Capítulo XVI

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—¿Preparada manchas?

Kai había venido a recogerme para llevarme a la fiesta. Por la mañana después de irse resacoso a su casa me dedique toda la mañana a comentar la extraña noche con Tess y Nash que se unió a nuestra llamada.

Hoy se celebraba la fiesta y Kai me había exigido a que iba a ir y volver con él, según él estas fiestas se liaba mucho y no quería que me pasara nada. Era en casa de Ivy, eso significaba que estaba su piscina climatizada, así que debajo del vestido beige de punto llevaba un bikini y en una bolsa una toalla. Kai también metió la suya en mi bolsa.

—¿Hoy también vas a beber?

—Hoy mis ojos van a estar en ti —noté mis mejillas calentarse, pero lo disimulé llevándome las manos a las mejillas como si tuviese frio.

—¿Tu hermano te ha dicho algo?

—Nada, creo que ya está en casa de Ivy.

Asentí y esperé mientras sonaban las canciones de Justin Bieber en el coche, y cuando por fin llegamos me sorprendí por la cantidad de gente que había, Kai tenía razón, a esta fiesta asistía todo el mundo. Bajamos del coche, y Kai al alcanzarme agarró mi mano. Una corriente pasó por mi cuerpo y me gustó sensación, pero preferí no decir nada y disfrutar del momento.

—¿Quieres ir a la piscina?

Le miré y luego la piscina, no había mucha gente ahora, parecía que todos se reservaban a que la fiesta entrase en su pico más alto para aprovechar a meterse ahí, así que, aprovechando su poca gente, acepté.

Fuimos hacia la puerta de la piscina. La casa de Ivy era enorme, y francamente demasiado exhibicionista, la piscina estaba en una sala que tenía una ventana oscura que daba hacia el salón, lo que permitía ver lo que había a ambos lados. Una vez allí, me quité el vestido y las botas algo nerviosa, iba a estar semidesnuda con Kai en una piscina y eso provocaba que elefantes imaginarios me pisaran mi estómago. Me abracé a mí misma mientras veía como Kai se quitaba la camiseta quedándose en bañador.

Él se acercó completamente serio y me apartó las manos de mi tripa para pasar las suyas por mi cadera. Mi piel se erizó y le miraba completamente perdida. Él tenía una pequeña sonrisa y me dirigió hacia las escaleras. No soltó mi cuerpo, sino que entró junto a mí en todo momento. Estaba flotando, ya no hacía pie, y él lo notó porque su agarre se intensificó más.

—¿Puedo? —asentí sin ni si quiera saber a qué se refería, me tensé al notar sus manos bajar hasta mis muslos y dirigir mis piernas para que se enredasen en su cadera, nuestras frentes quedaron pegadas y nuestros ojos no se separaban —Me gusta esto.

—¿Estás practicando para tu chica misteriosa?

—Me gusta estar contigo así manchas. No pienso en ella cuando estoy contigo.

Me sonrojé, no pude evitarlo. Oí su risa y luego volví a la realidad dejando atrás la vergüenza.

—Yo no pienso en Mason cuando estoy contigo.

Le vi sonreír y segundos más tarde noté todo el agua inundar nuestros cuerpos. Nos estaba metiendo a ambos bajo el agua. Y aunque no iba a abrir los ojos al oír un ruido lo hice. Kai estaba hablando debajo del agua, pero ni si quiera podía entenderle.

—¿Qué has dicho? —se encogió de hombros y me acercó más él, aunque ahora estaba abrazándome y su cabeza reposaba en mi hombro.

—Lili, por fin te encuentro —miré por detrás del cabello rubio que tanto me gustaba y estaba acariciando ahora, era Mason —¿Sales y tomamos algo?

Miré a Kai que seguía con los ojos cerrados, aunque podía ver su ceño fruncido. Asintió y luego se separó de mí, aunque sin dejar que yo flotase, agarrándome por la cintura.

—Ve, nos vemos luego, recuerda que yo te llevo a casa ¿vale? —asentí e impulsivamente le di un beso en la mejilla, en seguida hui de la piscina nadando hasta la salida.

