—¿Follaba bien?— fue la primera pregunta que tuve nada más pisar el suelo del apartamento compartido que tenía con Vani. Hoy comenzábamos los exámenes y por suerte estaba agradecida de que Jacob me hubiese ayudado a estudiar.—No es por sonar necesitada, pero necesito repetir eso otra vez.— mi respuesta era completamente sincera mientras que miraba las hojas sobre la mesa.—¿Eso contesta tu pregunta?— cuando levanté la mirada Vani me estaba mirando con una sonrisa. Rodé los ojos y acomodé el top escotado que llevaba, dentro del piso hacia un calor horroroso.
—¿No tienes clase ahora?— Vani cogió el famoso libro y su portátil, guardándolos en su bolso.
—Me salto la primera hora, tengo examen después.— la vi asentir y rellenar el termo con café.—Buena suerte.— le di un beso en la cabeza y la vi salir del piso. Minutos después recibí un mensaje de Jacob.
"Buena suerte en el examen :)" "No te pongas nerviosa". Sonreí un poco y apagué el móvil mirando los apuntes.
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Terminé de rellenar el examen con manos temblorosas, mi profesora miraba el temporizador que había proyectado para dejarnos ver cuanto nos quedaba. El examen era bastante largo y buscado, quedaba para finalizar unos 4 minutos, lo suficiente como para poder revisarlo. Dos minutos después lo entregué y solté un suspiro, cogí mi bolso y salí del aula agobiada.
Los exámenes eran la peor parte de mi carrera, eran demasiado difíciles y a veces rozaba el aprobado, sobre todo en esta asignatura. Iba caminando por los pasillos cuando unas manos taparon mis ojos, haciéndome detener.
—¿Vani?— dije confusa mientras tocaba las manos. Me di cuenta de que eran masculinas, así que negué.—Oh, Vinnie.—
La persona soltó una risa floja y quitó las manos, había sido el mejor amigo de mi hermano. Me acercó a él y me dio un corto beso.
—¿Qué tal te ha ido?— tuve una sonrisa todo el tiempo una vez estuvo presente conmigo.
—Ni idea, no quiero hacerme ilusiones tampoco.— agarré su mano aunque corría el miedo de que nos encontrásemos con Wilbur.—¿No deberías estar en clase?—
—Estaba jugando fútbol.— se encogió de brazos y jugué con mi collar mientras caminábamos a la parte de afuera de la universidad. Nos sentamos en un banco, los árboles cubrían un poco el sol, pero aún así me calentaba lo suficiente como para no comenzar a temblar del frío.
Le miré fijamente analizándolo. Tenía elegancia. Esos polos que llevaba de marca junto a los pantalones, el pelo desordenado y las zapatillas caras, todo mostraba símbolo de clase.—Si tienes frío podemos ir a mi piso, Vani está haciendo un examen.— su mano se encontraba en mi muslo mientras hacía caricias, poniéndome la piel de gallina.
—Estoy bien, no te preocupes, bonita. De todas formas...— hizo una pausa y me miró, parecía pensarse si decir algo o no.—Dudo mucho que Wilbur pase por aquí.— supe que realmente no quería decir eso en un principio, aún así, jugó con un mechón de mi pelo mientras se acercaba a mí para dejar un beso duradero en mis labios. Su mano subía por mi pierna, sus anillos enfriando mi piel.
—Eh, aquí no, anda, ve a clase.— sonreí y le di un empujón suave mientras se despedía de mí, el cambio de clases había sonado y yo rezaba para que el examen de mañana me saliese bien. Esperé a mis amigas en el mismo banco, no tardaron en llegar. Vani estaba más pálida que de costumbre, parecía incluso mareada.
—¿Quieres agua?— asintió y le di mi botella de agua, tomó un sorbo. No quería preguntarle cómo le había salido el examen, su rostro decía ya bastante, pero Danna si que le preguntó.