plácidamente. Lee no pudo evitar mirarlo un rato, las facciones de Chan mientras dormía reflejaban pura paz. Roncaba un poco, pero a Minho le dio ternura.

Se levantó del piso, medio adolorido por dormir en esa superficie, y se encaminó al baño. Se lavó la cara y se cepillo los dientes. También se cambió la ropa. Afortunadamente, aún le quedaban unos días de las vacaciones que Yon les había dado por el Año Nuevo.

Fue a la cocina, empezó a sacar ingredientes del refrigerador para preparar un desayuno sencillo. Escuchó quejidos y un segundo después Chan estaba de pie en medio de la sala.

—El piso no es muy cómodo—dijo, con un quejido mientras se sobaba el cuello.

—La próxima traeremos mantas—aseguró Minho.

—Espero que la próxima no nos desvelemos tanto.

—Oh, Chris, esto será peor que un bebé recién nacido.

—No hagas que me arrepienta.

—No podrás, te obligare a firmar un contrato o algo por el estilo. Tendrás que trabajar en esto el resto de tu vida. Te explotare—dijo, con una sonrisa malvada en el rostro.

—En que me metí...—murmuró Chan.

Ambos rieron. Chan se acerco a la cocina y le ayudo a Minho a servir los platos para que ambos pudieran desayunar ahí. Mientras comían, siguieron comentando mas cosas sobre el proyecto. Chan le dijo a Minho que le avisaría a su padre respecto a la decisión que había tomado y que, aunque aun no estuviera establecida su discografía, pronto lo haría.

Se despidieron, ya habiendo establecido que se reunirían todos los días que pudieran luego de que Minho terminara su jornada en la cafetería, y que Chan le dedicaría mas tiempos puesto que era su único trabajo.

Chan se fue, directo a la casa de sus padres para comunicarles sobre su proyecto.

Minho se quedo en casa, limpiando, organizando y finalmente descansando.

Cuando estaba por quedarse dormido, recibió una llamada de Jisung.

—Hey, Min, ¿Cómo has estado?—saludó.

—Bastante bien, Ji. ¿Cómo están tu y Bin?

—Estamos un poquito ocupados con la planeación, por lo que te quería pedir ayuda—confesó. 

—¿Qué pasa?—preguntó Minho. 

—Pensábamos decidir por nosotros mismos el menú, pero ahora que lo pensamos mejor nos gustaría que tu y Chan nos acompañaran. Sera mañana aquí en nuestra casa en la playa. ¿Crees que podrían venir?

—Por mi parte totalmente sí, pero no sé que diga Chan. Le preguntaré, si quieres.

—¡Sí, gracias! Todavía tengo que llamar para ver las invitaciones, las flores... En fin, varias llamadas más.

—No te estreses demasiado, Sung. Sabes que cuentas con nosotros—afirmó, haciendo sentir un poco más relajado a su mejor amigo.

—Te amo tanto, ¡gracias! Nos vemos mañana.

—Nos vemos.

Iba a llamar a Chan, pero pensó que en ese momento tal vez todavía seguía con sus padres, así que decidió esperar hasta la noche.

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Iban de camino a la casa de la playa. Chan había pasado por él en su carro al mediodía. Minho había pedido permiso a Yon, quien entendió que era importante y lo dejó. 

—¿Sabias que Yon se mudará a donde la nueva sucursal?—comentó Minho, haciéndole conversación a Chan. Habían estado la mayor parte del camino en silencio, de esos cómodos, pero quería hablar con él. Desde que lo conoció, aquella noche lluviosa en el bar, sintió gran interés por él. 

—Hasta ahora que me lo dices. Creo que era cuestión de tiempo que pasara—respondió, sin mostrar una gran reacción. No pensaba en ella a menudo, ahora tenia muchas cosas que le ocupaban la cabeza. Sobre todo su nuevo proyecto y  algo que sentía hacia su socio empresarial (si es que ya se podían llamar así).

—Supongo que sí.

Estuvieron un rato más en silencio, con la música de fondo, hasta que Chan rompió el silencio.

—¿Qué tal te va con Hwang?

—Sinceramente, no siento que estemos llegando a nada—hizo una mueca—Y creo que él se siente igual. Deberíamos terminar.

—Oh. 

Oh.

—Si... fue divertido, pero creo que estaremos mejor de amigos. Hablare con él pronto.

Chan sintió algo con esa afirmación, pero no supo definirlo. La cosa era que cada vez sentía más algos por Minho, y aun cuando no estaba con él, seguía pensándolo. Y aunque estaba empezando a formarse una idea de lo que sentía, no quería aceptarlo aún. Tenía miedo de repetir la historia, de sentir la decepción si no era el amor de su vida, de perder al gran amigo que era Minho. De ya no tener a Minho en su vida.

—¿Chan? ¿Me escuchas?—Min lo miró preocupado, tanto porque no le respondió como porque no quería morir en un accidente de auto.

—Perdón, me quedé pensando. ¿Qué dices?

—Digo que cada vez esta mas cerca la boda—Minho lo miró con una sonrisa, tan feliz por ellos—El próximo mes. Febrero, el mes del amor. 

—Vaya par de romanticones. Pero es cierto, queda poco tiempo. 

—¿Ya tienes tu traje listo?

—Sí, me dijeron que les harían unos ajustes, pero que estaría listo para una semana antes de la boda. ¿El tuyo?

—Ya lo tengo en casa. Me gustó la idea de Jisung de que el tuyo fuera azul rey y el mío azul cielo. Es una bonita combinación. 

—Concuerdo. Si fuéramos iguales seria aburrido. Me gustó que en lugar de hacer la típica paleta de colores blanca, hayan decidido algo mas colorido. Es mas ellos. Vibrante.

—Deberíamos combinar también nuestra flor. La idea de Jisung de que todos llevaran una flor durante la ceremonia es linda. ¿Qué te parece? ¿Bang Christopher Chan, quieres combinar tu flor conmigo?

Minho lo dijo con un tono de voz gracioso, exagerado, casi burlesco, pero se sintió como si se estuvieran proponiendo la cosa mas seria del mundo. En realidad, todos verían normal que los padrinos fueran combinados.

—Oh, si, Lee Minho. Será un gran honor—contestó con el mismo tono, pero por dentro algo se agitaba en ambos. Algo pequeño empezaba a crecer. O tal vez había sido un crecimiento silencioso, pero estaba ahí. 

Pronto llegaron a la casa. Jisung y Changbin los recibieron con grandes abrazos y voces emocionadas, aunque Jisung lloró mientras probaban la ensalada porque no creía que estuviera a algunas semanas de casarse con Changbin, el amor de su vida. 

La comida se tornó bastante sentimental, llena de recuerdos, expectativas y sentimientos encontrados, pero disfrutaron cada instante. 

Touch Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora