❝Oh, todos conocían a Riki cómo el chico más dulce que podías llegar a conocer. Todos sus conocidos confirmaban lo encantador y lindo que era el japonés. Incluso Jungwon.
Jaja, las apariencias enserio engañan.❞
𖥻 ꗃ» niwon (wonki).
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• ꒰ lying faces ꒱ •
Yang volvió a soltar otro suspiro al sentir el sol entrar por su ventana, apuntandole directamente en el rostro, dándole comienzo a un nuevo día.
A la noche, Riki no le había soltado la mano hasta llegar a los departamentos, y se había puesto tan ansioso con todo lo que había sucedido con aquel viejo, por lo que le había pedido con nerviosismo al japonés para que lo dejé a la puerta de su departamento compartido. Cosa que Nishimura no le negó, y con toda la amabilidad lo llevó a la puerta de la misma.
Ya ahí mismo, ambos chicos se despidieron, Nishimura cómo ya costumbre se le había vuelto el tratar de tal manera a Yang, se despidió con un beso en la mejilla. Y esperó a que el mismo coreano sonrojado entrará a su hogar para finalmente irse con una suave sonrisa plasmada en su rostro.
Y creyó que después de eso, sería una noche tranquila.
Pues bien equivocado estaba al ver la sala del departamento (que de casualidad quedaba frente a la entrada), llena de chicas con pillamas y mirándolo fijamente.
Al parecer a Eunchae le había parecido buena idea hacer pijamada esa noche.
No había podido dormir en toda la noche, y no sólo por las risas fuertes de las féminas, sino que también tuvo que aguantar un interrogatorio por parte de las mismas. Ya que las mismas chismosas, lo vieron con Nishimura Riki.
Soltó una risita. Aún recordaba sus rostros deformes mientras le hacían tales preguntas.
"¿Cómo lograste relacionarte con él?" Rayos, no tenía idea, sólo había pasado. Y sí, contestó eso, pero ninguna de las chicas le había creído.
"¿Cuánto llevan saliendo?" ¿Estaban saliendo? ¡Dios, claro que no! Si su pregunta hubiera sido más cómo "¿Cuánto llevan hablando?", bueno, tampoco sabría qué responder. Porque no lo sabía.
"¿Por qué se despidió así de ti? Una que no consigue ni una mirada de él" le había dicho una sufrida. ¡Pues claro, tampoco tenía idea! Y de hecho, no se iba a quejar, porque por alguna razón, le gustaba esa cierta preferencia qué le tenía el japonés.
El interrogatorio había terminado cuándo otra chica se había comenzado a desahogar con él porque al parecer, Nishimura la había rechazado más de una vez. Pero eso es algo que ignoró completamente, ya que. ¿¡Quién se le insinúa sexualmente a alguien que ya te rechazó una vez!?
Soltó un fuerte suspiró y tomó la dura decisión de levantarse.
Miró la hora en su reloj de escritorio.
Que doloroso era levantarse temprano un día sábado.
Hizo su rutina mañanera, moviéndose y moviéndose por todo el departamento. Y ya luego de una ducha tibia, y elegirse ropa cómoda, decidió ir a desayunar.