—Ven, se una habitación donde te puedes cambiar.

Agarró mi mano y una parte de mí se sintió mal al notar que no sentía lo mismo que lo que había sentido con Kai, pero me dejé llevar escaleras hacia arriba sin pensar mucho. Al llegar arriba, llevaba mi bolso conmigo y aunque pensé que Mason iba a irse, pero se quedó y se sentó en la cama, me miraba con una sonrisa.

—¿Quieres algo?

—Acércate.

Mis pasos fueron hacia él y sus manos pasaron por detrás de mi rodilla, no sentía lo mismo, pero Mason era guapo, y estaba muy bueno. Su manos me cogieron y terminé sentada en su regazo, sus labios fueron dirigidos a mi cuello y eché mi cabeza hacia atrás. Sus manos desataron mi bikini.

—Mason abre la puerta —era Ivy, la conocía por la voz y también supe que estaba borracha por como arrastraba las palabras —olive está fatal y ha dicho que se va a desnudar en la piscina si no vas a por ella.

—Ve, no me apetece que me odie más.

Me separé y dejé que saliese de la habitación, rápidamente y algo avergonzada al darme cuenta donde estaba y que iba a hacer me vestí y salí buscando a Kai, quería irme.

Sentí varias miradas sobre mí, pero me dedique a buscar a Kai, le vi pasar de un lado a otro buscando a alguien, en un momento nuestros ojos conectaron como si él supiera que le estaba buscando.

—¿Podemos iros? —pregunté y él asintió mientras me arrastraba hacia la salida.

Antes de ni si quiera llegar a la salida mi móvil sonó y frené para ver qué pasaba. Era un mensaje de Tess. Abrí y lo primero que vi fue las fotos, en seguida me quedé inmóvil y luego leí los mensajes de los que iban acompañado.

tenemos una nueva puta en el instituto al parecer la pequeña Barbrow se dedica a chupar pollas Primero un hermano y luego el otro, ¿tan bien folla?

La primera foto estaba con Kai en la piscina, se nos veía de lado y la forma en la que mi cara se escondía en su cuello podía plantear que le estaba besando el cuello, Kai sonreía hacia arriba y parecía encantado, pero tampoco parecía consciente de la foto.

La segunda era peor, yo en bikini de la mano de Mason subiendo las escaleras, mi vista estaba perdida en la espalda de Mason y él parecía sonreír hacia un lado, pero tampoco parecía consciente de la foto.

—Déjame eso —oí la voz de Kai a lo lejos, pero ni si quiera era consciente de reaccionar, así que simplemente deje que se hiciese dueño de mi móvil —Baja la puta música —mi mirada se fue hacia él, estaba gritando en medio de la fiesta y todo el mundo pareció atento.

Pasé la mirada por toda la fiesta y arriba del todo pude ver a Mason mirarme con cara de pena y eso solo me hizo derrumbarme más.

—Como oiga un solo comentario o esta foto vuelva a pasarse a otra persona empezad a preparar una visita al dentista porque os voy a dejar sin dientes.

Realmente me dio respeto, nunca había visto a Kai enfadado, pero lo parecía realmente, no mantenía su sonrisa coqueta de siempre ni el brillo en sus ojos que me gustaba, en cambio tenía el ceño fruncido y parecía querer matar a todos los presentes. Le vi dirigir una última mirada a su hermano y luego girarse hacia mí.

—Vamos manchas, por favor —me dijo susurrando y calmando su voz. Asentí, quería irme, definitivamente iba a tumbarme en la cama y me pasaría el fin de semana llorando.

Kai no parecía que iba a seguir ese plan, porque de un momento a otro le vi conducir hacia un McDonald que seguiría abierto porque no era muy tarde y me abrió la puerta como un caballero.

—Siempre es mejor llorar con algo de dulce ¿no? —sonreí y empecé a imaginar la cantidad de helados que me iba a pedir y él me iba a pagar.

JUEGO DEL CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora