Jungkook era un lobo en su etapa de celo.
taehyung era una ovejita inocente que se paseaba cerca de aquel gran bosque en busca de frutos para hacer su merienda favorita del día, siendo su noble eh inocente corazoncito quien confió en aquel lobo, ayu...
cuando el azabache logro abrir sus ojos, sintió un leve peso sobre su regazo, notando al tierno omega aun dormido de todo el cansancio que sentía después de las rondas que ambos tuvieron hace unas cuantas horas atrás, el de piel nívea se sentía tan grato en tenerlo de aquella manera, aun que era consciente de que si alguien los veía en aquella situación, seria perjudicial para su pequeño.
si bien también lo seria para el, prefería que su menor no corriera el riesgo de ser juzgado por las otras especies que vivían en el bosque, volvió a poner la capita de seda blanca que inicialmente el mas joven traía puesta antes de su encuentro.
se levanto del lugar donde habían dormido aproximadamente dos horas, cargando en sus fuertes brazos al pequeño castaño, verlo descansar tan plácidamente, hacia que por la mente de jeon fuera traicionera por su celo, dándole ideas calientes para hacer con su presa.
La imaginación del lobo volvió a activarse de modo lasciva, miro el rostro del canelito con furor mientras mordisqueaba suavemente su propio labio, si bien tenia el celo encima, no se iba a aprovechar de aquel tierno chiquillo. por lo que se dispuso a caminar por el espeso bosque
¿Qué pesarían si lo veían con el? era un omega de oveja, el era un lobo. Simplemente, seria un desastre, si bien ambas razas no podían estar juntas de forma romántica, verlos así podían hacer pensar cualquier cosa que despertaría la curiosidad de cualquiera que los viera.
desecho todos los malos pensamientos cuando se cruzo con la canastita del agraciado omega, notando algunas fresas regadas en el césped, sonrió con suavidad al darse cuenta lo que su chiquillo fue a buscar antes de abandonarlo para ir en su búsqueda. Por lo que tomo aquel canasto lleno de fresas para seguir con su rumbo.
lo que no pensaba en esos momentos en que caminaba que alguien mas estaba observando cada movimiento que el azabache hacia, detallándolo en su memoria para no olvidar nada, este ser aborrecía el acercamiento entre el lobo y la tierna ovejita. Deseaba con su alma que lo que estaba viendo no era real, su corazon lleno de rencor no dejaba pensar con claridad, por lo que cuando el de piel nívea desapareció de su campo de visión, este extraño ser desapareció entre los arboles sin ser visto.
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Después de que Jeon pudiera llegar a su casa recostó al menor en el sofá que yacía en su sala, no deseaba despertar al pequeño ser que recuperaba fuerzas, por lo que el esperaría que despertara por si solo, el prepararía el preciado "pie de frutos rojos" que supuso que era el postre favorito del castañito ya que siempre que lo observaba entre unos arbustos del bosque, este siempre buscaba frutos rojos para dejarlos en su canastita, También por la pequeña libreta que encontró dentro de la canasta que tenia la receta de aquel pie.
por lo que cuando arropo al pequeño con una suave manta se dirigió a la cocina donde ya se encontraba la canasta y las frutillas, solo esperaba que cuando aquel castañito despertara, el postre estuviera listo, por lo que puso manos a la obra en hacer aquel exquisito postre.
